Martes, 08 agosto 2023
En el cuarto episodio del documental sobre su vida, la animadora infantil conversa cara a cara con su ex representante, con la que no hablaba hace dos décadas. Y revela, a la vista de los espectadores, un vínculo marcado por la tortura psicológica, el control y el abuso
El reencuentro de Xuxa y Marlene Mattos (captura televisiva)
“¿Sabés cuánto hace que no hablamos?”, es la primera pregunta que le hace una Xuxa Meneghel conmovida a su ex amiga y manager Marlene Mattos,en el reencuentro que registró Pedro Bial para el cuarto –y quizá el más duro– de los cinco episodios del documental sobre la vida de la animadora infantil más famosa de Latinoamérica. “19 años estuvimos juntas, y 19 separadas”, responde la productora con resignación, y una voz suave y pausada en la que al principio es difícil adivinar su ferocidad de otros tiempos.
Sin embargo, el personaje no se sostiene demasiado: a los 73 años, y aunque haya pasado mucha agua bajo el puente, todavía dice que no se arrepiente de lo cruel que fue con La Reina de los Bajitos: “Hice lo que tenía que hacer. Vos comenzaste tu carrera hace 40 años en un mundo machista, un mundo de hombres, una televisión de hombres. Hombres que daban órdenes y te veían apenas como una mujer linda y un pedazo de carne”.
En la charla que se filmó en noviembre de 2021, Xuxa la acusa de haberla convertido en su marioneta. Impasible, Marlene asegura: “Acerté mucho más de lo que erré. El mundo no es lo que vos querés que sea. Hay que ser realistas: vos eras una marioneta en mis manos y yo te usaba para hacer que otras personas también lo fueran. Es así”.
Xuxa conoció a Marlene en 1983, cuando tenía 23 años y todavía trabajaba como modelo en Nueva York. La entonces pujante Rede Manchete la había convocado para presentar el infantil Clube da Criança y ella viajaba especialmente cada fin de semana para las grabaciones. Mattos era una de las asistentes de coreografía y pronto se hizo su amiga y la ayudó a decidirse cuando la agencia Ford la obligó a elegir entre las pasarelas y su programa. Dos años más tarde pasaron juntas a la Rede Globo con El Show de Xuxa, que rápidamente se transformó en uno de los ciclos más exitosos de la emisora.
Nacida en abril de 1950 en un municipio pobre y violento del estado de Maranhao, al noreste de Brasil, la antigua representante de Xuxa llegó a Río cuando era una adolescente y arrancó desde abajo en Manchete. Algunos dicen que fue la artífice de la carrera de la rubia, pero lo mismo se corrobora a la inversa: Xuxa fue su trampolín. En TV Globo la contrataron como dactilógrafa, pero fue ganando espacio al lado de la nueva figura del canal.
Por entonces Xuxa todavía mantenía una controvertida relación sentimental con Pelé, que había comenzado cuando ella era menor además de estar marcada por una diferencia de edad de casi dos décadas. Ahora la periodista Alessandra do Valle –hija de un reconocido locutor y amigo del astro– dice que su padre le contó que el Rey del fútbol le había confiado algo que siempre se comentó por lo bajo: que Marlene y Xuxa eran pareja y esa era la verdadera razón por la que la cantante y conductora lo dejó. “Yo perdí a Xuxa por Marlene Mattos –le dijo Pelé a Do Valle según la reconstrucción que hace su hija–. Si la hubiese perdido por otro hombre, no me importaría. Pero perderla por Marlene, amigo, eso no tengo forma de superarlo”.
Xuxa y Pelé
En el documental de Globoplay, Xuxa se hace cargo de las versiones: “Mi cariño y mi amor por Marlene fue muy grande. La gente creía que éramos pareja”. La productora la interrumpe: “Es que fuimos una pareja, sólo que sin sexo […]. Xuxa fue mi mejor amiga, una de las dos únicas personas que yo amé en mi vida”. “Yo realmente la quise mucho, y ese amor me cegó. Aguanté muchas cosas por no querer ver”, se lamenta Meneghel.
