La novedad de los controles tiene que ver con su metodología, ya que después de años los profesionales Salud Laboral fiscalizaron las licencias en los domicilios de los docentes. Además, desde febrero se realizaron unas 600 juntas médicas para analizar la situación de los docentes que tienen licencias prolongadas, para determinar si les corresponde acceder a tareas diferentes, sin estar frente a alumnos, o iniciar los trámites de jubilación.