Lunes, 09 enero 2023
La capital santafesina cerró el año con 66 crímenes, el número más bajo en dos décadas. En el departamento Rosario hubo 288 asesinatos, la cifra más alta de la historia
Rosario y Santa Fe, los conglomerados urbanos más importantes de la provincia, quedaron posicionados como el agua y el aceite en las estadísticas sobre homicidios de 2022 elaboradas por el Observatorio de Seguridad Pública (OSP), el organismo técnico encargado de producir información sobre violencias y otras problemáticas delictivas en territorio santafesino. De acuerdo con los números preliminares, el departamento Rosario cerró el 2022 con 288 asesinatos, la cifra más alta de la historia. Por su parte el departamento La Capital cerró con 66, “el número más bajo de los últimos 20 años”, según explicó Jorge Fernández, secretario de Política y Gestión de la Información de la provincia.
En todo el mapa provincial el total de asesinatos durante 2022 fue de 405, es decir 47 víctimas por sobre las 358 de 2021. Es el peor número en las estadísticas en la provincia desde 2015.
«La mayoría de los homicidios del departamento La Capital están relacionados a la resolución de conflictos interpersonales. Cosa que no se ve en Rosario, donde los homicidios se relacionan con la narcocriminalidad y el crimen organizado«, explicó Fernández.
Dos caras
El homicidio es un indicativo que siempre tiene un impacto público. Detrás de un asesinato en una fría estadística hay un universo familiar y afectivo que se desangra. Como dijo un familiar de una víctima de la violencia en Rosario: “La bala que mató no sólo lo hizo con nuestro familiar. Mató todo lo que había alrededor de esa víctima”.
Santa Fe capital tiene una población de 592.604 habitantes, según la proyección elaborada por el Indec, alrededor de un 45% de la población de Rosario. Los 66 homicidios registrados en 2022 son «el número más bajo de los últimos 20 años. Es una baja sustantiva si pensamos que en el 2014 hubo 155 homicidios en La Capital, en 2015 hubo 113 y en 2016 fueron 129. Esto había elevado sustancialmente la tasa de homicidios, haciendo que Santa Fe fuera la ciudad más violenta de la Argentina”, recordó Fernández sobre ese momento, cuando “la tasa estaba en 28 homicidios cada 100.000 habitantes. En 2021 se redujo a 13,61 y este año que pasó estuvo en alrededor de 10”, indicó.
La contracara de la capital provincial es el departamento Rosario con la cifra más alta de su historia. “La mayoría de los homicidios en Rosario, diría más del 70%, está vinculada a economía ilegales y organizaciones criminales, categoría que utilizamos para dar cuenta de la lucha por el territorio de organizaciones narcocriminales. Disputas por el territorio y por el negocio ilegal. En Santa Fe eso no se ve«, señaló el titular del OSP.
«En los últimos años —agregó Fernández— lo que se puede apreciar en Santa Fe es un alto porcentaje de homicidios en conflictos interpersonales. La resolución violenta de conflictos entre dos o más personas. Uno de los últimos homicidios se dio entre dos muchachos que eran amigos de toda la vida. Se desconocieron en medio de una discusión una noche y uno acuchilló al otro. Esa modalidad contrasta drásticamente con cómo ocurren los homicidios en Rosario”.
“Lo que prevalece entre las víctimas en Rosario es la franja etaria de 15 a 24 años y de 25 a 34 años. En ambas franjas el porcentaje de víctimas es de un 32%. Entre esos dos segmentos tenemos un 64% de las víctimas a los que hay que agregarle un 12% del segmento etario de 35 a 44 años. Ahí está la mayor parte de las víctimas de asesinatos en Rosario”, comentó Fernández.
“Históricamente el universo de víctimas de homicidios es esencialmente masculino. Pero hay una excepcionalidad que se da este año, donde hay un aumento en la cantidad de mujeres asesinadas en Rosario. Pero, y digo esto con mucha prudencia, habrá que esperar a ver cómo evolucionan las investigaciones judiciales de estos hechos. En principio no es alto el porcentaje de mujeres muertas en contexto de violencia de género. Pero para analizar esa situación en particular se requiere que evolucionen las investigaciones para definir, siempre esto que digo hay que tomarlo con mucha prudencia”, indicó el funcionario.