Mattos se hizo cargo de los negocios de Xuxa de una manera integral: no solo era su representante, sino que oficiaba de productora general y directora de todos los programas que tuvo la animadora en TV Globo. Después del Show de Xuxa, que terminó en 1992, siguieron Xuxa Park y Planeta Xuxa. Mientras tanto, se ocupaba de otros grandes espectáculos, como cuando llevó a Brasil a Michael Jackson con el Dangerous Tour, en 1993. Así fue cómo llegó a amasar un patrimonio estimado en 20 millones de dólares, de acuerdo con datos del diario Folha de São Paulo.
Había mantenido siempre un perfil bajísimo hasta que en 1998, poco después del nacimiento de Sasha –la hija que tuvo Xuxa con el actor Luciano Szafir y de la que es madrina–, la recientemente fallecida cantante Rita Lee vaticinó ante el público durante un recital: “Ese hombre, Marlene Mattos, va a demandar a Sasha. Porque (la beba) también está chupando a Xuxa”. Rita Lee, que había trabajado con Mattos y padecido sus maltratos, buscaba revelar la trama de la relación abusiva que la productora mantenía con la Reina de los Bajitos: luego se sabría –tal como da cuenta el documental– que controlaba todo, desde la elección de su vestuario hasta qué contratos debía firmar y qué entrevistas podía conceder, y claro, también qué novios eran aceptables.
Era lo que había pasado, sin ir más lejos con el corredor Ayrton Senna, uno de los grandes amores de Xuxa, que murió en 1994, cuatro años después de separarse de la cantante y en medio de versiones de que quería volver con ella. “Marlene me dijo: ‘Vos tenés que elegir entre tu profesión y tu amor, porque si seguís con él, yo me voy’. Ustedes ya saben lo que hice: fui una idiota –contó la presentadora en una entrevista para el podcast Quem Pode Pod, dos meses atrás–. Yo pensé: ‘Más adelante lo voy a poder buscar, yo ya no voy a estar con Marlene y vamos a estar juntos de nuevo. Pero no se pudo, no hubo más adelante”. El propio Senna le había dicho a Playboy después de la separación que Marlene era una persona complicada y que no había ayudado “ni un poco” para que él y Xuxa pudieran seguir juntos.
Xuxa y Ayrton Senna
Rita Lee tampoco se equivocaba respecto a Sasha. Según Xuxa, Mattos odiaba a los niños en general y a su hija en particular. Durante la conversación que mantienen en Xuxa, el documental, la animadora le dice a su exmanager que esa fue la verdadera razón de su ruptura: “Te pregunté cuándo íbamos a volver a trabajar con chicos y me dijiste que no lo ibas a hacer porque los odiabas”. Marlene intenta una justificación: “Yo no dije nada de eso, y si lo hice fue para provocarte. Nunca los odié”. Xuxa insiste: “Te pregunté varias veces si hablabas en serio, y me dijiste que te daban asco los niños especiales, que no soportabas verlos babeándose. ¿Sabías que nos separamos por eso? Te dije: ‘Si estás diciendo la verdad, no quiero trabajar más con vos’. ¡Estaba tan enojada! Fue eso lo que hizo que nunca más volviera a mirarte a la cara. Me dijiste que odiabas a los niños pequeños”. Con el cinismo que, según los relatos, la movió siempre, la mujer le responde: “Dije eso para molestarte. Y no tengo que disculparme”.
Cuando en 2002 anunciaron que tomarían caminos separados en lo profesional y en lo personal, en medio de un escándalo inocultable en el que la cúpula de Globo se vio obligada a intervenir –garantizando contratos individuales por tres años para las dos–, trascendió que el motivo eran las diferencias artísticas, y Xuxa dejó en claro que su deseo era trabajar para los niños, mientras Mattos pretendía que virara hacia un público adulto. El comunicado de entonces fue más edulcorado pero la esencia es la misma: simplemente Mattos ya no toleraba a los “bajitos”.
