Jueves, 27 octubre 2022
Fabricio Lenci fue dirigido por el Gringo en Argentinos. «Es un supertrabajador, exigente. No se ata a un sistema táctico. Está en todos los detalles. Si eligió ir a su Newell’s es porque le hará un bien al club», dijo el exCentral Córdoba.
Heinze dirigió al goleador nicoleño Fabricio Lenci en Argentinos Juniors.
La contratación de Gabriel Heinze como entrenador del glorioso Newell’s desató una nueva revolución en los pagos rojinegros. La familia leprosa no sale de su máximo estado de ebullición desde lo pasional y esperanzador. La dirigencia espera que el hijo de la casa deje Europa y haga base en esta ciudad para poder encender las luces de la marquesina y disparar el sueño colectivo. Lo hará en los primeros días de noviembre. En este escenario, La Capital dialogó con Fabricio Lenci, un exjugador comandado por el exzaguero central en la campaña donde Argentinos Juniors logró el ascenso a la elite bajo la conducción del entrerriano. “El Gringo es una persona supertrabajadora, exigente, de palabra. No se ata a un sistema táctico ni a los nombres. Está en todos los detalles, como la alimentación y planificación. Si eligió ir a su Newell’s es porque le hará un bien al club”, confesó sin rodeos el exgoleador de Central Córdoba y el bicho, entre otros equipos, antes de brindar una perfecta radiografía del flamante DT de Newell’s.
¿Cómo es el Gringo con el buzo de entrenador?
Es un técnico que siempre está a full. Es una persona supertrabajadora, exigente, de palabra. Está en todos los detalles. Mira a todos los jugadores durante todo el tiempo. No te permite relajarte ni un instante. Pretende que el grupo esté bien desde lo físico y futbolístico. Hay que seguirle el ritmo, pese a que no es fácil. Quiere, pide y tiene el control de todo el fútbol por sus motivos. Si considera que deben viajar 25 jugadores, y los dirigentes le dicen que tienen que ser 22, el Gringo no dará marcha atrás y ratificará a los 25. Y terminan yendo los 25. Por eso es que desde afuera, a veces, se habla de ciertas actitudes. Pero es muy noble y respetuoso con el jugador y el resto del ambiente que rodea al fútbol.
La relación con los directivos
No es que no quiere a los dirigentes porque es mala persona o tiene algo contra ellos. Lo que sucede es que no le gusta que se metan en lo suyo porque él no lo hace con los demás. Por eso parece que es malo con ellos, pero todo lo que dice, da resultado.
¿Cómo es entrenar con él?
En el día a día te obliga a ser un superprofesional. Tiene un gran grupo de trabajo. Te cambia el chip. Lo tuve a los 31 años y no dudo en afirmar que es uno de los entrenadores que más me enseñó. A veces no jugaba y me enojaba. Pero enseguida pensaba y veía que él actuaba así porque venía de Manchester United, Real Madrid, Roma… en cambio yo, de Juventud Unida de Gualeguaychú. No lo digo desmereciendo al equipo que me abrió las puertas, sino poniendo en relieve las diferencias para contextualizar y marcar ciertas pautas del porqué elegía a otro delantero cuando lo creía necesario. Con cada fecha o acción me iba dando la razón. La verdad es que a nosotros nos cambió la cabeza.
¿Cómo debe ser el jugador para poder jugar?
Para jugar en sus equipos tenés que estar, ante todo, tan o muy comprometido como él mismo Gringo. Aunque si no lo estás, enseguida lo hacés porque su fórmula es la correcta. En ese sentido no hay misterios. O te adaptás, o te quedás afuera solito porque las chances te las dará todos los días.
Heinze será presentado en Newell’s la próxima semana, ya que está en Europa.
¿Es tan duro como DT?
