Martes. 02 de Enero 2024
El influencer libertario cometió algunos errores en al administración de las cuentas oficiales. Qué pasó y cómo seguirá siendo parte del Gobierno.
La comunicación oficial del Gobierno sigue teniendo cambios y, tras la renuncia de Belén Sttetler al frente de la Secretaria de Medios y Comunicación -en donde fue reemplazada por el periodista Eduardo Serenellini-, se le suma la quita de poder que sufrió Iñaki Gutiérrez, que ya no tiene acceso a las redes oficiales de las que se encargaba por algunos errores en su administración.
El influencer que maneja la cuenta de TikTok de Javier Milei desde la campaña electoral tuvo algunos errores en el manejo de las cuentas oficiales que se le habían confiado, como la cuenta oficial de la Casa Rosada, en donde publicó un video que buscaba mostrar «las ruinas» en las que la gestión de Alberto Fernández había dejado la sede del Ejecutivo. En ese mismo video se confunden las piedras en la Plaza de Mayo en homenaje a las víctimas del COVID-19 por escombros dejados por la gestión anterior.
Otra polémica fue el retweet que hizo la cuenta oficial de La Rosada a una foto de Gutiérrez y su novia Eugenia Rolón, deseando feliz año nuevo el 31 de diciembre pasado.
Es por ello que de tener gran injerencia en las redes oficiales del libertario, que son importantes por el flujo de seguidores del Gobierno que se encuentran allí, Gutiérrez pasó a perder el control sobre ellas. Otra traba más que aparece dentro del equipo de comunicación de Milei, que se ve afectado desde hace un tiempo.
Según las fuentes que pudo consultar MDZ, las redes sociales oficiales necesitan ser aquellos canales de comunicación que informen «lo máximo posible y que muestran la transparencia del Gobierno», ya que desde el entorno libertario creen que es la mejor forma para defenderse de todo lo que «van a mentir y pegarle» desde los medios a la gestión libertaria.
A pesar de ello, desde que Milei ganó las elecciones, el sector de comunicación ya sufrió varias bajas, como la renuncia de Eduardo Roust, el exsubsecretario de Medios y del prensa de presidencia, Juan Caruso. Ambos coincidieron en que dejaban sus puestos porque era imposible «seguir adelante en estas circunstancias». La de Stettler, un alfil del «arquitecto» Santiago Caputo, vino después tras la aparición de Serenellini como reemplazo, un comunicador que tiene buena relación con el presidente, y que siempre obtuvo las entrevistas que necesitaba tras las novedades del Gobierno.
Las redes de la Casa Rosada en sí tienen como objetivo mostrar cuestiones más protocolares de la sede del PEN en cuestión, y es por ello que determinadas acciones de Gutiérrrez no gustaron en la cúpula presidencial.