Miercoles, 12 octubre 2022
Lo hicieron en el marco de una movilización realizada esta tarde. “La defensa del territorio no es un delito”, fue el slogan convocante
Organizaciones sociales y referentes de comunidades mapuches vandalizaron edificios públicos ubicados en pleno centro de Bariloche, en el marco de una movilización que realizaron para repudiar el desalojo que ordenó la Justicia Federal de Bariloche en Villa Mascardi a principios de mes.
“La defensa del territorio no es un delito”, fue el slogan convocante de las agrupaciones que a su paso provocaron daños en edificios públicos y espacios turísticos de la localidad rionegrina.
Con aerosoles, los manifestantes realizaron inscripciones en las paredes del Centro Cívico y en las instalaciones del histórico edificio del Banco Nación, que este 12 de octubre conmemoró su centésimo aniversario.
Los representantes de los Pueblos Originarios estuvieron acompañados por organizaciones sociales, como el Partido Obrero y la filial rionegrina de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), entre otras.
“Nunca más balas, nunca más cárcel para defender el territorio”, se leyó en una de las banderas que exhibieron los asistentes. En el lugar también reclamaron por la liberación de las mujeres mapuches que fueron detenidas durante la diligencia de desalojo que ordenó la jueza federal subrogante Silvina Domínguez y que se ejecutó el martes de la semana pasada en Villa Mascardi. Una de ellas, Andrea Despo, fue sobreseída de los cargos, quedó en libertad y este miércoles participó de la movilización.
Las pintadas generaron indignación en comerciantes y vecinos locales, quienes repudiaron los daños que los manifestantes causaron en los edificios del Centro Cívico, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad turística.
Con banderas mapuches, además, taparon la estatua del General Roca que está ubicada en la plaza central de la localidad y también realizaron inscripciones con aerosol.
“Milicos asesinos” y “Fuera Winka”, fueron algunas de las inscripciones que aparecieron luego del paso de la columna de manifestantes, además de la simbología de los Pueblos Originarios.
“No estamos en desacuerdo con la manifestación, más allá del motivo de la convocatoria. Pero no podemos avalar, bajo ningún punto, que vandalicen los edificios públicos”, señaló un comerciante que opera un negocio de venta de artículos regionales.
Mientras tanto la investigación por el “Caso Mascardi” sigue su curso y durante la mañana las autoridades judiciales ordenaron la restitución de uno de los lotes usurpados por la agrupación Lafken Winkul Mapu a su propietario.
Diego Frutos, presidente de la Junta Vecinal de Villa Mascardi, retomó el control de “La Cristalina” y anunció que iniciaría un arduo trabajo para liberar el acceso, que había sido obstaculizado durante la reciente ocupación.
Otro de los damnificados, Luis Dates, dijo a Infobae que “espera novedades en las próximas horas” para la restitución de Los Radales, la cabaña en la que planificaba disfrutar de su jubilación y que fue vandalizada y usurpada por el mismo grupo de encapuchados.
La lof Lafken Winkul Mapu, de la que forman parte las seis mujeres que permanecen detenidas en el marco de una causa por el atentado ocurrido el 25 de septiembre pasado –cuando balearon e incendiaron una casilla de Gendarmería Nacional– cuenta, únicamente, con el acompañamiento de un puñado de organizaciones sociales que respaldan el avance sobre tierras públicas y privadas.
Incluso una comunidad mapuche –que está registrada ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y que cuenta con el reconocimiento de la sociedad barilochense– denunció a los integrantes del otro grupo por “el atropello del que constantemente son víctimas silenciadas tanto por parte de la delincuencia organizada que arribó a nuestro territorio en 2017 como de las autoridades del Codeci (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas), la Coordinadora del Parlamento Mapuche, el INAI, y otros estamentos estatales que amparan, asisten y financian a los primeros”.
En un comunicado resaltaron su constante “lucha pacífica por el reconocimiento de sus derechos como pueblo originario, por la integración intercultural y por el derecho a coexistir en la diversidad de pensamientos, procesos de la que nuestra Werken Clarisa Montenegro fue un pilar y un ejemplo”. Pero advirtieron que todo esto “hoy se ve enchastrado y tergiversado por estos nefastos personajes que, en su ceguera ideológica, no logran ver que a quienes más perjudican es a nuestros hermanos, muchos de los cuales aún luchan por ejercer sus derechos soberanos en sus históricos territorios”.
La comunidad Wiritray, a su vez, repudió “cualquier tipo de conductas y apelación a la violencia irracional, al fuego, a las balas, vengan del lado que vengan. Nuestro pueblo mapuche, históricamente fue un pueblo que cultivó el diálogo y el respeto cómo filosofía de vida, eso es lo que nuestros mayores nos legaron, y eso nunca debe olvidarse”.