Viernes, 4 de Abril 2025
La fabricación de la clase Dreadnought, capaz de lanzar misiles balísticos, marca un hito clave para la defensa británica y europea, ya que serán el pilar de la disuasión nuclear británica, reforzando su papel en la OTAN y garantizando la seguridad de Europa.
En medio de la amenaza de Rusia ante una posible escalada del conflicto más allá de Ucrania, los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se encuentran en pleno rearme nuclear.
Uno de ellos es Reino Unido, que el pasado 20 de marzo llevó a cabo la ceremonia de la «puesta de la quilla» (acto que da inicio a la construcción de una nave) del primero de la clase Dreadnought de submarinos nucleares portadores de misiles balísticos.
La producción del nuevo vehículo de la Royal Navy es tal que el primer ministro británico, Keir Starmer, presidió el acto en los astilleros Barrow-in-Furness de la empresa BAE Systems Submarines, para presentar el primero de los cuatro submarinos nucleares lanzadores de misiles balísticos (SLBM) de esta clase, que sustituirá a la Vanguard.
Características de los nuevos submarinos nucleares británicos
Los submarinos clase Dreadnought serán los más grandes y avanzados en la historia de la Royal Navy y tendrán las siguientes especificaciones:
- Desplazamiento de 17.000 toneladas
- Eslora de 153,6 metros
- Manga de 12,8 metros
- Tripulación de más de 130 personas, incluyendo unidades de operaciones especiales y agentes secretos
- Vida útil estimada de más de 30 años
Además, la flota estará compuesta por cuatro unidades:
- HMS Dreadnought
- HMS Valiant
- HMS Warspite
- HMS King George VI
El primer ministro británico, Keir Starmer, en los astilleros Barrow-in-Furness. Foto: Reuters/Oli Scarff
Inversión nuclear
Para la construcción de los submarinos clase Dreadnought se destinaron más de 7.500 millones de libras cifra que se traduce en unos 8.908 millones de euros. Además, se invirtieron cerca de 1.000 millones de libras (1.188 millones de euros) en la adecuación de los astilleros de Barrow-in-Furness.
El inicio de la fabricación de estos navíos marca un hito clave para la defensa británica y europea, ya que serán el pilar de la disuasión nuclear del Reino Unido, reforzando su papel en la OTAN y garantizando la seguridad del continente.
Presentación del nuevo submarino nuclear británico Dreadnought. Foto: BAE Systems
En tanto, el respaldo político de Starmer al programa Dreadnought es una clara respuesta a la incertidumbre generada por el Gobierno de Donald Trump respecto al apoyo de Estados Unidos a sus aliados europeos en la Alianza Atlántica.
Es que en la actualidad, en Europa, solo el Reino Unido y Francia cuentan con una capacidad de respuesta nuclear propia, y ambos países están modernizando sus flotas para garantizar su eficacia en el futuro.