Viernes, 21 de marzo de 2025
El oficialismo buscará generar consenso con la oposición y pondrá sobre la mesa todos los cargos por cubrir en la Justicia que tienen relevancia política; el escenario, de todos modos, es muy adverso

Javier Milei saluda a Manuel García-Mansilla antes de dar su discurso ante la Asamblea Legislativa
Intentar hasta el final. Eso es lo que hará la Casa Rosada para tratar de salvar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema, que hoy están en condiciones de ser votados en el recinto del Senado con todos los pronósticos en contra.
La vicepresidenta Victoria Villarruel postergó hasta el 3 de abril la sesión para sellar la suerte de los candidatos, pese a que el kirchnerismo había pedido que el tratamiento fuera este jueves. Ahora que el Poder Ejecutivo ganó tiempo, los laderos judiciales de Javier Milei jugarán las últimas fichas: pondrán sobre la mesa “todo el paquete judicial” para intentar alcanzar un acuerdo político y evitar un conflicto institucional.
Con este panorama, según pudo reconstruir el periodista de distintas fuentes al tanto de las tratativas, la semana próxima se espera un nuevo fogonazo de negociaciones entre el Gobierno y la oposición, incluido el kirchnerismo. Igual que hubo el año pasado, sin que se llegara a buen puerto.
A diferencia del 2024, cuando el Gobierno tenía más margen para manejar los tiempos en el Senado, ahora el Poder Ejecutivo está entre la espada y la pared: los pliegos de Lijo y García-Mansilla se encuentran en condiciones de ser discutidos en el recinto porque obtuvieron dictamen favorable en la Comisión de Acuerdos y el oficialismo está lejos de conseguir una mayoría agravada. Sobre todo luego de que Milei nombró a sus candidatos por decreto y empeoró el clima en la Cámara alta. Además, García-Mansilla ya está sentado en el tribunal y Lijo no, lo que genera una tensión adicional para el Gobierno con un actor importante de Comodoro Py.
Así las cosas, en el oficialismo señalan que están dispuestos a poner sobre la mesa de negociación el “paquete judicial”, es decir, a negociar sobre otras vacantes que están pendientes. Allí entran los 140 pliegos de jueces federales, la Defensoría del Pueblo y el cargo de Procurador General de la Nación. Este último es extremadamente relevante; sobre todo si se tiene en cuenta que este año avanzará la implementación del nuevo Código Procesal Penal federal acusatorio en distritos clave, como los tribunales federales de Comodoro Py, que le quita el poder de llevar el día a día de la investigación a los jueces federales y lo deposita en manos de los fiscales.
“Obviamente, si piden que bajemos a García-Mansilla para que el peronismo elija a un candidato no lo vamos a hacer”, advierten en el Gobierno.
En las últimas horas, en la Casa Rosada seguían con atención el desprendimiento que tuvo uno de de las bancadas del interbloque de Unión por la Patria, por la conformación de un nuevo bloque integrado por senadores que responden a sus gobernadores: el puntano Fernando Salino, la jujeña Carolina Moisés, el catamarqueño Guillermo Andrada y el riojano Fernando Rejal. Un importante funcionario comentó ayer en la Casa Rosada: “Esperábamos que se dé esta ruptura en el bloque del peronismo, no nos sorprendió”.
Tal como informó el periodista, la noticia de la escisión se conoció unos minutos antes de que se iniciara una reunión de la bancada kirchnerista en la que se iba a discutir la estrategia a seguir con los pliegos de Lijo y García-Mansilla y cayó como una bomba entre los legisladores peronistas.
Situación límite

Este miércoles, Villarruel actuó en sintonía con las necesidades de la Casa Rosada y logró aplazar la sesión para el 3 de abril. La vice le dio aire al Gobierno luego de hablar con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su único puente con Balcarce 50 ya que el resto de los funcionarios insiste en ignorarla. Los bloques amigables aceptaron la postergación.
El pliego de Lijo está disponible para ser votado en el recinto desde mediados de febrero, cuando el Gobierno oficializó el dictamen de la comisión de Acuerdos e intentó que el tema fuera al recinto al filo del vencimiento de las sesiones extraordinarias. No lo logró porque, en medio de los intentos de la Cámara alta por investigar el caso $LIBRA, corría serios riesgos de enfrentar un fracaso.
García-Mansilla, por su parte, obtuvo dictamen de comisión la semana pasada en una jugada impulsada por el kirchnerismo y los senadores Martín Lousteau (UCR-Capital) y Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital) que lo hicieron para empujar el pliego del catedrático al recinto. La situación se precipitó porque el Poder Ejecutivo nombró a los dos jueces vía decreto “en comisión”, lo que generó que muchos senadores anunciaran que iban a rechazar los pliegos como un freno institucional al gobierno de Javier Milei.
Tras la designación por decreto, los otros tres miembros de la Corte (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti) le tomaron juramento a García-Mansilla. Pero le negaron a Lijo la licencia extraordinaria para que pudiera asumir en el máximo tribunal sin renunciar a su juzgado de primera instancia.
El Gobierno no está dispuesto a soltarle la mano a Lijo: el magistrado no solo es titular del juzgado federal N° 4 y subroga el N° 12 en Comodoro Py, sino que es el exponente de un sistema en los tribunales, con un padrino como Lorenzetti, y una madrina como María Servini, la titular del juzgado N° 1, que salió sorteada en el bolillero para tramitar la causa $LIBRA.