Donald Trump protagonizó un momento gracioso y muy comentado al ingresar a la sala principal del Capitolio para el acto de asunción presidencial en Estados Unidos. El magnate se acercó a su esposa Melania Trump y la saludó con un «no beso» delante de todos los presentes.

El republicano se encontró con su mujer e intentó darle un beso a Melania, pero ella llevaba un sombrero que dificultaba el gesto.