• 19 de diciembre de 2024 03:28

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Salario mínimo: el peso del alquiler saltó del 46 % al 74 % entre 2019 y 2024

Dic 19, 2024

Jueves, 19 de diciembre 2024

Según las mediciones del Ceso, el costo de arrendar una vivienda demanda una proporción cada vez mayor del ingreso salarial.

El Centro de Estudios de Scalabrini Ortiz (Ceso) evaluó la relación entre alquiler y salario mínimo.

Mientras en 2019 alquilar un monoambiente en Rosario representaba un 46 % del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM), actualmente esa proporción asciende al 74 %. Asi lo indicó el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) durante un informe en el que resume los cinco años de medición del precio del arrendamiento que viene realizando la entidad.

El centro de estudios subrayó que el peso de los alquileres sobre el ingreso familiar sigue creciendo año tras año y atribuyó este fenómeno a una multicausalidad. “La pandemia, la inflación, la incertidumbre por el cambio de gobierno y la desregulación del mercado inmobiliario hicieron que los alquileres sean cada vez más inaccesibles para los trabajadores”, señaló.

El Ceso comenzó a relevar datos del mercado inmobiliario desde 2019. Durante ese año, el alquiler de un monoambiente en la ciudad de Rosario representaba en promedio un 46 % del salario mínimo. A partir de 2020, el panorama se transformó de manera abrupta con la irrupción de la pandemia de Covid-19 y el parate económico.

En respuesta a esa crisis, el gobierno nacional implementó medidas de emergencia como el congelamiento de alquileres y la prohibición de desalojos. En paralelo, en junio de ese año se sancionó la nueva ley de alquileres que, entre las disposiciones más relevantes, extendió la duración mínima de un contrato a tres años, limitó las actualizaciones a una por año y creó el Índice de Contratos de Locación (ICL). “Esta legislación generó una fuerte resistencia por parte del sector inmobiliario, quienes consideraban que las medidas limitaban la rentabilidad de las inversiones”, recordaron.

Esta insatisfacción de los locadores se reflejó “en una contracción de la oferta de alquileres en pesos y un incremento de las ofertas en dólares”. El fenómeno se agudizó en 2022, cuando el precio del alquiler de un monoambiente e pasó de representar en promedio un 51 % del SMVyM a significar un 53 %. Un año después el precio del alquiler saltó al 64 % de ese ingreso.

Con la llegada del nuevo gobierno en 2024, el panorama empezó a modificarse. El abrupto ajuste en el tipo de cambio oficial, la derogación de la ley de alquileres y la desaceleración de la inflación, impulsaron una recuperación de la oferta en el mercado inmobiliario. Pero, señalan desde el Ceso, “la caída del poder adquisitivo y la desregulación de los aumentos, impactaron negativamente en la demanda”. En el año, sobre todo en la segunda mitad, los alquileres aumentaron menos que el nivel general de precios. “Esto puede explicarse a partir de una multiplicidad de factores, como la caída de los ingresos reales, y la desregulación del mercado, que posibilitó que los contratos se puedan indexar bajo cualquier índice y periodicidad, con lo cual los propietarios ya no necesitaron cubrirse con altos precios iniciales, sino que se tendió a pactar actualizaciones cada 3 o 4 meses”.

Sin embargo, pese a la desregulación, la suba de la oferta y aumentos en los precios de oferta de los alquileres por debajo de la inflación, el peso de estos sobre el ingreso familiar siguió en aumento. En diciembre, el precio del alquiler de un monoambiente en Rosario representa un 74 % del SMVyM.

 

Por Fabian