Sabado, 30 noviembre 2024
Un estudio llevado adelante en Suiza registró de manera anónima más de 900 conversaciones sobre diversos temas de la religión, la existencia y la vida de las personas.
Cómo funciona el «Jesús IA».
Los avances de la inteligencia artificial llegaron a la religión. Un grupo de investigadores, junto con líderes religiosos, publicaron un estudio donde mostraron cómo una imagen de Jesús en una pantalla respondía preguntas a los fieles a través de un sistema que fue «educado» con las Escrituras.
El trabajo se llevó adelante durante dos meses en una capilla católica en Suiza y mostró a un Jesús a través de una imagen que escuchó todas las inquietudes de los fieles que se acercaron sobre temas como moralidad, fe y problemas de la actualidad.
La inteligencia artificial llega a la iglesia.
De manera anónima, se transcribieron 900 conversaciones que se registraron durante los dos meses de estudio. Allí, detectaron que las personas que acudieron a la IA se fueron emocionadas o incluso sumergidas en pensamientos y reflexiones.
Cómo era el confesionario con inteligencia artificial que se probó en Suiza
Según explicaron, el proceso era el siguiente: los fieles hablaban en un confesionario cuando una luz verde se encendía en el cuarto y oían la devolución del «Jesús IA» cuando se prendía una roja. De todos modos, se halló una falla en algunas demoras para que llegue la respuesta, explicaron.
Unos 300 visitantes, tras hablar en este confesionario virtual, completaron cuestionarios al salir que fueron útiles para tomar más información para el estudio que vio la luz días atrás.
Una Inteligencia Artificial respondió preguntas de fieles en una iglesia.
El trabajo fue llevado adelante por el Laboratorio de Investigación de Realidades Inmersivas de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lucerna (HSLU), en colaboración con la Facultad de Teología Pastoral de la Universidad de Lucerna y la Peterskapelle Lucerna.
La capacidad del sistema ofrecía a los fieles realizar sus preguntas en 100 idiomas distintos. Entre los participantes, hubo una clara mayoría de cristianos, aunque también formaron parte ateos, agnósticos, musulmanes, budistas y taoístas.
Los debates posteriores a la culminación del trabajo, que terminó el 20 de octubre, tuvieron a la vida después de la muerte, el amor y distintos cuestionamientos sobre la vida humana como focos principales.