Sábado, 5 de abril de 2025
La guerra comercial desató una crisis que incluyó bajas históricas de acciones en Estados Unidos. Comenzó el llamado «fly to quality» que perjudica a los mercados emergentes.
Es de manual. Cada vez que alguna turbulencia sacude los mercados internacionales, los inversores realizan su reconocido vuelo hacia la calidad. Los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, el oro y otros activos con buenas perspectivas de largo plazo son los ganadores. Las acciones de empresas ligadas al consumo, los bonos de países emergentes y los precios de las commodities, son los más perjudicados.
Esta semana se produjo una ola de venta de acciones de empresas a nivel global de proporciones históricas. El índice Dow Jones marcó una caída del 7,5%, el S&P 500 perdió un 8,2% y el Nasdaq del 8,5%. A nivel local el índice Merval derrapó un 7,5%.
La huida hacia la calidad, en tanto, empujó los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años por debajo del 4% por primera vez desde que Donald Trump ganó las elecciones hasta el 3,95%.

«Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron drásticamente a medida que los inversores abandonan los activos de riesgo para buscar refugios seguros», dijo al diario Financial Times Nicolas Trindade, del fondo de inversiones Axa.
Otros refugios tradicionales fueron requeridos, como los bonos alemanes, japoneses y el oro que alcanzó una serie de máximos históricos en el período previo a los anuncios arancelarios de Trump, aunque también registró pérdidas en los últimos días.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, destacó que el aumento del riesgo país que sufre la Argentina, en esta oportunidad no debe analizarse como algo aislado, sino que se trata de un problema que afecta a todos los emergentes.
«El panorama incluye un evidente movimiento hacia activos de mayor seguridad (fly to quality) alejándose de las acciones estadounidenses y europeas, mientras activos tradicionales como el oro y el petróleo también se desvalorizan», señala.
Lo que viene
Maximiliano Donzelli, manager de Estrategias de Inversión en IOL, plantea que «la incertidumbre persistirá en el corto plazo» debido a «que los inversores evalúan revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento económico y ganancias corporativas en Estados Unidos».
No obstante, señala, «creemos que hacía el segundo semestre del año podrían empezar a surgir noticias más positivas: las negociaciones para moderar los aranceles ya están sobre la mesa, los ingresos fiscales derivados de estos podrían utilizarse
para financiar recortes impositivos, y es probable que la Fed responda a una desaceleración económica con estímulos monetarios».
Desde el equipo de Research de Front Inversiones, plantean que una buena estrategia para los inversores es «priorizar sectores defensivos como energía, consumo masivo y salud» y aumentar exposición a commodities como ETF del ORO con potencial alcista. La recomendación incluye una reducción de posiciones en tecnología.