Miercoles, 24 julio 2024
Conocé la forma de llevar adelante un buen ciclo de lavado. La temperatura qué necesita cada tipo de prenda.
El lavarropas es uno de los electrodomésticos del hogar más útil y utilizados día a día. La mayoría cuenta con la opción de lavar las prendas con agua caliente, una función que ayuda a eliminar la suciedad más rápido.
Antes de comenzar con el ciclo de lavado, hay que verificar si el aparato cuenta con esa función. En el mercado existen dos tipos, los que calientan el agua por medio de vapor o gas y las que admiten la manguera de agua caliente directo desde la conexión.
Los lavarropas con la opción de lavado caliente, al contemplar una alta temperatura, ayuda a limpiar las prendas, quitar las manchas rápidamente y eliminar las bacterias que podrían tener. En cuanto a esto, muchos fabricantes aseguran que al utilizar esta opción, el electrodoméstico gastará menos energía.
Las altas temperaturas ayudan a eliminar las manchas más difíciles.
Si bien lo más recomendable es usar el agua caliente para el lavado, el agua fría no tendrá ningún efecto negativo aunque existe la posibilidad de que no brinde los mismos resultados. Sin embargo, es importante destacar que usar el agua caliente no es un método positivo en todos los tipos de telas.
Lo ideal es lavar sábanas, telas blancas y gruesas, prendas de algodón, jeans o cortinas de tela. Además, dependiendo cada tipo de ropa, existe una temperatura adecuada para el ciclo de lavado. Es decir, que el agua puede estar fría, tibia, caliente o muy caliente.
- Qué puedo lavar con agua fría: telas como seda, lana y prendas de color que se puedan desteñir. También se recomiendan aquellas que no tengan mucha suciedad.
- Qué puedo lavar con agua tibia: telas de algodón, poliéster y tejidos sintéticos. Este método ayuda a eliminar las manchas sin dañar los tejidos.
- Qué puedo lavar con agua caliente: toallas, sábanas y ropa de tela pesada. Se recomienda usar para manchas difíciles de sacar, excepto las de vino.
- Qué puedo lavar con agua muy caliente: Su uso debe ser exclusivo para la desinfección externa, así como la eliminación de ácaros. Es recomendable no abusar de esta opción ya que podría dañar las prendas.