La información tendrá que aparecer en caracteres tipográficos más chicos que los utilizados para la exhibición del precio final. Lo expuesto regirá para los precios que aparecen en los comercios y para los anuncios publicitarios emitidos por cualquier medio, pero no será obligatorio para los locales que expendan productos al peso y usen balanzas electrónicas que emitan tickets.
“En el antecedente del régimen de Brasil, este aspecto se regula mediante un cartel visible en el establecimiento que informa cuánto es la carga fiscal nacional, provincial y municipal de una compra promedio de ese comercio, lo cual es de fácil implementación. Con esta nueva resolución, la Secretaría ha ido más profundo y al detalle, exigiendo que la información se encuentre en la misma góndola, producto por producto. Veremos cómo se implementa en todos los comercios y, especialmente, en los más pequeños. Y si surgen inconvenientes, las autoridades tendrán el cartel genérico como alternativa”, dijo Matías Olivero Vila, presidente de la ONG Lógica, impulsora de esta iniciativa.
Lo dispuesto es complementario al Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor, que desde este mes obliga a las grandes compañías a discriminar el IVA y otras cargas tributarias nacionales en los tickets y facturas que emiten. El resto de los contribuyentes tendrá un plazo hasta el 1° de abril próximo para adecuar sus sistemas y adherirse a la normativa (pueden cumplirla antes, voluntariamente)
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) consideraron que la decisión de la Secretaría de Comercio busca “garantizar la transparencia en la información brindada a los consumidores”. Y celebraron tanto la información de los precios sin IVA, como la posibilidad de cobrar en dólares. “No solo modernizan un esquema vigente desde 2002, sino que también otorgan mayores herramientas para competir y adaptarse a las nuevas dinámicas comerciales”, dijeron.
El gobierno, la economía: los comercios podrán exhibir precios en dólares
“La falta de conciencia fiscal, derivada del ocultamiento de impuestos, llevó a que la ciudadanía no les exigiera a los políticos una conducta responsable en el gasto y en los tributos que pesan en la vida cotidiana. Este proceso ha sido funcional a que termináramos teniendo los impuestos y la inflación más altos del mundo. Con las dos resoluciones de ARCA y de la Secretaría se terminan los 50 años de la inaceptable prohibición de mostrar los impuestos al consumidor. El saber los tributos que soportamos nos empoderará para involucrarnos y exigir impuestos y gastos públicos lógicos, y también servicios acordes del Estado. Y los políticos sabrán que los tributos excesivos que sancionen serán visibles en el ticket y las publicidades de precios”, cerró Olivero Vila.