Sabado, 29 junio 2024
- En Berlín, los helvéticos se impusieron 2-0 por los goles de Remo Freuler y Vargas.
- Retegui entró en el segundo tiempo, pero no pudo cambiar la historia.
- En cuartos de final, los de Murat Yakin enfrentarán al ganador de Eslovaquia-Inglaterra.
Remo Freuler festeja su gol para el 1-0 de Suiza sobre Italia.
Desde hace una década, Suiza se acostumbró a codearse con los popes del fútbol mundial. Todavía no consiguió dar el gran salto, pero su Generación Dorada, esa que se niega a dar las hurras y abandonar el seleccionado, la lleva una y otra vez a instancias decisivas. Esta Eurocopa no es la excepción: los helvéticos derrotaron 2 a 0 a Italia, vigente campeona del certamen, este sábado en el Estadio Olímpico de Berlín y avanzaron a los cuartos de final del torneo que se está disputando en Alemania. Su próxima prueba será en una semana en Düsseldorf frente al vencedor del choque entre Inglaterra y Eslovaquia.
El acceso de Suiza al grupo de los ocho en esta cita continental puede resultar llamativo para algunos desatentos. Pero no lo es por lo que este conjunto había mostrado en la primera fase, en la que había superado invicto su zona, con una victoria frente a Hungría y empates contra Escocia y Alemania. Y tampoco sorprende por los antecedentes recientes: en los seis grandes torneos que disputó desde 2014 (tres Mundiales y tres Eurocopas), siempre accedió a las instancias de eliminación directa. El único seleccionado europeo que puede presumir de una racha mayor es Francia, que lo hizo en siete torneos consecutivos.
Este sábado, el conjunto dirigido por Murat Yakin no necesitó un actuación deslumbrante para dejar en la cuneta a la reconstruida Azzurra, a la que los seis cambios que dispuso Luciano Spalletti respecto a la formación que había usado ante Croacia no hicieron más que empeorarla. Con un libreto muy bien estudiado y mejor ejecutado, la Nati dejó en evidencia una versión paupérrima de Italia.
El prolijo toqueteo suizo, con el imperial Granit Xhaka como eje, neutralizó a su rival, que reunió una multitud en el medio (y así dejó aislado a Gianluca Scamacca en ataque), pero solo para ver cómo la pelota circulaba entre los pies de los jugadores de uniforme rojo.
Un bombazo a bocajarro de Remo Freuler, quien entró como Pedro por su casa al área aprovechando la pasividad de la defensa, dio ventaja a los helvéticos, que no cerraron el primer período con mayor luz porque Gianluigi Donnaruma se lució dos veces: primero en un cara a cara con Breel Embolo y luego ante un tiro libre de Fabian Rieder. Antes del descanso, los italianos solo vieron de cerca el rostro del arquero Yann Sommer durante el saludo protocolar previo al pitazo inicial del polaco Szymon Marciniak.
Y sobre llovido, mojado. Una horrible salida de Nicolò Fagioli en la reanudación permitió que Ruben Vargas (hijo de padre dominicano y madre suiza) clavara un derechazo quirúrgico en el ángulo izquierdo del arco del pobre Donnarumma. El balón traspasó la línea de meta cuando solo se habían jugado 27 segundos. El resto del encuentro fue una excursión al desierto para Italia, un equipo que fue una borroneada fotocopia de baja calidad del que se consagró en Wembley tres años atrás. Las modificaciones a las que echó mano Spalletti (entre ellas, el ingreso de Mateo Retegui por Nicolò Barella) fueron insuficientes para torcer un destino oscuro.
“El primer paso ya está dado. Espero que ahora todo el mundo respete un poco más a Suiza”, había pedido el capitán Xhaka el domingo pasado, tras el empate 1 a 1 con Alemania en Frankfurt que había asegurado a los suyos el boleto a los octavos de final. Los suizos dieron el segundo ante Italia y ello les permitió igualar su mejor actuación en una Eurocopa: también habían accedido a los cuartos en 2021 tras batir por penales a Francia, entonces vigente campeona mundial, con un conjunto que incluía a seis hombres que también fueron titulares este sábado. El tercer paso, el próximo sábado, puede ser historia pura pata esta Generación Dorada.
qa