Miercoles, 29 noviembre 2023
- Confirmado por Milei, el futuro ministro de Economía se llevó el apoyo del Fondo y de los organismos multilaterales de crédito.
- Expuso los planes para llegar lo antes posible al equilibrio fiscal.
La confirmación oficial de que Luis Caputo será el ministro de Economía de Javier Milei, encontró al futuro jefe de Hacienda este miércoles aún en Washington, porque se quedó un día más que el presidente electo para seguir cara a cara las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y reunirse con representantes de organismos de desarrollo como el BID y el Banco Mundial.
Caputo arrancó su día temprano junto con el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y se llevaron directamente sus valijas del hotel Hay-Adams, donde se alojó la comitiva que trajo el presidente electo, porque ya no iban a volver. Tenían pensado regresar a la Argentina el jueves, pero adelantaron el viaje para este miércoles.
Los futuros funcionarios arrancaron por la mañana en el edificio del Fondo, según confirmó una fuente del organismo a Clarín, y cerca del mediodía se trasladaron al Banco Interamericano de Desarrollo.
Es el segundo día de reuniones de los argentinos con el FMI. El martes hubo un encuentro más protocolar de Caputo y Posse con Gita Gopinath, la número dos de Kristalina Georgieva, más el director del Hemisferio Occidental Rodrigo Valdés y Luis Cubeddu, un afilado experto en el programa con nuestro país.
Gopinath, que se fue anoche mismo a Berlín, tuitéo esta mañana que habían tenido una reunión “positiva” con los argentinos y que habían discutido sobre “los complejos desafíos que enfrenta Argentina y los planes para fortalecer urgentemente la estabilidad”. Y agregó que los equipos “permanecerán en estrecho contacto en el período que viene”.
Al mediodía Caputo y Posse se fueron para el BID, señalaron fuentes del organismo, pero no pudieron ver al presidente Ilan Goldfajn que estaba de viaje. Seguramente visitaron la representación argentina, hoy a cargo de Marcelo Barg desde que Guillermo Francos dejó su puesto para irse a la campaña de Milei. Para nuestro país, ávido de dinero, es vital hacer un repaso de la cartera de préstamos que está en marcha, pero también la posibilidad de buscar fondos frescos de libre disponibilidad, como los que se le otorgaron a Sergio Massa durante la gestión de Mauricio Claver Carone.
Desde allí se marcharon rápidamente al aeropuerto, donde armaron una reunión con Carlos Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial, y Alfonso García Mora, vicepresidente para la región de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial. Con ellos hablaron también de las posibilidades de más préstamos.
Como ministro de Economía, Caputo tendrá influencia directa en la relación con los organismos de desarrollo y además debería elegir a los nuevos funcionarios que ocupen los cargos argentinos en esas entidades.
Pero no hay dudas que las negociaciones más delicadas son las que mantiene con el Fondo. El programa con la Argentina está caído por incumplimiento de todas las metas, la revisión de noviembre está en un limbo y hay vencimientos inminentes que no se pueden pagar porque las reservas están en rojo y los futuros funcionarios aún no tienen dimensión de cuánto es en realidad ese vacío. Caputo presentó el plan de ajuste de Milei, que ya el propio líder libertario dijo que implica bajar el déficit mucho más de lo que exige el Fondo.
El futuro ministro de Economía está contento por las reuniones que mantuvo en el Tesoro y también en la Casa Blanca. El asesor de Seguridad Nacional le habría manifestado que seguirán apoyando a la Argentina ante el FMI, un aval vital ante cualquier negociación dado que EE.UU. tiene el voto mayoritario en el directorio del organismo.
Consultado sobre si es posible un apoyo del gobierno de Joe Biden al nuevo gobierno dado el historial de incumplimiento argentino, el ex representante de Estados Unidos ante el Fondo, Mark Sobel, dijo a Clarín que “si Argentina se une y el gobierno está realmente implementando y cumpliendo un programa nacional muy fuerte que logre la estabilización, sí”.
El experto, hoy director del think tank financiero OMFIF, agregó que “el Fondo y Argentina deberían abandonar el programa existente”. Agregó que “el Fondo debería escuchar a Caputo, él debe exponer los objetivos de Argentina y cómo el país pretende alcanzarlos y el nuevo gobierno debería asumir la responsabilidad de cualquier nuevo programa con el FMI y apropiarse del mismo. Estos objetivos deberían incluir el diseño de una trayectoria de política fiscal y monetaria que reduzca drásticamente la inflación y logre un realismo mucho mayor sobre el régimen externo, incluido el valor del peso”.
Añadió que, “sobre la base de esas conversaciones, el FMI deberá determinar que los objetivos y planes concretos de Argentina merecen el apoyo del Fondo y desarrollar un conjunto de criterios de desempeño y reformas estructurales para un desembolso”.