Domingo, 23 octubre 2022
Dillon Wilford sufre el síndrome de dolor regional complejo. Como no tiene cura y los tratamientos paliativos no son eficaces, llora las 24 horas del día.
Un nene de 10 años padece una extraña enfermedad que le provoca un malestar crónico y le genera un dolor intenso en todas sus extremidades. Como no tiene cura y su sufrimiento es constante, le pidió a los médicos que lo maten para dejar de sufrir.
Dillon Wilford vive en la ciudad inglesa de Bolton con su mamá, Melanie, y su hermana, Maddison, de 24 años. Su papá murió cuando él era más chico. Hace un año padece el síndrome de dolor regional complejo (SDRC) y solo puede recibir algunos tratamientos paliativos, pero que no son eficaces.
Ante la desesperación, su madre pide ayuda para que su hijo deje de sufrir.
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El inicio de la enfermedad
En noviembre de 2021, Dillon se levantó de la cama para ir al colegio y sintió un profundo dolor en la pierna. A pesar de ello, logró soportarlo y siguió con su rutina. Sin embargo, al día siguiente el dolor se había intensificado y ya no podía moverse como lo hacía normalmente.
A partir de allí, el nene no consiguió moverse sin la ayuda de alguien más.
La familia consultó con distintos médicos y dieron con el diagnóstico, pero todo fue empeorando. Hoy su malestar va desde el tobillo hasta la parte inferior del muslo y cualquier contacto, incluso con su propia ropa, le produce un dolor tan insoportable que le ruega a su mamá para que le amputen la pierna.
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“Cae en una agonía insoportable cada vez que pone el pie en el suelo o si toca algo”, le contaron los especialistas que atienden al nene al medio británico The Mirror.
El doloroso pedido de Dillon
En diálogo condicho medio británico, la madre del pequeño contó que desde que contrajo este síndrome llamado “enfermedad suicida”, grita las 24 horas del día. Además, agregó que Dillon ya no puede soportar “el viento o la lluvia en su piel”.
“Cuando la gente escucha que grita, piensan que le duele mucho la pierna, pero es importante que sepan que esta enfermedad no solo duele, sino que es un dolor constante e insoportable todo el día”, explicó.
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En ese sentido, dio detalles de cómo es el día a día y su doloroso pedido: “Como familia estamos destrozados, Maddie y yo tenemos que escuchar a Dillon pedirnos que lo matemos. Imaginen lo que es escuchar a tu hijo de 10 años decir que quiere lastimarse para parar el dolor. Esto es absolutamente desgarrador para nosotros. No quiero perder a mi hijo”, sostuvo Melanie.
La madre de Dillon manifestó que está en contacto con muchos papás cuyos hijos que tienen esta misma enfermedad terminan autolesionándose: “En poco tiempo, cuando tenga 13 o 14 años, si no está mejor, ¿adónde lo llevará su depresión, dolor y ansiedad? Como mamá, este es un pensamiento horrible”, se lamentó.