Viernes, 29 de noviembre de 2024
El análisis de impacto de antenas es una las principales evidencias contra Héctor Romero quien, desde este miércoles, cumple prisión preventiva por el supuesto homicidio de la diseñadora
A lo largo de 13 años, la causa por la desaparición de María Cash tomó la Gruta de La Difunta Correa, en la Ruta Nacional 34, en el norte argentino, como el punto del mapa en el que se le perdió el rastro a la diseñadora. Ese punto había sido marcado por Héctor Romero, el camionero hoy acusado por el homicidio calificado con alevosía de la joven de por entonces 29 años.
Sin embargo, el meticuloso trabajo del Cuerpo de Investigaciones Fiscal dedicado al estudio de la causa y liderado por Eduardo Villalba, encontró incongruencias en los sucesivos testimonios de Romero quien, hasta este martes, cuando fue detenido, era el testigo principal del caso, debido a que fue la última persona que tuvo contacto con María.
Entre las evidencias presentadas a Mariela Giménez, titular del Juzgado Federal de Garantías N°2 de Salta, los investigadores incluyeron el análisis de impacto de antenas que mostraron una ruptura del patrón de comportamiento del camionero ese viernes 8 de julio de 2011, cuando se tuvo el último registro con vida de la víctima.
De acuerdo a sus declaraciones, Romero -transportista de un supermercado- partió cerca de las 16 de General Güemes, ese día, y llegó con la mercadería a Joaquín V. González, a las 18.42. Es decir, un tiempo de 2 horas y 47 minutos entre los dos puntos.
Según la planilla del comercio, llegó al supermercado a las 19.15. Un tramo en el que no se demora más de cinco minutos, debido a que son 1.5 km desde la entrada a la ciudad y el comercio. Se desconoce que hizo esos 33 minutos.
Luego, detalló que salió de Joaquín V González, luego de descargar, a las 22 y dejó el camión a las 0.30 en Güemes. Sin embargo, su línea impactó en una antena saliendo a las 21.07 de Joaquín V. González por lo que tardó más tiempo en regresar (3 horas 23 minutos): abriendo una segunda ventana temporal sin explicación de casi una hora.
Ahora bien, el encargado del supermercado declaró que la demora de Romero se debió a que el camionero se quedó cenando, pero para los investigadores esa demora se justificaría en el trayecto de la ruta 16 hacia la 34, pero no en Joaquín V. González, debido a que su teléfono ya no estaba en ese lugar.
Ahora bien, estas circunstancias abrieron dos principales interrogantes para los investigadores:
1. ¿Qué hizo Romero de las 18 42 (ingreso a JVG) y las 19:15 (hora de planilla del supermercado)?
2. ¿Qué hizo desde las 21 07 (impacto de antena) y las 22 (hora que él declara salió de JVG)?
Pero hay más. Los detectives pusieron de relieve un impacto de antena del día martes 9 de agosto de 2011, que demostró que se detuvo durante aproximadamente 1 hora y 20 minutos (desde las 1714) en la ruta 16 en la zona de El Tunal. Su línea impactó en JVG recién a las 19.10.
Es decir, que para recorrer una distancia de unos 35 kilómetros que separan al Tunal de JVG tardó casi dos horas (desde 17.14 a las 19.10) cuando el tiempo que demora cargado demoraría entre 30 y 40 minutos. Esto abre una tercera ventana temporal exactamente un mes después de la desaparición de María.
A la luz de los resultados, el fiscal adelantó a la prensa que se harían nuevos rastrillajes en busca del cuerpo de María Cash.
Durante su indagatoria de este miércoles, frente al fiscal y la jueza, el imputado intentó justificar esas demoras por desperfectos mecánicos, a los que nunca había hecho referencia ni en la causa ni a ningún allegado.
La detención de Romero se ordenó tras nuevas testimoniales del abogado Carlos Cuellar (imputado por falso testimonio) y a su hijo Enzo; a Ramón Crespín (dueño de la gomería en la Gruta de la Santa Correa) y a su hijo también de nombre Ramón; a Jesús Antonio Brito y Federico Reyes Castro, empleados de la estación de servicio cercana a la rotonda de Torzalito, donde Romero levantó a la diseñadora.
Además, le tomaron declaración a Miguel Segura, dueño de “Miguelito” y quien, se cree, podría haber incurrido en falso testimonio para beneficiar a Romero. En la misma situación, estaría el encargado del supermercado, G.L.
Las 7 pruebas contra el camionero en el expediente
- Falta de colaboración. El 14 de julio un testigo dijo que vio a María haciendo dedo en la rotonda de Torzalito y que subió a un camión Mercedes Benz con la leyenda Catita. Así se lo ubicó a Romero, quien no se presentó en el expediente de forma voluntaria, pese a haber sido la última persona que vio con vida a María.
- Declaraciones contradictorias. Romero tuvo una primera entrevista con la Policía el 14 de julio. Luego, declaró tres veces como testigo: el 15 y el 28 de julio de 2011 y el 29 de julio de 2019. Además, el 29 de julio de 2011 habló en una entrevista para La Nación.
- Imposibilidad de realizar la maniobra descrita por Romero en la Difunta Correa, para dejar a María. Los peritajes mostraron que no pudo frenar de repente, tal como declaró.
- Impacto de antenas que mostraron una ruptura del patrón de comportamiento ese viernes 8 de julio de 2011
- Descripción de María Cash y nuevas contradicciones. La describió de arriba hacia abajo, cuando lo normal habría sido hacerlo de abajo hacia arriba. No recuerda cómo estaba vestida en la parte superior. Es raro porque si ella estaba en la banquina y él arriba del camión, lo primero que debería verla es la parte superior. Hizo hincapié en sus botas y en su pantalón. Negó haberle visto la cara porque estaba despeinada y con el pelo suelto, cuando otros testimonios dicen que estaba con el pelo recogido.
- Líneas telefónicas. Declaró emplear una sola, laboral, cuando la investigación demostró que tenía una segunda, particular
- Intervenciones telefónicas. Dijo que nunca habló con su familia del caso. Lo contradice una conversación registrada el último 8 de julio con su hermano David, revelada por Infobae. Otra conversación, en la que le pide a una persona que declare a su favor, también lo complicó.