Sabado, 31 agosto 2024
La expresidenta cargó contra quiénes se quieren acercar a Villarruel mientras en el peronismo los crujidos internos suenan cada vez más fuertes.
A tan sólo 300 metros del Senado de la Nación Cristina Fernández de Kirchner tiene sus oficinas en Instituto Patria. Desde allí se reúne con dirigentes, planifica sus mensajes en Twitter, monitoreo las redes sociales y sigue la agenda internacional. La expresidenta apuesta a la conducción de nuevos liderazgos en el peronismo, no termina de retirarse del todo de la centralidad política y deja sus mensajes, escuetos y contundentes.
Esta semana volvió con un tuit que fue un sacudón hacia adentro del justicialismo. «Pericia psiquiátrica le vamos a pedir a los que dicen que Villarruel es peronista», lanzó Cristina Fernández de Kirchner. Si hay que pensar un destinatario lineal, todos los caminos conducen a José Mayans, que en los días previos había dicho que la vicepresidenta está «más cerca de la mirada del peronismo» que de la mirada del presidente Milei y aclaró que esa cercanía se da «en la visión del mundo».
Una vez más, y casi como un deja vú, la palabra de quien fue dos veces presidenta de la Nación despertó una serie de lecturas de tramas y subtramas sobre qué estaba pasando dentro del peronismo. «Cristina está corrida, ya no manda las señales que mandaba antes ni da discursos que le marquen a la militancia por dónde debe ir», indicó un dirigente que dialoga seguido con ella. Sin embargo, aclara que «hay cosas que no puede dejar pasar».
El propio Mayans salió a contestar y dijo que «hay que hacerle una pericia psicológica a los que llevaron a Alberto Fernández a la presidencia del PJ«. Después el formoseño se esforzó en aclarar que ese mensaje no iba destinado a Cristina Kirchner, que ella no lo puso en ese lugar. Aunque sí reconoce, en modo de crítica, que el expresidente llegó a donde llegó por el dedo de Cristina Kirchner.
Fernández Sagasti fue una de la que intentó aclarar qué pasaba en el PJ.
Una de las que se le animó al micrófono fue la senadora por Mendoza Anabel Fernández Sagasti (Unión por la Patria), de las más cercanas a la expresidenta. «Cristina salió a separar la paja y el trigo», dijo en una entrevista radial en Futurock y remarcó que «Villarruel no tiene nada que ver con el peronismo». Además, por primera vez se animó a decir algo que muchos dirigentes de La Cámpora plantearon al día siguiente de la derrota de Sergio Massa en el balotaje: «Es tiempo de jugar con una figura propia, identificada con nuestro espacio».
Sergio Massa, una vez más en la mira del kirchnerismo
Lo que se vio en estos últimos días en el peronismo es la punta de un iceberg que se viene rompiendo cada vez más. Lo que comenzó como una estrategia se «bajo perfil» de Sergio Massa después de la derrota electoral, ya empieza a molestar a varios dirigentes justicialistas. El excandidato no tuvo una sola participación en público desde el llano y en el PJ perciben que «se están haciendo los boludos».
«Entiendo que pueda estar un tiempo afuera, guardado trabajando puertas adentro, pero ya van 9 meses de gobierno», renegó un diputado nacional en diálogo con periodista. Massa tenía previsto presentar un libro que ya está escrito pero todavía no ve la luz. Primero se dijo en mayo, luego julio y finalmente agosto. Por ahora no hay novedades de la presentación. Tenía todos listo para reaparecer en Sierra de la Ventana en un Congreso del Frente Renovador, en medio del escándalo que generó la denuncia contra Alberto Fernández se guardó y no reapareció.
El tigresne empezó a ser criticado.
El tigrense pasa sus días en su casa en el barrio privado de Rincón de Milberg, Tigre, y sus conocidas oficinas en la avenida Del Libertador. Desde allí recibe a dirigentes de los distintos partidos pero también trabaja para el extranjero como fondos comunes de inversión y gobierno de la región.
Uno de los que no aguantó ese desencanto fue el senador nacional Eduardo «Wado» De Pedro que desmintió un artículo periodístico y aprovechó a lanzar un dardo contra Sergio Massa. «Si alguno continúa en el cargo, tal vez deberían consultar al Frente Renovador», dijo el exministro de Alberto Fernández, en una crítica similar a la que lanzó Mauricio Macri. Cuando esto ocurrió la respuesta del Gobierno fue clara: «Si siguen es porque funcionan».
Muchos nombres pocos candidatos
En paralelo, sigue la danza de nombres para renovar las autoridades del PJ. El único que dijo formalmente que quiere ese cargo es Ricardo «El Gitano» Quintela, gobernador de La Rioja. Junto con Axel Kicillof, se perfila como el mandatario en la vereda opuesta a Javier Milei. El bonaerense, en tanto, insiste con buscar una lista de unidad que termine con las distintas divisiones. En esa tarea está la funcionaria de su gestión Cristina Álvarez Rodríguez.
Sergio Massa se desliga. Él dice que es Frente Renovador, y se muestra alejado de la disputa en la calle Matheu. Pero sabe que su espacio renueva una serie de bancas importantes en la Cámara de Diputados de la Nación y la provincia y que para no quedar desdibujado a va a necesitar una alianza que lo favorezca.
Wado De Pedro es un nombre que siempre aparece. En su entorno descartan que esté trabajando para llegar a la presidencia del partido. Sin embargo, hay dirigentes que empiezan a poner la lupa en él como «la renovación».