Lunes, 05 junio 2023
De Pedro busca terminar con viejas formas del PJ y renovar el espacio validando identidad de las ciudades del interior. Los viejos caciques lo critican y ven una amenaza en el dirigente de La Cámpora, que tiene el visto bueno de Cristina Fernández de Kirchner para jugar las PASO contra Scioli.
Eduardo «Wado» de Pedro tiene un equipo trabajando para comunicar su campaña hace meses, cuando Cristina Fernández de Kirchner le dejó en claro que era de la partida de los que podían representar la marca del peronismo. Así, hace poco se le escuchó decir: «Un mes y mido, si las cosas crecen, sigo, sino me bajo». El eje de su campaña es el interior, pero más allá de lo discursivo, el ministro del Interior busca renovar el peronismo dejando atrás nombres y costumbres que están comprobados en el fracaso.
Tal es la intención de pacificar la interna y dar por terminada la grieta, que le dijo a MDZ que buscará que el país que viene sea alegre para todos, incluídos y sin rencor los hijos de coroneles y militares. La aclaración es válida por su tragedia personal, su madre Lucila Révora, fue asesinada en los setenta. Era psicoanalista de Montoneros, fue asesinada por el Batallón 601 de inteligencia. Busca entonces de Pedro dar por terminada la batalla ideológica que demonizó a los militares y guerrilleros durante la represión estatal.
El ministro sabe que hay formas, nombres y costumbres que no serán de la partida si pretenden meter al Frente de Todos en un balotaje, hoy un desafío. La democratización del peronismo, el fin del culto excesivo a la personalidad, la convocatoria real al sector privado para sacar al interior del país adelante con empleo genuino y la conciliación nacional, los ejes de Wado de Pedro a la hora de pensar la Argentina que viene en caso que le toque presidirla.
Así entonces, los nombres que empiezan a criticarlo y bajarle el precio son justamente quienes hacen o hicieron de esas prácticas, su vida política. Las dos cucardas más escuchadas fueron del chaqueño Jorge Capitanich y de Aníbal Fernández. Capitanich planteó que no puede ser candidato sin haber ganado elecciones. La Ciudad capital de la provincia de Capitanich tiene, tras casi cuarenta años de injerencia directa cuando asumió como secretario del Gobernador Danilo Baroni en 1987, un 54% de pobreza, un récord nacional.
Aníbal Fernández, que ostenta la cucarda de la peor elección del peronismo entre 1962 y 2015, dijo que Wado nunca había gobernado y que no estaba para el cargo. En los 40 años de trayectoria política, Aníbal Fernández gobernó menos de cuatro años el distrito de Quilmes, que hoy sigue recordando cuando se lo denunció por corrupción y se refugió en su quinta de Florencio Varela tras el pedido de detención por parte de un juez.
Wado le dijo a periodista la importancia que tiene en su cabeza impulsar las economías del interior y apuntalar las ciudades chicas y medianas, donde empieza la cadena de producción de valor de la economía. Por eso sigue siendo Mercedes su lugar donde vive y es tercera generación de la actividad agropecuaria.
Estará presente en el CCK junto al presidente Alberto Fernández, Sergio Massa recién llegado de China y Axel Kicillof, quien es también mencionado como posible candidato más allá de estar encaminado a buscar su reelección en la provincia de Buenos Aires. Será la excusa del seminario de Infraestructura Regional el que sirva para escuchar propuestas de la Argentina del futuro en boca de los principales referentes del oficialismo.