Viernes, 15 septiembre 2023
Tras la Revolución Mexicana, la capital del país se volvió el centro de la celebración nacional
Los presidentes de México que no han realizado el Grito de Independencia en Palacio Nacional
Cada 15 y 16 de septiembre, México conmemora un aniversario más del inicio de su independencia de la monarquía española. Como parte de las celebraciones, el Ejecutivo Federal replica el famoso grito del cura Miguel Hidalgo, padre de la patria, que habría iniciado la revuelta social en 1810.
La noche de grito se ha vuelto relevante para la ciudadanía mexicana, ya que a nivel federal el Presidente de la República sale al balcón de Palacio Nacional y toca la campana de Dolores, además lanza algunas arengas a favor de la independencia y la autonomía del país.
Mientras que a nivel local, tanto los gobernadores como los presidentes municipales replican las acciones; no obstante, sus arengas tienen que ver no sólo con los héroes nacionales, sino con todos los personajes que formaron o forman parte de la historia estatal.
Es el grito federal el que toma relevancia, debido a que es transmitido por cadena nacional y conlleva algunos símbolos patrios como la entrega de la bandera por parte de las Fuerzas Armadas, la presencia de integrantes del gabinete o de los otros dos Poderes de la Unión, la respuesta de la ciudadanía en las arengas, la entonación del himno nacional, sólo por mencionar algunos.
Los presidentes que han realizado el Grito de Independencia fuera de la CDMX
El Grito de Independencia se lleva a cabo en la Ciudad de México regularmente (MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM)
Como se mencionó, el evento regularmente se realiza en Palacio Nacional, lugar hasta donde se trasladó la campana de Dolores en 1986. Actualmente no existe un protocolo específico para el evento; no obstante, desde 1857 se eliminaron los tintes religiosos y se instauró que los presidentes debían dar un mensaje laico a la población.
Conviene destacar que, pese a la tradición capitalina, algunos presidentes no han realizado el acto en la Ciudad de México, por lo que han acudido a algunos otros puntos de la República Mexicana para realizar el evento protocolario.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la primera conmemoración del Grito de Dolores fue realizada el 16 septiembre de 1812, aun en la guerra de Independencia y fue encabezada por Ignacio López Rayón y Andrés Quintana Roo en Chapital, actualmente el estado de Hidalgo.
El Grito de Miguel Hidalgo se inmortalizó en las celebraciones de la independencia del país (Facebook/Universidad Latina)
La segunda ocasión que se realizó fuera de la Ciudad de México fue en 1864, durante la segunda intervención francesa en el país, cuando Maximiliano de Habsburgo oficializó la celebración en Dolores, Guanajuato, y se habría realizado desde la ventana de la casa de Hidalgo.
En ese mismo periodo, el presidente Benito Juárez realizó el grito en la Hacienda de San Juan de la Noria Pedriceña, en el actual estado de Durango.
Tras la Revolución Mexicana, ya con la instauración de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) —incluyendo aquellos que fueron abanderados por el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM)—, se tenía la tradición de que en el quinto año los presidentes daban el Grito de Dolores en Guanajuato.
La tradición se rompió en los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari (1988 a 1994) y Vicente Fox Quesada (2000-2006), quienes visitaron la entidad del bajío hasta su sexto año de administración; no obstante, fueron Ernesto Zedillo (1994 a 2000) y Enrique Peña Nieto (2012 a 2018) los dos mandatarios que encabezaron sus respectivos gritos en Palacio Nacional.
Felipe Calderón Hinojosa (2006 a 2012) ha sido el único presidente que ha dado el grito dos veces en un mismo año. Esto ocurrió en el 2010, en el bicentenario del inicio de la lucha independista, cuando a las 23:00 horas (tiempo del centro de México) del 15 de septiembre realizó el grito en la capital del país y, a las 06:00 horas del 16, se trasladó a Dolores para replicar su acción.