Viernes, 25 octubre 2024
La inteligencia artificial alerta sobre el riesgo de desaparición de ciertos empleos en el futuro. Profesiones que hasta hace poco eran garantía de estabilidad ahora se ven amenazadas por la automatización y el avance de nuevas tecnologías
El impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral sigue generando un debate crucial en cuanto a la elección de una carrera universitaria. La automatización y los avances en tecnologías digitales han comenzado a modificar el panorama profesional de forma acelerada, y algunas disciplinas tradicionales enfrentan riesgos que hasta hace poco parecían lejanos. En este contexto, varias herramientas de IA, entre ellas ChatGPT y Gemini de Google, ofrecen un análisis sobre qué carreras podrían volverse obsoletas en un futuro cercano. El objetivo es señalar cuáles de estos campos de estudio universitario podrían perder relevancia en términos de demanda laboral, mientras que al mismo tiempo surgen alternativas con mejores perspectivas de desarrollo.
Contabilidad aparece como una de las profesiones más afectadas por el progreso tecnológico, según Gemini de Google. La carrera, que históricamente ha ofrecido oportunidades laborales estables en el ámbito privado y público, se enfrenta a una transformación drástica. Los desarrollos en software de contabilidad y herramientas de IA permiten la automatización de numerosas tareas que antes realizaban los contadores. Estas aplicaciones son capaces de procesar grandes volúmenes de información con precisión y rapidez, logrando la generación automática de balances, cálculos de impuestos y gestión presupuestaria, entre otras funciones.
Las empresas encuentran en estos sistemas una solución que reduce costos y tiempo. Así, muchas organizaciones optan por implementar programas contables avanzados en lugar de contratar personal contable de menor rango. Los contadores aún pueden tener un papel relevante en la planificación financiera de compañías grandes o en la supervisión de auditorías complejas, pero las tareas rutinarias tienden a ser reemplazadas por algoritmos. Además, los contadores ahora deben adaptar sus habilidades hacia especialidades que no puedan ser fácilmente automatizadas, como el asesoramiento financiero o el cumplimiento regulatorio en sectores con marcos normativos exigentes. La IA sugiere que en este proceso, la contabilidad tradicional como carrera enfrentará un declive en su demanda laboral en los próximos años.
Contabilidad, derecho y administración son algunas de las carreras que podrían enfrentar un cambio radical
El campo del derecho también enfrenta desafíos similares. Aunque la profesión legal cuenta con un reconocimiento histórico y ofrece múltiples opciones de especialización, la digitalización y el avance de plataformas legales automatizadas han generado un entorno en el que ciertas tareas ya no requieren intervención humana. En la actualidad, la IA puede llevar a cabo funciones que antes realizaban los abogados de forma manual, como la redacción de documentos, la búsqueda de precedentes y la revisión de contratos. Además, algunos sistemas permiten a los usuarios realizar consultas legales y resolver problemas sencillos sin necesidad de un abogado, utilizando interfaces intuitivas y a costos menores que los tradicionales honorarios legales.
Sin embargo, la situación varía en función de la especialidad. En áreas del derecho que exigen un análisis profundo de cada caso, como el derecho penal o los casos de alto nivel corporativo, se espera que los abogados mantengan su relevancia. Los sistemas de IA aún no pueden sustituir el razonamiento crítico ni la interpretación jurídica compleja, especialmente en casos con circunstancias excepcionales. Por lo tanto, la transformación digital impacta en mayor medida a las tareas legales más rutinarias y en la demanda de abogados júnior, mientras que aquellos con especialidades complejas y habilidades de asesoramiento sofisticadas tienen mejores perspectivas. Aun así, la IA de Gemini sugiere que el campo del derecho, en general, deberá evolucionar hacia una formación más tecnológica si desea adaptarse al nuevo entorno laboral y reducir los riesgos de desplazamiento.
La administración de empresas es otra disciplina que, según la IA, podría tener dificultades en el futuro. Este campo, enfocado en la gestión de recursos y estrategias empresariales, enfrenta el desafío de la transformación digital que está reconfigurando el rol de los administradores en diversas industrias. La IA señala que, a través de herramientas de análisis de datos y sistemas de gestión automatizados, muchas de las tareas operativas que desempeñan los administradores podrían ser delegadas a sistemas automatizados. Los programas de software no solo logran gestionar inventarios y optimizar procesos, sino que también pueden realizar predicciones de tendencias y analizar datos complejos para facilitar la toma de decisiones, superando en velocidad y precisión a los análisis humanos.
Aunque los altos ejecutivos y aquellos profesionales que ocupan posiciones estratégicas continuarán desempeñando un rol importante en la dirección de las empresas, las posiciones de nivel júnior en administración de empresas podrían ver una caída en la demanda debido a la automatización de funciones operativas. Estos sistemas permiten que la toma de decisiones basada en datos sea rápida y eficaz, y además están diseñados para adaptarse de forma flexible a los cambios en el mercado. El conocimiento y experiencia de los administradores en entornos corporativos seguirá siendo valioso, pero se requerirán habilidades complementarias en tecnología de la información, análisis de datos y adaptación a herramientas digitales. Con estas competencias, los futuros profesionales podrán mejorar sus posibilidades de empleo y participar activamente en el entorno laboral sin ser desplazados por las máquinas.
Este proceso de transformación digital en áreas clave de contabilidad, derecho y administración de empresas no solo marca una tendencia en el ámbito académico, sino que se convierte en un desafío para universidades y centros educativos, que necesitan ajustar sus programas y contenidos para preparar a los estudiantes para un futuro que exige habilidades flexibles y adaptativas. En este sentido, la inteligencia artificial funciona como un recurso informativo que ayuda a señalar hacia dónde puede dirigirse el mercado laboral y qué conocimientos serán esenciales.
En conjunto, estos campos profesionales reflejan un escenario en el cual la tecnología redefine las prioridades laborales y plantea interrogantes sobre la elección de carreras tradicionales. La IA destaca así la importancia de que los futuros profesionales adquieran no solo conocimientos técnicos en sus campos específicos, sino también habilidades que les permitan adaptarse a una economía cada vez más automatizada y dinámica.