Martes, 02 mayo 2023
El presidente de Uruguay afirmó que los comercios del vecino país sufren por la devaluación del peso argentino en zona limítrofe
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, contó que el abaratamiento de los productos en las zonas de frontera con Argentina generan un problema en la economía de su país. REUTERS/Agustin Marcarian
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aseguró que el tipo de cambio en la Argentina produce un efecto colateral en su país, en las zonas limítrofes, dado que los consumidores uruguayos cruzan la frontera por la diferencia de precios en bienes básicos y eso perjudica la actividad de los comerciantes locales.
“Estamos con un problema en la frontera porque los precios de bienes argentinos son extremadamente más baratos y naturalmente los vecinos consumen donde les es más barato. Eso nos genera un desequilibrio y los comercios de nuestra frontera son castigados. Hemos aplicado medidas, pero no es suficiente”, afirmó el mandatario uruguayo este martes 2 de mayo, al ser entrevistado por el periodista Luis Majul, en radio El Observador.
El fenómeno que marcó Lacalle Pou se registró incluso los últimos fines de semanas en distintas zonas de frontera del país, incluyendo a ciudadanos de Chile, Brasil y Paraguay, que se trasladaron en zonas limítrofes para realizar compras. “Antes los chilenos venían y compraban libros, cigarrillos o cuero. Hoy copan los supermercados y compran alimentos y otros productos de primera necesidad”, comentó Ezequiel Barberis, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, en la provincia de Río Negro.
En Gualeguaychú y en otras ciudades fronterizas, como Concordia y Colón, en tanto, miles de uruguayos favorecidos por el cambio no sólo “cruzan el charco” a diario para hacer compras sino que también desde hace un año empezaron a alquilar viviendas en nuestro país, profundizando el fenómeno.
Miles de chilenos cruzan cada mes por el Paso Cristo Redentor (Mendoza) para hacer sus compras
En ese marco, el presidente del país vecino reconoció la existencia de dificultades por el contraste entre las variables macroeconómicas de uno y otro país, pero evitó comparaciones y se mostró prudente a fin de cuidar las relaciones. Incluso admitió que el peso uruguayo también registra “algunos desajustes” en relación al dólar y eso genera un debate por la “competitividad” en su país.
Frente a la consulta por la diferencia en los escenarios, dado que Uruguay registró el mismo porcentaje de inflación que tuvo la Argentina en el mes de marzo, pero en términos anuales, Lacalle Pou deseó que Argentina pueda recuperarse. “Nos sirve una región estable, sin sobresaltos. Cuanto mejor le vaya a Argentina y a Brasil, es mejor para Uruguay”.
“Sea quien sea el que gobierne en diciembre vamos a tratar de llevarnos bien. La gente cuando mira este lado lo mira con larga vista, mira la región”, reforzó su postura, y remarcó que “no incidiría” en ningún sentido, en relación al proceso electoral que vive Argentina, que este año deberá elegir a un nuevo presidente.
Por otro lado, Lacalle Pou habló de los argentinos que eligen radicarse en Uruguay por las condiciones de estabilidad que su país ofrece, hecho que valoró. “En campaña decíamos que nuestro país le hacían falta 300 mil personas más. Bienvenida sea la migración de todos los países que vienen a trabajar y hacer crecer la economía”, sostuvo.
“En Uruguay, a largo plazo, la seguridad pública es aceptable, la de los contratos también, tenemos una democracia plena, y eso es un plus como país en el mundo moderno que se ha achicado”, sostuvo.
Reforma jubilatoria uruguaya
Por otro lado, el mandatario uruguayo resaltó que su país logró avanzar en una reforma del sistema jubilatorio, una discusión que suele trabarse en los países por su sensibilidad y la falta de acuerdo entre los sectores políticos. “Había que hacer una reforma. Obviamente tenía que ser justa, solidaria, sostenible, y lo es”, introdujo Lacalle. “Contrariamente a lo que se ha argumentado, las jubilaciones más bajas van a pasar a ser más altas cuando el régimen esté en ejercicio”, destacó.
“Es una reforma que toca todos los subsistemas por primera vez. Tiene un período de transición larguísima. Los primeros involucrados van a ser los de mi generación, del año 73″, aclaró y puso de relieve su necesidad. “Lo primero que está en discusión es hasta cuando este sistema aguantaba y hasta cuándo las jubilaciones y las pensiones se podían pagar”.
Por otro lado, dijo estar receptivo a una revisión de las jornadas laborales, aunque advirtió que no se puede generalizar si no discutir en cada sector, los ingresos, el tiempo y la productividad. “Si digo trabajo menos, con menos productividad y gano más no es lógico”, argumentó.
Finalmente, el presidente uruguayo aseguró que “no teme” el avance de la Inteligencia Artificial en la economía y en la vida de las sociedades modernas. “Creo que tiene más beneficios que perjuicios, porque la crea la inteligencia humana”, señaló.