Miercoles, 03 enero 2024
Los trabajos en las cascadas del Saladillo y el Acueducto Gran Rosario llevaban $4 mil millones invertidos y sufrieron el freno de Milei. Advierten sobre el peligro de no continuarlas
La segunda etapa de las obras en las Cascadas del Saladillo estaba confirmada y tenía como objetivo evitar que se siga corriendo la caída. Si llega al puente, la estructura no aguantará
Tras la asunción de Javier Milei como presidente y la decisión de suspender la obra pública en todo el país, desde el Concejo rosarino advirtieron que la ciudad corre serio riesgo de no finalizar algunas de las obras de mayor envergadura que se venían realizando en los últimos tiempos. Se trata de las obras de estabilización de las cascadas del Saladillo y el Acueducto Gran Rosario. Entre las dos se llevan más de 4.000 millones de pesos invertidos. A esto lo aseguró el concejal Lisandro Cavatorta, quien las recorrió y denunció el freno total que sufrieron ambas.
“La suspensión de estas obras nos afecta a los rosarinos directamente. Son trabajos que gestionamos desde el Concejo junto con el gobierno provincial anterior. Se pudo avanzar con las primeras etapas del fortalecimiento del Puente Molino Blanco, que une a dos de las ciudades más importantes de la provincia, como son Rosario y Villa Gobernador Gálvez. También se avanzó con el acueducto Gran Rosario, que llevaría agua a más de 500 mil personas de todo el sur provincial. Es inadmisible que se paren ahora” reclamó el presidente del bloque Justicialista.
Las declaraciones públicas del actual presidente de la Nación anticiparon la suspensión de todas las obras de infraestructura que demanden fondos nacionales. En efecto, Milei solicitó a los funcionarios de las provincias y municipios que busquen otras alternativas para financiar la obra pública que no sea el Estado nacional, como por ejemplo su entrega a empresas privadas para que las terminen.
Respecto a esta situación, Cavatorta resaltó que “son obras de gran magnitud, que tienen que ver con el rol de un Estado que resuelve las necesidades concretas de la gente. Son obras vitales, pero que no se traducen en un negocio o lucro para nadie. ¿A qué empresa le va a interesar hacer una obra para detener la erosión y corrimiento de las cascadas? A no ser que pongan un peaje arriba del puente y nos cobren a los vecinos de Rosario y Villa Gobernador Gálvez”, ironizó.
Según manifestó el edil que conduce el justicialismo en el Concejo Municipal de Rosario, resulta más que importante continuar con las obras en las cascadas del Saladillo porque sin la segunda etapa, la primera carecería de sentido. Ese paso inicial, ya culminado, en el Parque Regional Sur Dr. Sylvestre Begnis, se invirtieron casi 1.500 millones de pesos. La inversión fue del gobierno nacional y la ejecución del gobierno provincial. La misma tenía que ver con el fortalecimiento de los pilotes que sostienen el puente Molino Blanco.
La segunda etapa, por su parte, se proyectaba sobre la cascada, a partir de la construcción del hormigón armado por 2.700 millones. Estas obras comenzaron a mitad de este año con el fin de evitar que el retroceso de las mismas, tras las intensas lluvias registradas, terminasen derribando el puente. Según meteorólogos consultados, la actual temporada de lluvias y tormentas, con crecidas en el arroyo, pondría en jaque la obra ya realizada.
“Esta semana estuvimos en las cascadas y pudimos comprobar con mucho pesar la paralización total de los trabajos que se venían haciendo. Está finalizada la primera etapa del fortalecimiento del puente, con todos los pilotes reforzados y menos vibraciones, pero quedó pendiente continuarla con la ejecución de una pantalla de hormigón armado. La segunda etapa de la obra estaba confirmada y tenía como objetivo evitar que se siga corriendo la cascada, porque si llega al puente no hay estructura que aguante. Esto nos preocupa mucho, como a las miles de personas que atraviesan a diario el Puente Molino Blanco”, afirmó Cavatorta.
Agua potable
Otra de las obras cuya culminación está en riesgo es el Acueducto Gran Rosario. El proyecto tenía previsto una inversión total de más de 5.000 millones de pesos para mejorar y ampliar la provisión de agua potable de más de 500 mil vecinos y vecinas del Gran Rosario. La etapa de ampliación de la Planta Potabilizadora en Granadero Baigorria, por 2.800 millones de pesos, estaba casi terminada.
«Ahora venía la parte de enterrar los caños para trasladar el agua hacia los hogares de los santafesinos. Esta etapa es silenciosa, porque nadie la ve y no da votos, pero le cambia la vida a un montón de gente. Es una obra que va a garantizar el acceso a un bien común universal y a un derecho humano fundamental como es el agua. Nos preocupa ver a un gobierno que vive en un Excel, que deja a las personas afuera y reduce todo a un gran mercado, que no entiende la importancia de la obra pública para el desarrollo integral del país”, expresó el edil.
Por último, el presidente del bloque justicialista dijo que «contar con acueductos, plantas potabilizadoras, rutas, con obras que tienen que ver con la conectividad entre ciudades, resulta clave tanto para la radicación de inversiones, industrias y empresas como para la creación de empleo genuino. Es por eso que vamos a seguir reclamando ante el actual gobierno nacional, provincial y municipal para que nos acompañen y continúen estas gestiones. Tenemos que lograr juntos el financiamiento que se requiere para poder finalizar las obras”, concluyó.