No es que sea duro, es exigente y muy profesional. Sinceramente, con entrenar solo en cancha no alcanza. De hecho, desde lo personal sabía, estando en otros equipos, el mismo martes que el sábado sería titular. En cambio, con Heinze, no fue ni será así. Te obliga a dar todo durante toda la semana. Cada práctica es a full. No negocia nada. Hasta el último entrenamiento, salvo tres o cuatro nombres, el resto no sabía, ni sabrá si jugará. El Gringo va a rotar seguido en ese sentido. A eso le agrego que cuando llegué al bicho de La Paternal pesaba 87 kilos. Y como él está muy encima del futbolista, controla todo, sea peso, alimentación, etcétera. No deja nada librado al azar. Me dijo que debía bajar a los 80 kilos. Pensé que no iba a poder. Aunque me cambió todo y bajé. Me sentí más liviano y con mayor potencia. La tiene clara en todos los aspectos.
¿Rota para que no se relajen o de acuerdo el rival?
Relajarte no podés porque el ritmo que le inyecta a la rutina es intenso y parejo para todos durante todos los entrenamientos. No hay licencias en ese aspecto. Además, cambia de apellidos porque arma todo dependiendo del rival. De cómo juegue o venga. Trata de ver las debilidades y por dónde lastimar, al menos fue mi experiencia en Argentinos Juniors.
¿Qué sistema táctico suele implementar más?
No, eso no es lineal. No se ata a un sistema ni por asomo. Por ejemplo, en la pretemporada entrenábamos con el 4-4-2 o el 3-4-3. Luego, en la semana y dependiendo del rival, paraba un equipo y sistema táctico. Y ahí ya te daba órdenes precisas de cómo moverte puntualmente porque supuestamente uno ya sabía lo que debía hacer a nivel colectivo. Va variando según con quién juegue.
¿Es de poner un típico 9 de área?
Sí, pero en mi caso, no estaba bien de punta como muchos esperan. Me enseñó muchísimo de cómo moverme por todo el frente. Cómo debía pivotear. No juega con un centrodelantero que vaya a ser el goleador como todos esperan. Con el Gringo toman mucho protagonismo los extremos y el resto de los volantes. De hecho, nosotros en Argentinos jugábamos con Braian Romero bien definido por toda la banda izquierda y se cansó de hacer goles. Mientras que entre el Polaco Francisco Fydriszewski y yo, nos turnábamos para jugar. Hasta Alexis Mac Allister tenía mucha llegada al arco rival, pese a que era un juvenil que recién arrancaba en el profesionalismo.
¿Usa la figura del enganche?
Sí, si tiene uno en el plantel lo usa. De hecho, nosotros teníamos a Iván Colman, y jugaba. En ese sentido no limita a ningún jugador. Trata de adaptar a todos a sus sistemas. Pero el enganche tiene un lugar en sus equipos si lo considera potable.
¿Y el orden táctico?
Heinze tiene en claro muchas cosas. Una de ellas es que quiere que toda la estructura se mueva de manera sincronizada, pero manteniendo el orden. En ese punto también es muy puntilloso.
¿MIra a los juveniles de la casa?
Siempre estuvo pendiente de ese tema. Tal es así que hizo debutar a varios pibes de las inferiores de Argentinos como Alexis Mac Allister, por citar a alguno. Mira a todos los pibes. Por algo dejó una base bárbara en el club que luego fue vendida. Heinze no sólo mira y trabaja la primera división. También observa y proyecta lo que viene con los chicos de la casa. Es por ese tema también que pide y quiere manejar todo el fútbol. Quiere tener el control. Lo hace porque considera que esa es la metodología para que su proyecto pueda materializarse como todos esperan. A nosotros nos dio resultado porque ascendimos cuatro fechas antes. En Vélez hizo un gran trabajo también. Mientras que en Atlanta United estuvo poco, aunque no sé los reales motivos.
¿Cómo son las concentraciones?
El trato era como el de un entrenador más con el grupo. Estaba la mesa del cuerpo técnico de un lado, mientras que el resto del plantel en otro. Todo era armonía. Pero también es cierto que si por ahí venía un directivo o alguien que no pertenecía al plantel, la cara le cambiaba. Es que quiere estar con el grupo y potenciarlo en todo momento.
¿Cómo lo ves en Newell’s?
Si eligió ir a su Newell’s es porque le hará un bien al club, así de simple y sencillo.