Miercoles, 05 abril 2023
Una vez dada a conocer la noticia de que el lujanino competirá por la Gobernación de Mendoza por fuera del frente oficialista provincial, tanto desde en el larretismo como el bullrichismo decidieron resguardar la imagen del PRO y coincidieron en intervenir el partido.
El portazo que pegó Omar De Marchi dentro de las filas de Cambia Mendoza, la representación de Juntos por el Cambio en suelo mendocino, logró una tregua -temporal, por supuesto- entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich en lo que respecta a la feroz disputa por la Presidencia de la Nación.

Concretamente, ambas partes coincidieron en que, ante la salida de De Marchi, el PRO mendocino debe ser intervenido para que el exintendente de Luján de Cuyo pueda despegarse de la alianza que data de 2015. Dicho mecanismo avanzará este miércoles a las 11 de la mañana a través de una reunión por Zoom.
«Vamos a intervenirlo. Va a ser a través de Humberto Schiavioni. Hemos hecho un acuerdo con el larretismo. Era lo que le veníamos insistiendo a Horacio (Rodríguez Larreta): la necesidad imperante de que no se puede ir el PRO por fuera. Que De Marchi haga lo quiera, es su problema», indicaron desde el círculo interno de Bullrich.

«La presidenta del PRO garantiza la unidad de Juntos por el Cambio. Si De Marchi quiere ser candidato, que lo sea», agregaron. Por su parte,- y sobre este punto- desde el PRO de Mendoza sostienen que «no hay posibilidad de intervención y que » no hay ningún argumento legal en el cual se puedan sostener».
Otro aspecto en consideración es si De Marchi quedará relevado o no de su función como armador político de Larreta en el interior del país. Desde el larretismo comentaron que «Omar ya no estaba teniendo rol de armador nacional. Quizás en alguna provincia mantenía alguna gestión, pero estaba abocado a Mendoza. Y, después, dispararon: «Lo que no sabíamos es que el tipo iba a privilegiar su impronta personal frente a lo colectivo».
Otro indicio de falta de sintonía entre el mendocino y la estructura del jefe de Gobierno porteño es que, apenas se supo de su salida de Cambia Mendoza, fue el propio larretismo el que salió a la resguardar la imagen del PRO. «Ante la unilateral decisión de Omar De Marchi de romper Cambia Mendoza, el secretario General del PRO Nacional, Eduardo Macchiavelli, se comprometió a trabajar para garantizar la integración del PRO al frente provincial», dijeron en un escueto comunicado, anticipando así una postura frente al conflicto.
Incluso, Rodríguez Larreta brindó una entrevista televisiva a LN+, en la cual dijo que «promueve, defiende y trabaja por la unidad de Juntos por el Cambio. Sea en Mendoza o en la Capital» y que el hecho de que De Marchi vaya por fuera «es una decisión de él».
Aunque, posteriormente, completó: «Puedo tener alguna diferencia, pero a mí nunca me escucharon criticar a alguien de Juntos por el Cambio, alguna diferencia podemos tener y eso es válido».

En tanto, desde el bullrichismo también hicieron mención a lo ocurrido en otras provincias en donde JxC también tuvo problemas internos. «Queremos garantizar la institucionalidad de Cambia Mendoza y más habiendo un mecanismo como son las PASO. Garantizamos la unidad en Tucumán. En Córdoba Rodrigo de Loredo (de la UCR), con un gesto de grandeza, se bajó para que vaya Luis Juez (PRO) como candidato a gobernador», subrayaron.
No obstante, en Tierra del Fuego y Salta hubo inconvenientes. Por ejemplo, en la provincia norteña, la incorporación del Frente Plural -vinculado al gobernador peronista Gustavo Sáenz- a Juntos por el Cambio causó que el PRO larretista amenazara con romper con el radicalismo. Ante esto Bullrich cerró un acuerdo a la fuerza y el candidato a gobernador será unificado.
En Río Negro un sector de la UCR se fue de Juntos por el Cambio por diferencias con Aníbal Tortoriello, del PRO local. Mientras que en Neuquén el radicalismo se quedó con el sello de JxC y juega con el diputado Pablo Cervi, alineado con el creciente grupo interno Evolución que lideran Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti.