Sábado, 23 de Noviembre 2024
La mujer, de 61 años, fue golpeada por una pareja con palos de golf mientras la insultaban y la echaban al grito de «esto no es Ostende, vayan al conurbano a tomar mate”.
En un aberrante caso de violencia racista y clasista en Pinamar, una mujer de 61 años fue brutalmente agredida con palos de golf por una pareja en un campo deportivo, en un ataque que generó conmoción. Según los testimonios, el motivo de la agresión estaría vinculado a un acto de discriminación.
El hecho ocurrió el pasado martes alrededor de las 17, mientras la víctima, oriunda de La Plata y residente de la localidad balnearia, tomaba mate en el lugar. La mujer relató que, sin previo aviso, una pareja se le abalanzó y comenzó a golpearla repetidamente con los palos de golf mientras le proferían insultos.
“Me golpeó en repetidas ocasiones con dos palos de golf”, declaró la mujer al medio platense 0221. Durante la agresión, los atacantes le gritaron frases como: “Esto no es Ostende, vayan al conurbano a tomar mate, ratas” y “Pagamos 50 mil dólares por estar acá”.
La escena no pasó desapercibida. Vecinos que presenciaron el ataque se acercaron para asistir a la víctima, mientras otros filmaron con sus celulares la huida de los atacantes, quienes se alejaron arrastrando sus carritos de golf.
En las imágenes, se escucha a una testigo gritar desesperadamente: “Ayuda, ayuda, le pegó con el palo de golf en la cabeza”. La agresora, al ser increpada por los presentes, respondió fríamente: “No tiene que estar acá”.
Fue atacada a palazos por tomar mate en un campo de golf: el estado de la víctima
La mujer quedó tendida en el suelo con múltiples contusiones en la cabeza y un intenso dolor corporal. Fue asistida por vecinos en el lugar y trasladada a un hospital de la zona, donde los médicos confirmaron que se encuentra fuera de peligro.
El ataque, que se viralizó a través de redes sociales en las últimas horas, despertó la indignación de los vecinos de Pinamar y usuarios en redes sociales, quienes exigieron justicia y condenaron el hecho como un acto de violencia racista y clasista.
Hasta el momento, no se ha informado sobre acciones legales contra los agresores. La comunidad de Pinamar permanece atenta a las investigaciones mientras la víctima se recupera de las heridas físicas y emocionales que le dejó el violento episodio.