El problema rosarino
Un lugar común en la última década, en la que Rosario soportó dos trienios con más de 200 asesinatos anuales (2013 a 2015 y 2020 a 2022) es si el “modelo de violencia rosarino” se podría propagar en otros lugares de la provincia. “La preocupación de que pueda escalar a otros lugares de la provincia lo que sucede en Rosario es una hipótesis que siempre está presente. Pero no desde ahora, sino desde hace diez años esa hipótesis está entre las autoridades públicas, analistas y el público en general. Pero lo que nosotros vemos al analizar los números de las estadísticas que vamos relatando y tratando de interpretar es que ese fenómeno no ha ocurrido efectivamente ni está ocurriendo. No vemos en otros puntos de la provincia que se esté dando lo que ocurre en la ciudad de Rosario”, explicó el secretario de Política y Gestión de la Información de la provincia.
“De hecho los números de La Capital están a la baja. Y ahí lo que está en alza es el número de los homicidios con raíz de conflictos interpersonales. Tampoco eso marca que no haya en La Capital organizaciones criminales, pero algunas de las que existían han sido debilitadas por el accionar de la policía y el trabajo de las fiscalías. Yo diría que esa hipótesis que siempre sobrevuela no lo estamos viendo en los números”, contó Fernández.
El secretario de Política y Gestión de la Información también se concentró en otras variables que corren en paralelo a las estadísticas de violencias altamente lesivas. “El año 2022 cerró con un récord de allanamientos y con una buena cantidad de armas secuestradas. Y ahí hay un punto central. La mayoría de los homicidios se cometen con armas de fuego. La presencia de armas de fuego en Rosario ha disminuido sustancialmente en los últimos dos años. El 2022 cerró con el número más bajo de incidencias sobre presencia de armas de fuego. No refleja cuántas armas hay, pero nos permite inferir si hay más o menos armas de fuego en la calle. Si hay un impacto sobre la presencia de armas de fuego va impactar en la cantidad de homicidios y heridos”, analizó el funcionario.
Según se precisó desde el OSP durante 2022, las diversas direcciones generales y unidades regionales de la policía provincial detuvieron un total de 26.745 personas por diversos delitos, de las cuales 1.593 tenían pedidos de captura, y secuestraron un total de 2.409 armas en toda la provincia.
“El aumento en el número de armas secuestradas (un 30% más en relación al año 2021 en el segundo semestre) va a posibilitar ir bajando los niveles de violencia letal. De hecho, el indicador de presencia de armas de fuego muestra una tendencia a la baja de presencia de armas de fuego en la calle, tanto en Santa Fe como en Rosario”, describió Fernández.
Córdoba: otro planeta
Más allá de altas y bajas, al cotejar los números de la provincia y Rosario con los de Córdoba las diferencias son demoledoras. De acuerdo a la proyección elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la provincia de Córdoba tiene 3.798.261 habitantes y su capital 1.460.905. Siguiendo la misma proyección la provincia de Santa Fe tiene 3.563.390 habitantes y el departamento Rosario 1.297.681. En 2022 la provincia de Córdoba tuvo 96 asesinatos, nueve más que el año pasado, mientras que en la ciudad de Córdoba se registraron 51 asesinatos, la misma cantidad que el año pasado, 5.6 veces menos que en Rosario.
Pero hay una salvedad en esa estadística de asesinatos. En la misma se contienen a los cinco bebés muertos entre marzo y junio del año pasado en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba. Una causa que, hasta el momento, tiene cinco imputados.
Córdoba sigue transitando los números más bajos desde 2010. Según explican analistas de la vecina provincia, “a diferencia de Rosario, en Córdoba no se advierte aún una fuerte disputa territorial entre grandes bandas de narcos, aunque los ajustes de cuentas y las «mejicaneadas» (robo de armas o drogas al contrincante) continúan activas”.