La fibrilación auricular (FA), caracterizada por un ritmo cardíaco irregular debido a una actividad eléctrica desorganizada en las aurículas cardíacas, afecta a millones de personas en todo el mundo. Este trastorno no solo incrementa el riesgo de coágulos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca, sino que también representa una carga significativa para los sistemas de salud.
Según el estudio Global Burden of Disease, la FA afecta a más de 60 millones de personas a nivel global, con 4,7 millones de casos nuevos y 320.000 muertes anuales asociadas. Frente a esta problemática, un nuevo tratamiento llamado pulse field ablation (ablación por campo pulsado) revoluciona su abordaje.
La ablación por campo pulsado, una tecnología innovadora que utiliza cargas eléctricas controladas para eliminar los circuitos que generan la arritmia, no solo es un método más rápido, preciso y seguro, sino que reduce el riesgo de complicaciones graves asociadas a las técnicas actuales de ablación. Fernando Scazzuso, jefe del Servicio de Electrofisiología y Arritmias del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), afirma que este avance “es una manera de llevarle al paciente la misma tasa de eficacia, pero con menor tasa de complicaciones y un procedimiento más corto, lo que asegura menor tiempo de anestesia y una recuperación más rápida”.
“La fibrilación auricular es la arritmia sostenida más frecuente y el principal motivo de consulta en emergencias y consultorios”, detalla Scazzuso. A medida que la población envejece, la incidencia de esta condición aumenta exponencialmente: afecta al 8% de las personas mayores de 80 años, mientras que en edades entre 45 y 55 años la prevalencia es de solo el 0,4%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha calificado como “la nueva epidemia del siglo XXI”, subraya el especialista, debido a su creciente impacto global.
Los síntomas más comunes de la FA incluyen palpitaciones, falta de aire, mareos y dolor en el pecho, que muchas veces llevan a los pacientes a buscar atención médica de urgencia. “Cuando ocurre la fibrilación auricular, la aurícula puede llegar a latir hasta 600 veces por minuto. Esto fatiga el corazón, lo dilata y puede formar trombos, aumentando el riesgo de embolias cerebrales y hemiplejias”, describe Scazzuso. Estas complicaciones aumentan la mortalidad en un 50% en comparación con pacientes de la misma edad y condiciones sin fibrilación auricular.
A lo largo de los años, se desarrollaron diversos tratamientos para controlar la fibrilación auricular. Desde medicamentos hasta ablaciones térmicas por radiofrecuencia o criobalón, estas técnicas buscan restaurar el ritmo cardíaco normal eliminando los focos que generan la arritmia. Sin embargo, estas opciones no están exentas de riesgos, como la estenosis de la vena pulmonar o la fístula atrioesofágica, que pueden resultar fatales en casos extremos.
“El pulse field ablation es diferente –explica Scazzuso–. Esta tecnología genera un campo eléctrico pulsado que daña exclusivamente las células enfermas, evitando las complicaciones graves asociadas a las ablaciones térmicas”. El procedimiento es notablemente rápido: en menos de un minuto, las cuatro venas pulmonares afectadas pueden ser tratadas con éxito. “Este avance permite realizar ablaciones más extensas en pacientes con fibrilación de larga data, de manera más segura y eficiente”, añade.
Además de su alta eficacia y menor tasa de complicaciones, la ablación por campo pulsado ofrece otras ventajas significativas. Es un procedimiento percutáneo, es decir, se realiza a través de la piel sin necesidad de incisiones quirúrgicas. Bajo anestesia general, la intervención dura aproximadamente una hora y media, y los pacientes son dados de alta el mismo día. “Es un tratamiento ambulatorio que no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también optimiza el uso de recursos en el sistema de salud”, destaca el especialista.
El ICBA, que atiende unas 9000 consultas anuales relacionadas con la fibrilación auricular, se posiciona como pionero en América Latina al incorporar esta tecnología. “Esta innovación nos permite permanecer a la vanguardia, ofreciendo un abanico completo de opciones para personalizar el tratamiento de cada paciente”, afirma Scazzuso.
Aunque la ablación representa una solución definitiva para muchos pacientes, el especialista hace hincapié en la importancia de abordar los factores de riesgo subyacentes. “La fibrilación auricular está estrechamente vinculada a hábitos de vida poco saludables, como el sedentarismo, el tabaquismo, la hipertensión mal controlada y el sobrepeso”, explica. El tratamiento integral en el ICBA incluye estrategias para combatir estos factores de riesgo, reduciendo la probabilidad de recurrencia de la arritmia.
En un mundo donde se espera que más de 12 millones de personas vivan con fibrilación auricular para 2030, avances como la ablación por campo pulsado representan un paso crucial hacia la mejora de la calidad de vida de los pacientes y la sostenibilidad de los sistemas de salud. Miles de personas podrán enfrentar esta condición con mayor seguridad.