• 16 de diciembre de 2024 19:44

Tu aliado diario...

"La plataforma que redefine cómo te informas y te entretienes. Bienvenido al futuro del streaming."

Furor de compras de los argentinos en Bolivia: arrasan con todo por el «peso fuerte»

Dic 16, 2024

Lunes, 16 de Diciembre 2024

El dólar «planchado» y la devaluación de Bolivia de su moneda hicieron que se diera vuelta lo que sucedía hace un año. Ahora, el país vecino es un «supermercado» para miles de argentinos que cruzan cada día.

Bolivia

De tener la moneda más devaluada del mundo, a ser la más fuerte. Sólo en un año. El peso ganó en su valor comparativo con otras monedas de la región por el atraso del dólar en relación a la inflación en nuestro país. En consecuencia, se invirtió lo que sucedía en el comienzo del verano pasado: los argentinos cruzan en masa a Chile, Paraguay, y sobre todo a Bolivia. Uruguay y Brasil, también, con el agregado de competir directamente con las zonas turísticas argentinas, no solo con los precios de todo tipo de productos.

Esto trae protestas en los ciudadanos bolivianos de las ciudades de frontera, como Tarija y Villazón, ya que la masiva presencia de argentinos comprando absolutamente de todo hizo que los precios en ese país aumentaran por la demanda y porque comienza a faltar la mercadería para la reposición.

Estos ciclos son comunes y conocidos en todas las fronteras de nuestro país, con momentos en los que conviene ir a otro país a «proveerse» como si fuera un gran supermercado o centro comercial, y a la inversa, la Argentina se convierte en una «oportunidad para nuestros vecinos.

El problema es que en sólo 12 meses, nuestra moneda no tuvo intermedios. Pendular como lo es en todo, el país también lo es con el peso. Pasó de ser el más barato al más caro de la región en términos comparativos, entre las monedas pero en especial, en relación al dólar.

Por eso Bolivia, ahora, es la gran oportunidad para comprar todo lo que se pueda para los argentinos, especialmente los que viven en Salta y Jujuy, pero también conviene llegar desde cualquier punto del país y cruzar por esos pasos de frontera con bultos de todo tipo.

«Se dio vuelta la taba» en materia cambiaria con Bolivia

Hace un año, tras la fuerte devaluación cuando asumió el gobierno de Javier Milei, la Argentina pasó a ser un «paraíso» para nuestros vecinos. Para viajar, veranear, ir a nuestros centros turísticos, pasear y comprar. Sobre todo, comprar. Regalos, ropa – tal vez lo menos accesible – bienes durables y hasta nafta.

En ese momento, mediados de diciembre de 2023, el dólar saltó a una cotización oficial de $801 por unidad. Los precios se ajustaron en nuestro país (el primer registro de la inflación de Milei fue el 25%), pero para los países vecinos, la Argentina pasó a ser una «ganga».

Un año después, la situación es exactamente la opuesta. El gobierno controla el precio del dólar oficial con una devaluación del 2% mensual (el llamado «crawling peg»). Sumado a que las medidas de la macro que tomó hicieron descender fuertemente el ritmo de la inflación, lo que hizo aumentar la confianza en el gobierno libertario, dentro y fuera de la Argentina.

Hoy, mediados de diciembre de 2024, el dólar oficial está en $1.040. Es decir, una devaluación del 25% (tras la primera y fuerte al asumir). En lo que va del año, la inflación acumulada (en pesos) fue del 112%. Y la interanual acumulada (12 meses corridos) llegó al 166%.

Esos valores frente al 25% del dólar, explican por qué hoy la Argentina está muy cara y, además, el peso está sobrevalorado en relación a otras monedas de la región comparadas con el dólar.

