Miércoles, 26 de marzo de 2025
La producción no solo responde a una necesidad económica, sino que también constituye un movimiento estratégico para asegurar mayor autonomía y protagonismo.
Un chip semiconductor.
En el actual escenario global, la producción de semiconductores se convirtió en un factor clave para la soberanía tecnológica y el desarrollo económico de las naciones. China, Rusia y Estados Unidos dominan este sector estratégico, generando una fuerte dependencia en los países que carecen de capacidad propia para fabricar chips.
En este contexto, un país de Latinoamérica decidió dar un paso trascendental: desarrollar su propia industria de semiconductores para reducir su vulnerabilidad ante las potencias tecnológicas y fortalecer su competitividad en la economía digital.
Microchips, guerra tecnológica.
Esta iniciativa no solo busca garantizar el acceso a componentes esenciales para diversas industrias, sino también posicionarse como un actor relevante en la disputa por el control tecnológico global.
La fabricación de chips requiere infraestructura de alta precisión, inversiones millonarias y un ecosistema de innovación capaz de sostener el desarrollo tecnológico a largo plazo. El proyecto también abre nuevas oportunidades para la región, atrayendo inversión extranjera y generando empleos especializados.
México generará sus propios chips
El país en cuestión es México. Desde que asumió como Presidenta, Claudia Sheinbaum planea convertir a la nación como una potencia científica y tecnológica. En esta línea, la mandataria anunció la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores «Kutsari» enmarcada dentro del Plan México.
En este centro trabajarán científicos, desarrolladores tecnológicos e instituciones públicas de educación superior que trabajarán en conjunto para diseñar y generar nuevos semiconductores.
Tras la puesta en marcha del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, los objetivos de la presidenta son establecer un centro de fabricación de semiconductores y crear una cadena que permita probar, encapsular y ensamblar en equipos esos chips.
Esta iniciativa no solo busca garantizar el acceso a componentes esenciales para diversas industrias, sino también posicionarse como un actor relevante en la disputa por el control tecnológico global.