Miercoles, 28 junio 2023
La participación a la boda tiene una fecha posterior al inicio del trámite de divorcio
Cecilia y César Sena en el día de su casamiento
Hasta el 5 de junio, día en que supo que su hija estaba desaparecida, Gloria Romero, la madre de Cecilia Stryzozwski, desconocía que se encontraba divorciada de César Sena. La pareja se había casado el 16 de septiembre de 2022, nueve meses después de haberse conocido por Tinder. Las salidas, las muestras afectivas en redes sociales y los proyectos en común continuaban.
Cuatro días después de la unión civil, el 20 de ese mes, comenzaron el trámite de divorcio cuya sentencia se dictó el 21 de diciembre. La madre de Cecilia contó en su declaración testimonial que “una vez” había hablado del tema con su hija y que ella le contó “que César le había hecho firmar varios documentos de los que desconocía su contenido, los cuales fueron preparados por el abogado de Marcela Acuña”.
Gloria Romero contó que César Sena se había rebelado contra la presión de su madre, quien se oponía a la relación, y que el joven había dicho que eligió a Cecilia y “no le importaba perder la inversión o bienes si era casado”.
El ex abogado de César, Juan Díaz, reveló que Acuña le ofreció a la joven una compensación económica a cambio de la separación. “Llamó a Cecilia y le ofreció 400 mil pesos para divorciarse. Ella aceptó”, confirmó una persona muy cercana a César.
Ahora, un nuevo dato llamativo se suma al misterio detrás de la separación: la pareja había reservado un salón para el viernes 23 de diciembre y tanto César como Cecilia repartieron tarjetas con la invitación para celebrar su “unión”. Pero dos días antes, habían obtenido la sentencia de divorcio.
La invitación del 23 de diciembre
“Nuestra unión se celebrará en el Rancho El Dorado, ruta Nicolás Avellaneda, Resistencia, Chaco, a partir de las 18 horas. Confirmar asistencia”, reza la tarjeta a la que accedió este medio. Ni el casamiento por iglesia ni los festejos finalmente se realizaron. Nadie conoce con exactitud los motivos de lo que en principio fue una “postergación”pero que en realidad terminó siendo una cancelación.
El nuevo dato vuelve a sembrar dudas sobre el divorcio y la presión ejercida por la familia Sena que veía con malos ojos no sólo la forma en que se conocieron (a través de una aplicación de citas) sino la diferencia de casi diez años edad entre ambos.
“Yo no creo en ese divorcio, yo haría peritar la firma de mi hija”, apuntó Gloria Romero sobre la desconfianza respecto al divorcio del cual nunca supo que se concretó.
Gloria Romero, madre de la víctima
El emprendimiento de la pareja y su abrupto final
Para Jorge Cáceres Olivera, el fiscal que encabeza el Equipo Especial que investiga el caso, la principal hipótesis sobre lo ocurrido en la calle Santa María de Oro 1.400, dirección de la casa de la familia Sena, tiene que ver con una “acalorada discusión por un problema económico”, aseguran fuentes del expediente.
A la versión de un ofrecimiento de dinero por parte de Marcela Acuña para que se concrete el divorcio entre su hijo y Cecilia, se añaden las dudas respecto a la cafetería que la pareja abrió en noviembre de 2022 y que pese a las buenas ventas tuvo un abrupto cierre en abril de este año.
El 28 de noviembre último, “El Gato Negro” fue formalmente habilitada por la Municipalidad de Resistencia. Funcionó desde entonces en pleno centro de la capital chaqueña. Cecilia había ahorrado durante meses para montarlo, con la colaboración de su pareja.
Con empuje, el local funcionaba, se estaba haciendo de clientela y durante los dos primeros meses contó con la atención de Gloria Romero. “Andaba bastante bien, no sé por qué lo cerraron. Esa pregunta me hice yo”, planteó a periodista. Es que a menos de 4 mese de su apertura, la pareja resolvió vender el fondo de comercio y la propia Cecilia difundió la intención de desprenderse del local mediante una publicación en un grupo de compra y venta de Resistencia, el 16 de marzo.
La cafetería Gato Negro
“Decía que supuestamente no funcionaba”, contó incrédula Gloria y consideró que el fin de ese proyecto fue “una cuestión” de la pareja. “A mí lo que me dijo es que lo iban a vender porque un conocido de César le había conseguido, supuestamente, un Fiat Uno que se lo iban a vender por $ 400.000, que era por lo que iba a vender el fondo de comercio”, señaló Angela Strzyzowski a Infobae.
Para el hijo de Emerenciano Sena y Marcela Acuña se transformó en una prioridad desprenderse del negocio que estaba a nombre de Cecilia porque “quería que ella tuviera un auto”. Sin embargo, a las pocas semanas optaron por reconvertir la cafetería en un gimnasio, algo que no concretaron aunque hasta hoy pueden verse en la vidriera pesas y distintos elementos para esa actividad.
El prematuro cierre del local por el que Cecilia ahorró durante meses y su pareja colaboró no tiene una explicación certera para la familia de Cecilia, ninguno de los objetivos por el que decidieron cerrar la cafetería se cumplió: ni la compra de un auto ni la puesta en funcionamiento del gimnasio.
Todo esto incrementa la hipótesis de que tras el crimen de la joven chaqueña de 28 años hubo un móvil económico, algo que se espera que la fiscalía de a conocer este jueves cuando se dicten las prisiones preventivas y en consecuencia una reconstrucción de los hechos que investigan.