Lunes, 24 de marzo de 2025
Dos especialistas explican que podrían significar los aranceles de la administración Trump para los sectores de renta variable clave y cómo los inversores pueden afrontar los riesgos y las oportunidades.

A medida que la administración Trump continúa implementando su agenda arancelaria, los mercados globales están sintiendo los efectos, con ventas masivas, mientras los inversores lidian con las implicaciones de un panorama comercial en rápida evolución. Comprender estos cambios es crucial para gestionar los riesgos y las oportunidades. Es la visión de Mónica Guerra, jefa de Política de Morgan Stanley Wealth Management (MSWM); y de Daniel Kohen, estratega de política estadounidense de MSWM, quienes ofrecen 4 claves que los inversores deben tener en cuenta para navegar con éxito la incertidumbre provocada por la agresiva y errática política comercial de Trump.
A modo de resumen podría decirse que: las acciones de sectores con alta exposición a ingresos extranjeros, como tecnología, materiales y energía, pueden ser especialmente vulnerables a los riesgos arancelarios; por otro lado, si los aranceles son sólidos y duraderos, las acciones defensivas de sectores como la atención médica y los servicios públicos pueden superar a las cíclicas, como las empresas de consumo discrecional; y, por último, señalar que los inversores también podrían querer favorecer ciertas industrias orientadas a los servicios, como el software y la ciberseguridad, por sobre las empresas orientadas a los bienes. Veamos qué dicen de cada una de las formas en que los aranceles están transformando los mercados y las cuatro cosas que los inversores deben saber.
En primer lugar, los especialistas de MSWM señalan que las acciones con exposición a países que enfrentan aranceles se han visto más afectadas. La Casa Blanca propone y promulga simultáneamente aranceles radicales específicos para cada país. Entre los más destacados se incluyen: un arancel adicional del 10% sobre los productos procedentes de China, que se suma al gravamen del 10% impuesto en febrero y, aranceles del 25% sobre productos mexicanos y canadienses, que Donald Trump implementó y luego retiró parcialmente a principios de marzo, dando a los países un respiro de un mes. En este sentido, aconsejan observar el Índice de Riesgo Arancelario de la División de Renta Variable Institucional de Morgan Stanley, una canasta de acciones con alta sensibilidad al aumento de aranceles sobre China y México.
En relación con el índice S&P 500, las acciones de China y México expuestas a aranceles habían caído un 22% y un 10%, respectivamente, desde marzo de 2024; y habían caído un 12% y un 10%, respectivamente, desde que Trump asumió el cargo en enero de 2025.
En segundo lugar, afirman que los sectores de tecnología, materiales y energía de Estados Unidos se ven especialmente vulnerables, mientras que los servicios públicos y la atención médica podrían mostrarse resilientes. Al respecto, los sectores de tecnología, materiales, energía e industria, con una exposición a ingresos extranjeros de hasta el 57%, están particularmente expuestos a aranceles. Por ejemplo, los aranceles recientes aplicados al aluminio y al acero podrían lastrar el sector de materiales, y los aranceles específicos de China o las medidas de represalia podrían tener efectos secundarios en el sector tecnológico. Pero si el régimen arancelario se intensifica aún más, la Oficina de Inversiones Globales de Morgan Stanley prevé que los sectores de servicios públicos y atención médica tendrán un rendimiento superior debido a su naturaleza defensiva y su baja exposición arancelaria.
Según estos expertos, es probable que los mercados incorporen rápidamente los riesgos relacionados con los aranceles a un sector, industria o acción en particular. Los productos de acero y energía solar ofrecen un ejemplo convincente: en enero de 2018, Trump impuso aranceles del 30% al 50% sobre paneles solares y lavadoras. En marzo de 2018, impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio procedente de la mayoría de los países. Tras estas medidas, las industrias afectadas por los aranceles tuvieron un rendimiento inferior al esperado: tanto el Índice MAC Global de Energía Solar como el Índice NYSE Arca Steel cayeron más del 11% en los primeros seis meses tras la promulgación de los aranceles.
En febrero de 2025, Trump anunció aranceles adicionales del 25% sobre el acero y el aluminio. Si bien se espera que los aranceles entren en vigor en marzo de 2025, el Índice NYSE Arca Steel ya ha caído aproximadamente un 5% y ha mostrado volatilidad desde el anuncio del presidente.
En tercer lugar, Guerra y Kohen explican que las acciones defensivas podrían superar a las cíclicas. Si se concreta un régimen arancelario universal sólido y duradero, las acciones estadounidenses defensivas, como las de servicios públicos, salud o bienes de consumo básico, podrían superar a sectores cíclicos como el industrial o el de consumo discrecional, que podrían ser más vulnerables al aumento de los costos de importación y la reducción del comercio internacional. En un entorno así, la selección de acciones se vuelve más prudente.
Entre las acciones de consumo discrecional, por ejemplo, los inversores podrían observar una mayor variabilidad en la rentabilidad entre las empresas con mayor poder de fijación de precios y capacidad de absorber aranceles, y las que no. Además, las empresas de consumo discrecional que dependen en mayor medida de los ingresos generados por los consumidores de bajos ingresos probablemente experimentarán la mayor presión, ya que el aumento de los precios pesa más sobre el poder adquisitivo de quienes tienen menos recursos. Por otro lado, si se evitan algunos riesgos arancelarios y estos resultan ser mayormente benignos, las acciones cíclicas podrían superar a las defensivas.
Por último, estos expertos afirman que las industrias de servicios estadounidenses podrían obtener mejores resultados que los productores de bienes. Áreas como software, ciberseguridad, tecnología de defensa y empresas financieras de gran capitalización, algunas de las cuales tienen menor exposición a ingresos extranjeros, tienen menos probabilidades de sufrir el impacto de los aranceles, podrían beneficiarse a la vez del impulso de la adopción de la Inteligencia Artificial (IA). Además, los servicios públicos tienen una baja exposición arancelaria y podrían actuar como un líder defensivo si los aranceles generalizados aumentan la presión del mercado.
¿Qué podría venir después?, plantean los especialistas de MSWM. La previsión de Guerra y Kohen es que promover el proteccionismo de la industria estadounidense y priorizar la seguridad nacional probablemente seguirán siendo dos de los factores más firmes para el uso de aranceles en política exterior. «Esto significa que es probable que ciertos aranceles sobre bienes globales y países específicos, como China, aumenten antes de disminuir, y quizás se mantengan por más tiempo. Por el contrario, la imposición de aranceles adicionales a aliados y socios comerciales de Estados Unidos con cadenas de suministro profundamente integradas, como México y Canadá, podría evitarse mediante concesiones», concluyen