Martes, 12 noviembre 2024
La multinacional cerealera Viterra (ex Glencore) pidió que se levante la medida cautelar que le prohíbe disponer de las acciones que tiene en el complejo industrial de Timbúes. Fiscales temen que se pueda así licuar el activo más importante que tiene la firma defaulteada para pagarle a los acreedores
La Justicia definirá este martes al mediodía si mantiene o revoca la medida cautelar que le impide a Renova, la aceitera más grande del país con planta en Timbúes, disponer de sus acciones embargadas en el marco del conflicto de VIcentin.
Se trata de un tema clave para el futuro de la defaulteada agroexportadora, ya que el 33% de las acciones que tiene en Renova representa hoy su activo más importante. Es más, la oferta de pago que le hizo a sus acreedores se financia en gran parte con la venta de esas acciones, cambio de manos que al estar prohibida trabó la resolución de su extensa y muy polémica convocatoria.
En paralelo, la Justicia resolverá si le permite a los accionistas mayoritarios (Viterra, la ex Glencore ahora en proceso de fusión con Bunge) disponer de sus acciones en Renova (67%) para cambiar la composición de su paquete accionario, lo que para los fiscales que impulsaron la cautelar y quieren que se mantenga podría habilitar una ventana para que, vía ampliación de capital, se licue la participación de Vicentin, y por ende pierda valor el principal activo de la firma defaulteada.
En 2020, con el inicio de las investigaciones judiciales por estafa contra el directorio el Ministerio Público de la Acusación logró una cautelar que le prohibía a Vicentin disponer de sus acciones en otras empresas y otra que evitaba que Renova pueda cambiar su paquete y composición accionaria.
La cuestión de Renova también quedó bajo observación judicial porque días ante de su default, en diciembre de 2019, Vicentin vendió a Viterra el 15% de sus acciones en esa aceitera (tenía algo más de la mitad quedándose con el 16%), a través de una subsidiaria paraguaya, logrando así sacar varios millones de dólares del país y ponerlos a salvaguarda de los procesos judiciales civil y penal.
Si bien Renova apeló, en la práctica nunca movió el trámite de queja hasta hace unos días. Por eso el viernes y el lunes pasado, la Justicia escuchó a los abogados defensores reclamar por la quita de esas medidas.
En paralelo, y con los mismos abogados de Renova, Viterra –con el argumento de que el accionista mayoritario no tiene nada que ver con la crisis de la aceitera santafesina– pidió que le permitan disponer de sus acciones en el complejo aceitero y portuario de Timbúes.
Ayer, luego de escuchar a las partes, los jueces Nicolás Foppiani, Gonzalo Fernández Bussi y Valeria Pedrana decidieron un cuarto intermedio para retomar este martes la audiencia. Y se espera que para el mediodía se conozca la resolución de los magistrados.
Cualquier resolución que se tome sobre la posibilidad de que Vicentin disponga de sus acciones en Renova tendrá alto impacto en la convocatoria de acreedores. El rechazo sería un duro golpe para la malograda aceitera.
Es posible, según se especulaba en Tribunales, que el pedido de Renova no prospere, pero sí que pueda tener espacio favorable el reclamo de Viterra de disponer de sus acciones en Renova (esa multinacional quiere quedarse con el 33% de Vicentin), y ahí la clave es lo permisivo que sea la resolución de los jueces. Si se les permite, además de liberar, capitalizar Renova, se puede licuar la participación de Vicentin y así perder valor su “joya de la abuela” tan ansiada por todos los acreedores.