Comprar en Bolivia, furor para los argentinos

Alrededor de 3.000 argentinos por día cruzan hacia Bolivia. Ese dato siempre es relativo porque la frontera es por lo menos «permeable o porosa», lo que beneficia al contrabando y también a quienes pasan a comprar – para su propio consumo – y no tienen que declarar nada si no pasan por un puesto fronterizo y migraciones.

Es por eso que es muy fácil ver barcazas, lanchas y hasta gomones que cruzan el río Bermejo (el límite natural en una parte de la frontera con Bolivia) con un tránsito como la Avenida Corrientes en la Ciudad de Buenos Aires. Para no mencionar lo que pasa en los lugares de la «frontera seca».

Pero solo con quienes pasan regularmente cada día como corresponde, el «tour de compras diario» es una tendencia total en este fin de año. Esperando para cruzar, se ve gente con ropa, comida, televisores, equipos de línea blanca, tecnología, de todo. Al cambio, cruzar a Bolivia es como internarse en un gran «centro comercial» para los argentinos.

Si ya la situación peso-dólar es ventajosa, hay que sumar que el BOB (el «Boliviano de Bolivia», la moneda oficial) se devaluó frente al dólar. Más ventaja relativa para nuestra moneda.

Además, los bolivianos se quejan ahora de la inflación propia que está en el 8,2% anual. Pero si tomamos solo la de los primeros 11 meses de la Argentina, nosotros ya vamos por el 112%. Otro valor comparado que hace que un artículo comprado el año pasado en diciembre en Tarija, este año parezca una oferta para el peso argentino.

Dólares y pesos, son bienvenidos en Bolivia

A fines del año pasado, con la inflación creciente mes a mes en la Argentina, el BOB (la moneda boliviana) se utilizaba por los argentinos de las ciudades limítrofes o cercanas (como Orán y Salta capital, por ejemplo) como valor de reserva para preservar el poder adquisitivo. En Bolivia preferían dólares y no pesos argentinos.

Ahora, sólo 12 meses después, todo es al revés. No hay ningún inconveniente en pagar en pesos y mientras el «crawling peg» siga», la devaluación controlada sirve para los bolivianos que quieran hacerse de pesos para gastarlos en la Argentina.

Las freidoras de

Pongamos un solo ejemplo, más que representativo. Las «freidoras de aire» están de moda. No ensucian y son más sanas para comer milanesas con papas «fritas». En la Argentina, se pueden conseguir – con las compras on line – por 150.000 pesos. Si uno viaja a Bolivia, en avión o desde un paso de frontera, las puede conseguir por...¡$58.000! Es decir, mejor que en el 2 a 1. Por una que compra acá, se trae 3 de Bolivia.

El río Bermejo, una avenida de agua para el comercio a precio ventajoso para los argentinos. (foto: Captura de TV)

Quejas del lado boliviano, pero no de los comerciantes

Cuando la «taba se da vuelta» lo hace con todo. El año pasado, los argentinos que viven en ciudades y pueblos de frontera se quejaban porque los precios aumentaban más que lo que marcaba la inflación o no se conseguían muchos artículos (de nuevo, desde comida hasta combustible) porque todo se lo llevaban nuestros vecinos. Ganancia para los comercios y sufrimiento para los consumidores argentinos.

Ahora es al revés. Los argentinos «ahorramos» comprando en Bolivia, los comerciantes hacen un «veranazo» pero los consumidores bolivianos tienen productos faltantes y subas de precios.

Por eso, se han comenzado a quejar a viva voz.

Los habitantes de Tarija se quejan del aumento de precios por la

En Bermejo y en Tarija, este «boom» de compras ha disparado el siempre presente contrabando. Conclusión: los productos pasan a la Argentina y los que quedan en Bolivia, suben de precios.

Es por eso que se dispuso reforzar los controles de frontera con 3.000 uniformados más. Hace un año, esos mismos soldados, en su tiempo libre, pasaban a la Argentina a comprar. Ahora, nos toca a nosotros y los «pesos fuertes».

 

Por Fabian