Miercoles, 30 agosto 2023
El candidato presidencial que perdió la interna de la coalición oficialista reconoce que su apoyo al ministro de Economía está atado al rechazo que le generan las otras opciones.
Juan Grabois
En las elecciones del 13 de agosto sacó casi 1.400.000 votos. El espacio Justa y Soberana, que llevó a Juan Grabois como precandidato presidencial y a Paula Abal Medina como su compañera de fórmula, aportó unos seis puntos porcentuales para que Unión por la Patria se ubique a en un apretado tercer lugar, a décimas del 28% de Juntos por el Cambio.
En términos individuales, a Grabois le fue mejor que a algunas de las alternativas que lograron superar el filtro de las primarias, como Juan Schiaretti (Hacemos por nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda Unidad). “Estamos contentos con el millón y medio de votos que juntamos con dos escarbadientes”, dijo en diálogo con periodista
En el cierre de aquel domingo electoral, sobre el escenario de la sede peronista, le entregó en mano su proyecto de gobierno a Sergio Massa. Hoy, a menos de dos meses de las generales, se aferra a ese documento: “Nosotros con esos planteos vamos a defender la maltratada bandera de la justicia social”. Y considera que, con el reciente paquete de medidas para mejorar el ingreso que propuso Massa, “algunas de los pedidos se cumplieron de una manera muy escasa”.
Asegura que lo anunciado “es insuficiente” y no escatima en críticas a los Gobernadores que rechazaron la posibilidad de entregar la suma fija de $60.000 en dos cuotas. “Salieron con los tapones de punta, igual que los empresarios. Así sean peronistas o de donde sean, son unos sinvergüenzas. Son $30 mil. Es lo que se gastan en una cena. Y si dicen que no tienen la plata, son unos chantas”, sentenció.
Después de las PASO tuvo una charla con Massa. Además de la insistencia con ese programa de 400 páginas que concentra sus consignas de “tierra, techo y trabajo”, Grabois propuso “medidas urgentes para enfrentar la crisis”. Acordó con el ministro-candidato que Agustín Rossi, candidato a vicepresidente, sea el interlocutor entre ambos, y el pasado 18 de agosto tuvo una reunión con Rossi de la que también participó el Padre Pepe Di Paola, representante de los curas villeros. Al sacerdote le asignan la función de “garante”.
Aunque Massa está muy lejos de ser su candidato soñado, Grabois no oculta su verdadera razón para votarlo: el espanto a las otras opciones. “Vamos a estar en la primera línea enfrentar los proyectos deshumanizantes que quieren disolver al Estado en la Argentina”. Define a Javier Milei como “el falso profeta” y siempre se refiere a Patricia Bullrich con un apodo: “Pepita la Pistolera”.
¿Crees que ese votante que lo votó a usted se pueden identificar con Massa?
No creo y no quiero que se identifique con Massa, a ver si se entiende. El proyecto de Massa no es nuestro proyecto. Nosotros estamos en una coalición en contra de un Estado gendarme que va a destruir la identidad solidaria del pueblo argentino, que es lo que es lo que plantea Milei. Un Estado sin salud pública, sin educación pública, sin ciencia e investigación. Efectivamente, el sistema anda mal. Pero cuando un pibe se enferma hay que cuidarlo, no le pasas una motosierra para que se muera. Nosotros vamos a enfrentar el plan motosierra que quiere destruir el Estado argentino, aunque nuestro candidato sea el que menos nos gusta.
¿Cuál va a ser su rol en la campaña?
Lo que queremos con nuestro millón y medio de votos es que comprendan la gravedad que tenemos en frente con el “falso profeta” y con “Pepita la pistolera”, una mujer que nunca solucionó nada en Argentina y que siempre vivió de la política. Más casta que ella, no se encuentra. Son un peligro para el país.
¿Cómo vio los robos organizados de los últimos días? ¿Cree que fueron instigados por alguien desde la política?
Cuando la pradera está seca, alguien tira una chispa y prende. Acá alguien tiró la chispa. El que te dice que sabe quién fue, te miente. Pueden haber sido varias chispas. Pero después se generó un efecto donde un montón de pibes que están a la deriva, vieron luz y entraron. Si no estuvieran las organizaciones sociales, si no estuvieran las heroínas de los comedores populares, habría muchos más pibes a la deriva. Esos pibes son el caldo de cultivo para la narcocriminalidad. Y si se llega a dolarizar la Argentina, no va a ser lo que es hoy. Van a mandar los carteles, como los que están en Ecuador. Si hoy tenemos violencia e inseguridad, con la dolarización vamos a tener masacres. Se habla mucho de la campaña del miedo. Bueno, el que no tiene miedo, que lo empiece a tener.
También hay un escenario posible que es un eventual balotaje entre Milei y Bullrich, ¿Qué postura tomaría en ese caso?
No quiero ni la horca ni la guillotina, quiero la libertad. Como decían los revolucionarios franceses. Y la libertad no tiene nada que ver con lo que dice Milei. Eso no es libertad, es la ley del más fuerte. Son dos opciones del mismo proyecto, dos caras de la misma moneda. Son dos caretas del mismo programa económico. Si uno ve los asesores, es un revival del menemismo. Neomenemismo puro. La Fundación Mediterránea por un lado, la Universidad del CEMA por otro. Cavallo y Menem. Bullrich fue menemista, Milei es menemista abiertamente.
Bueno, podemos decir que los tres principales candidatos fueron menemistas…
Sí, es cierto. La diferencia son las circunstancias. En el proyecto de Unión por la Patria no está solamente Massa con una selección individual de la composición del gabinete. Hay otros sectores que tenemos capacidad de condicionarlo. Por eso hay medidas sociales, de recomposición. Somos muchos los que no queremos neoliberalismo. Que vamos a enfrentar las privatizaciones. En estos contextos de inflación y crisis social es cuando aparecen los monstruos. En un contexto como este fue cuando Von Papen empezó a plantear que Adolfito (Hitler) podía ser una figura importante. No hay que subestimar la gravedad de alguien que plantea un programa que viola los acuerdos internacionales del derecho público. Hay que frenarlo con política y con militancia.