Martes, 21 de enero de 2025
Mientras que los libertarios buscarán imponer cambios en el sistema de votación con el argumento del ajuste, el resto de los espacios políticos no logra establecer una postura homogénea y se imponen las particularidades territoriales
El Congreso inauguró este lunes el período de sesiones extraordinarias con una oposición desarticulada. Atravesados por internas y la necesidad de sobrevivir a las próximas elecciones, los distintos espacios políticos carecen de una posición uniforme sobre el proyecto oficialista de derogación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esta falta de cohesión será aprovechada por los libertarios, que apostarán a profundizar la fragmentación legislativa para impulsar su agenda legislativa.
El Gobierno se relame ante la inminente discusión electoral. El proyecto de reforma política impulsado por la Casa Rosada no solo supondrá una ventaja para el oficialismo en los próximos comicios –por la supresión de la única herramienta con la que todavía cuenta la oposición para ordenarse–, sino que configurará un hito en su objetivo de “ajustar a la casta”.
Los más incómodos con este debate son Pro y la UCR. Ambos sufren el caos dentro de sus partidos, divididos sobre cómo posicionarse frente al oficialismo. Reconocen que las PASO serán útiles para dirimir sus propias diferencias, así como si se impone un acuerdo electoral con el Gobierno: perciben que sin esta herramienta la negociación de listas conjuntas con La Libertad Avanza (LLA) será ruinosa. “No nos van a dar nada”, anticipan.
Este convencimiento se contrapone con el problema discursivo de estos bloques. Parte de su electorado está de acuerdo en ir a fondo con el ajuste, por lo que nadie se anima a levantar la voz para defender su sostenimiento. Saben que la militancia libertaria accionará su repudio en redes en el mismo momento en que algún dirigente se anime a hacer un comentario en favor de las PASO. Por eso, el silencio será parte de la estrategia.
“No tenemos resto”, reconoce un dirigente radical sobre la debilidad con la que llegan a esta discusión. No está de acuerdo en suprimir las primarias, pero sabe que el rechazo de la propuesta oficialista podría ser aún más perjudicial para su proyecto político. Es una idea que se repite en el bloque conducido por el cordobés Rodrigo de Loredo, a quien se le vence su mandato en diciembre. Por eso, es probable que la UCR espere hasta último momento para definir su posición. Medirán la temperatura de la Cámara: si el fiel de la balanza se inclina por eliminarlas o suspenderlas por este año, apoyarán sin dudar. Si no, adoptarán una postura opaca para negarse.
En Pro aseguran que todavía no cuentan con una definición al respecto. “No tuvimos una discusión profunda”, afirma un referente del bloque. Cristian Ritondo, el jefe de la bancada, se reunirá este martes con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y De Loredo. Tras ello, los integrantes del macrismo en Diputados se congregarán para discutir el temario de extraordinarias.
A pesar de que los alfiles legislativos de Patricia Bullrich ya manifestaron su intención de eliminarlas de plano, como lo hizo la diputada Silvana Giudici a través de la presentación de un proyecto en este sentido, en el bloque no se descarta la idea de la suspensión temporal. Sería coincidente con la propuesta de Jorge Macri, quien este lunes envió a la Legislatura Porteña una iniciativa para suspender las primarias locales. Fue después de que el jefe de Gobierno adelantara los comicios de la ciudad para proteger su gobernabilidad del asedio libertario.
Un sector del peronismo abroquelado en Unión por la Patria (UP) ve la reforma electoral impulsada por el Poder Ejecutivo como la oportunidad para deshacerse de una herramienta que hace rato querían voltear. Saborean la fragmentación de Pro y la UCR mientras aceptan el reto libertario de polarizar electoralmente.
A pesar de que los referentes del bloque hablan de que la propuesta “no se discutió” y que “hay tantas realidades como distritos”, por lo bajo aseguran que se impondrá la suspensión –no eliminación– de las primarias. Descansan en el pragmatismo del PJ, que se ordenará detrás de la presidenta del partido, Cristina Kirchner. Le dará vía libre a los gobernadores del partido para hacer lo propio en sus distritos, que controlarán el armado de listas locales.
Tendrá un sabor agridulce para la vicepresidenta, que le dará la excusa perfecta a Axel Kicillof para desdoblar los comicios bonaerenses de los nacionales con el objetivo de sortear su injerencia en la confección de listas. Es probable que el gobernador impulse la propuesta de suspender las primarias locales que presentó el diputado bonaerense, Rubén Eslaiman, del Frente Renovador de Sergio Massa. El mandatario provincial necesita sumar apoyos en la Legislatura para garantizar su gobernabilidad.
El Gobierno repite que su foco está puesto en la eliminación de las PASO. No obstante, deslizan que podrían aceptar la suspensión “si los votos no dan”. Será una solución intermedia: en 2027, cuando se pongan en juego los cargos ejecutivos, se volverá a evaluar la conveniencia de este cambio.
El impulso de esta reforma electoral tiene el sello del asesor presidencial Santiago Caputo, artesano de la estrategia política, discursiva y electoral de LLA. Con ella, el Gobierno ratifica su intención de polarizar con el kirchnerismo mientras profundiza la fragmentación de sus competidores por derecha: Pro y la UCR.
Los proyectos
Los proyectos de reforma política fueron enviados a la Cámara de Diputados a fines de noviembre. Uno propone eliminar las PASO y reformar el sistema de financiamiento de los partidos políticos al reducir significativamente el aporte estatal y no delimitar un tope al aporte privado. El otro condiciona la supervivencia de los partidos chicos y apunta a matar a los “sellos de goma”, partidos con poca representación que hacen negocios al prestar su existencia formal.
Este tipo de partidos fue clave para que Milei pudiera conformar el frente electoral con el que llegó a la presidencia. La propuesta endurece los requisitos para el reconocimiento jurídico de los partidos, moderniza los procedimientos de afiliación y eleva las exigencias para que alcancen el estatus de partido nacional.
El temario del Poder Ejecutivo para las sesiones extraordinarias también incluye la modificación del régimen de reiterancia delictiva, la regulación e implementación del juicio en ausencia, la aplicación de la ficha limpia para candidatos a cargos públicos y un proyecto de ley sobre Compensación e Índice de Actualización de Quebrantos. En el Senado se deberá tratar el proyecto de ley “antimafia”, que busca abordar de manera integral el crimen organizado, y la discusión de los pliegos, sobre todo el de los nominados para la Corte Suprema, el juez federal Ariel Lijo y el catedrático, Manuel García-Mansilla.