Lunes, 16 de diciembre de 2024
La denuncia por la desaparición de los chicos reveló una historia escalofriante que involucra creencias apocalípticas, una secta y múltiples homicidios.
La desaparición de dos hermanos de 7 y 16 años alertó a finales de 2019 a la comunidad de Idaho, en Estados Unidos. Eran JJ Vallow y Tylee Ryan, que eran buscados con desesperación por sus abuelos después de no tener noticias sobre ellos en varios meses.
La madre de los chicos, Lori Vallow, no le dijo a sus familiares y a las autoridades dónde estaban. Por ese motivo, se denunció la desaparición. La búsqueda se extendió por mucho tiempo hasta que encontraron los restos de los chicos en el patio de su casa durante un allanamiento en 2020.
Después de ese trágico final, los investigadores apuntaron todas sus sospechas sobre Lori y su marido de ese momento, Chad Daybell. Sin embargo, nadie creyó que el caso los llevaría a develar una historia atravesada por creencias apocalípticas, una secta y múltiples homicidios.
Lori Norene Cox nació el 26 de junio de 1973 en la ciudad de Loma Linda, en California, y creció en una familia mormona. A los 19 años, se casó con su novio de la secundaria, aunque no duró mucho y se divorció. Tres años más tarde, se comprometió de nuevo y tuvo a su primer hijo, Colby, pero ese matrimonio tampoco prosperó, y se separó en 1998.
Años más tarde, se casó con Charles Vallow, un hombre que parecía ser ideal para ella por la estabilidad que representaba para su vida en el aspecto económico y en lo emocional. Con él, empezó a criar a la hija que concibió en una relación anterior, Tylee, y adoptó a un tercer hijo, llamado Joshua “JJ”.
La vida que Lori llevaba junto a Charles parecía ser la que siempre había soñado, y escaló a un siguiente nivel cuando los cuatro se mudaron de Arizona a Hawái. Mientras tanto, el mayor Colby decidió quedarse para continuar sus estudios en la universidad.
Durante esos años, Lori se sumergió a fondo en la religión mormona y empezó a leer una serie de libros de Chad Daybell, un escritor de ficción apocalíptica que se basaba en creencias y enseñanzas religiosas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tal fue su obsesión con estas novelas que la mujer decidió involucrarse en la organización religiosa Preparing A People, que se dedica a dar conferencias para “preparar” a las personas para la segunda venida de Jesucristo.
En 2018, Lori empezó a asistir a estos encuentros con mayor frecuencia, lugar en donde llegó a conocer a Daybell y a iniciar una relación amorosa mientras ambos estaban casados con otras parejas. Con el correr del tiempo, empezaron a grabar juntos un podcast sobre enseñanzas del fin del mundo y el “día del juicio final”. Los dos sostenían que las personas podían ser calificadas en espíritus “claros” u “oscuros”, y llamaban “zombis” a aquellos que estaban “poseídos” por entidades malignas. El escritor también afirmaba que podía teletransportarse, ver el futuro y contactarse con personas muertas.
En enero de 2019, dos años después de que los Vallow se mudaran de nuevo a Arizona, Charles denunció que su esposa “se había vuelto loca”, ya que alegaba que era una “diosa” que se estaba preparando para el fin del mundo. El hombre le pidió el divorcio y en el mismo documento, dejó por escrito que temía por la seguridad de sus hijos.
Meses más tarde, Charles Vallow murió a causa de un disparo que le propició Alex Cox, hermano de Lori, quien dijo haber actuado en “defensa propia”. Sin embargo, el asesinato nunca fue investigado y no se presentaron cargos contra él.
A finales de ese mismo año, Lori se mudó con sus dos hijos más chicos a la localidad de Rexburg, en Idaho, cerca de donde vivía Daybell. Pero lo que más despertó sospechas fue que al mes siguiente, Tammy Daybell, la esposa de Chad, murió de manera repentina. El padre les informó a los hijos que había fallecido por causas naturales, pero eso no los convenció. La mayor sorpresa fue que, a dos semanas de la tragedia, Lori Vallow y Chad Daybell se casaron en Hawái.
A partir de esta serie de hechos, los abuelos de JJ y Tylee empezaron a preocuparse porque no los veían hace varias semanas. De esta manera, decidieron solicitar un control de bienestar a la policía de Rexburg, pero su madre se negó a indicar dónde estaban. “Están seguros y felices”, dijo la mujer durante meses, pero los familiares de los chicos ya sospechaban lo peor.
En diciembre de 2019, el cuerpo de Tammy Daybell fue exhumado y se le practicó una autopsia. El informe indicó que no había muerto por causas naturales, sino que había sido asfixiada. De inmediato, las autoridades detuvieron a Vallow y a Daybell, mientras continuaba la investigación para encontrar a los chicos desaparecidos, que en ese momento tenían 7 y 16 años.
La Policía se encontró con el peor escenario al realizar un intenso rastrillaje en la casa de la pareja detenida. En el patio trasero, los peritos hallaron los restos carbonizados de Tylee y JJ. Los investigadores estimaron que, de acuerdo a los datos de los celulares, los chicos habrían sido vistos con vida por última vez en septiembre de 2019.
El 31 de julio de 2023, Lori fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad a libertad condicional por haber asesinado a dos de sus hijos y por conspirar en el asesinato de la exesposa de su marido. Daybell fue sentenciado a pena de muerte por los mismos delitos.