Además, aunque Xuxa tenía sólo 39 años al momento de su ruptura profesional con ella, la representante le decía que su carrera tenía fecha de vencimiento y que estaba envejeciendo: “Hasta el día de hoy, ella (por Marlene) dice que los ídolos tienen que morir temprano. Recuerdo que viajábamos todas las semanas a Argentina, y que todos estaban tomando café y yo me compré una manzana. Cuando estaba a punto de morderla, ella me miró y dijo: ‘Esa cosa tuya de estar saludable es tan mala que me da algo por dentro. Porque tendrías que morirte pronto, Xuxa. No tomás alcohol, no fumás, no te drogás, nada. Un ídolo tiene que morir temprano, no puede envejecer y vos te estás haciendo vieja’”, contó la animadora en una entrevista con el programa Mais Vocé.
Mattos solía citar como ejemplos a Marilyn y a Elvis, pero aún daba vueltas sobre ellas a toda velocidad el fantasma de Senna, muerto a los 34 años en el Gran Premio de San Marino. Era una referencia doblemente dañina que no se privó de usar incluso el día de la tragedia para torturar a la artista que la hizo rica: “¿Te acordás lo que me dijiste cuando murió Beco (el apodo con el que llamaban cariñosamente al corredor)? Ahora él es un ídolo, y vos no”, cuenta Xuxa en el documental, al borde de las lágrimas, mientras Mattos se ríe a carcajadas: “Sigo pensando lo mismo: los ídolos, los íconos, tienen que morir jóvenes”.
Entonces Xuxa, como si sintiera activarse el resorte de casi dos décadas de ese trato psicopático que necesitó otras casi dos décadas para sanar, se alza finalmente desde lo más profundo e insinúa una denuncia que ya tuvo repercusiones en las redes: “Yo tuve un encuentro con las paquitas (aquellas chicas de entre 10 y 15 años que bailaban en sus programas vestidas como sus soldadas) y ellas me contaron cosas. ¿Tenés noción de lo que hiciste en la cabeza de esas chiquitas? Conmigo está todo bien, porque yo ya era una mujer”. Mattos la interrumpe sin una gota visible de arrepentimiento: “Ellas viven hasta hoy de ser paquitas. Yo las castigaba porque quería que sacaran buenas notas. No aceptaba que se sacaran menos de siete”. Xuxa la increpa: “Ellas dicen que si engordaban les decías barbaridades”. Mattos asiente, otra vez sin remordimientos. “Dicen que las obligabas a teñirse el pelo”, sigue Xuxa, como si buscara algo que pudiera quebrar de una vez a su verduga. “Claro, si eran una continuación tuya, ¡se teñían porque querían!”, dice Mattos.
Xuxa y sus paquitas
Es tremendo ver a la Reina sometida ante el poder que Mattos se las arregla para volver a tener mientras dura la charla. Y ver cómo, derrotada, le pregunta otra vez: “¿Vos sabés lo que nos hiciste en la cabeza?”. “¿A las paquitas?”, se ríe de nuevo la productora. “A mí y a las personas que trabajaban conmigo”, dice Xuxa. “Si las paquitas no hubieran sido paquitas nadie sabría siquiera que existen”, responde Mattos, y Xuxa sólo atina a suspirar y agarrarse la cabeza.
Luego diría en varias entrevistas que fue doloroso y decepcionante sentarse frente a Marlene después de tanto tiempo. “Me hubiera gustado que llegara y se disculpara –dijo hace unas semanas en el programa Domingão com Huck–. Ella no fue siempre la Marlene del final, primero hizo el papel de una persona dulce y cariñosa y, de a poco, fui viendo que controlaba cada vez más mi vida y que tenerme en sus manos le daba todavía más poder”. Fue exactamente lo que replicó durante la hora que duró el encuentro para el documental.
Marlene y Xuxa, en un cara a cara que demoró dos décadas
Tras su alejamiento de Xuxa, en 2003, Marlene abrió una agencia de representaciones artísticas y gerenció las carreras de otros personajes de la cultura y el deporte brasileños, como el ex futbolista Kaká. También fue directora creativa de la Rede Bandeirantes –aunque su paso por esa señal fue considerado un fiasco– y trabajó en varios medios de noticias. Pero la emisión del episodio en donde se la ve maltratar en directo a una de las figuras más amadas de la región la puso en el lugar de villana del que Xuxa la había salvado con su discreción. Y es que a menudo los narcisistas también pueden ser sus propios verdugos. Sólo hace falta que, orgullosos de lo que hicieron, se muestren en acción.
La reacción de Xuxa a las palabras de Marlene