Jueves, 16 de Enero 2025
Los fumadores tienen mejores posibilidades de dejar de fumar si se les ofrecen incentivos financieros por sus esfuerzos.
En general, los fumadores tenían hasta un 54 por ciento más de probabilidades de dejar el hábito si su programa para dejar de fumar les ofrecía dinero en efectivo o vales como recompensa, encontraron los investigadores en una nueva revisión de evidencias publicada el 13 de enero en la revista Cochrane Database of Systematic Reviews.
Estos incentivos causaron una impresión aún mayor en las fumadoras embarazadas, que tenían más del doble de probabilidades de dejar de fumar a largo plazo si se les proporcionaban recompensas, según la revisión.
«Fumar es la principal causa prevenible de mala salud y muerte prematura en todo el mundo, y dejar de fumar es de vital importancia para ayudar a las personas a vivir con una buena salud durante más tiempo», señaló en un comunicado de prensa la investigadora principal, Caitlin Notley, profesora de ciencias de la adicción de la Facultad de Medicina de Norwich, en la Universidad de East Anglia.
«Ahora estamos muy seguros de que los incentivos ayudan a las personas, y también a las embarazadas, a dejar de fumar mejor que no ofrecer incentivos», añadió Notley.
Hasta ahora, las evidencias sobre los incentivos financieros para dejar de fumar no han sido sólidas, anotaron los investigadores.
Pero una evaluación de 47 estudios anteriores, entre ellos 14 artículos más recientes, «encontró evidencias de alta certeza esta vez de que efectivamente ayudan a las personas embarazadas a dejar de fumar y a seguir sin fumar», señaló en un comunicado de prensa del colegio el investigador sénior, Jamie Hartmann-Boyce, profesor asistente de políticas y promoción de la salud de la Facultad de Salud Pública y Ciencias de la Salud Amherst de la Universidad de Massachusetts.
«Sabemos que fumar durante el embarazo puede ser realmente dañino tanto para los padres como para el feto», dijo Hartmann-Boyce. «Y las personas son más cautelosas durante el embarazo sobre el uso de muchas de las intervenciones farmacológicas que están aprobadas para dejar de fumar. Es por eso que estamos enfocados en formas en que podemos ayudar a las personas embarazadas a dejar de fumar».
Para la revisión, los investigadores agruparon investigaciones previas en las que participaron casi 22,000 participantes en total.
Este método, que ofrece recompensas para ayudar a las personas a combatir la adicción, es parte de un modelo llamado «gestión de contingencias», apuntaron los investigadores. Los incentivos utilizan esencialmente el refuerzo positivo para ayudar a una persona a modificar su comportamiento.
Los estudios variaron ampliamente en cuanto a los incentivos financieros proporcionados. Algunos requerían que las personas se recompensaran a sí mismas depositando dinero en una cuenta, mientras que otros ofrecían incentivos por valor de entre $45 y casi $1,200.
En general, estos incentivos funcionan, concluyeron los investigadores.
Alrededor de 10 de cada 100 fumadores que reciben incentivos financieros pueden permanecer sin fumar durante seis meses o más, en comparación con 7 de cada 100 que no recibieron recompensas como parte de su programa para dejar de fumar, muestran los resultados.
A las mujeres embarazadas les va incluso mejor con los incentivos, ya que 13 de cada 100 no fumaron durante seis meses o más, en comparación con 6 de cada 100 a las que no se les ofrecieron recompensas, encontró la revisión.
La evidencia sigue sin estar clara sobre cuánto incentivo es mejor para motivar a los fumadores.
«No teníamos suficiente evidencia para averiguar si ofrecer recompensas de diferente valor tenía un impacto en dejar de fumar», escribieron los investigadores.
California es el primer estado en ofrecer incentivos financieros para ayudar a las personas a combatir la adicción, anotó Hartmann-Boyce. Allí, a las personas se les ofrecen tarjetas de regalo de pequeño valor y otras recompensas a través de Medicaid para dejar de usar drogas como la metanfetamina y la cocaína.
Desde que California recibió la aprobación federal en 2021 para adoptar este enfoque, 14 estados más han seguido su ejemplo, dijo.
«Mucha gente tiene aversión a la idea de hacer pagos disponibles para las personas que usan sustancias, precisamente porque usan esas sustancias», dijo Hartmann-Boyce. «Pero nos beneficiaría a todos si más personas pudieran dejar de fumar».
«La otra percepción errónea común en torno a los incentivos financieros es la idea de que todas estas personas pueden dejar de fumar, y simplemente no lo hicieron porque no les iban a pagar», añadió Hartmann-Boyce. «En realidad, hay mucha evidencia que sugiere que esta intervención está actuando sobre los sistemas de recompensa psicológica en el cerebro, que sabemos que están muy involucrados con la adicción a la nicotina».
«Entonces, no es que estas personas pudieran haber renunciado de todos modos y luego se les pagó y decidieron hacerlo», continuó. «Muchas personas en estos estudios han intentado dejar de fumar muchas veces, realmente querían dejar de fumar y no pudieron hacerlo, y esto les ayudó».