Sábado, 23 de Noviembre 2024
Empresarios y otros representantes del mundo tecnológico, de servicios y cultural que se radicaron en el país vecino confían en la estabilidad y en una transición sin turbulencias después de los comicios del domingo
Quieren a Uruguay, y quizás incluso alienten a la selección uruguaya, la mítica Celeste, salvo que jueguen contra la Argentina, claro. Desde profesionales con varios años en este país hasta los emprendedores que se mudaron durante la última ola migratoria, los residentes argentinos están atentos al balotaje del domingo del que saldrá el nuevo jefe de Estado.
Pueden desempeñarse en la cultura, la tecnología, los servicios, la gastronomía… el rubro cambia, pero sus miradas tienen idéntica agudeza al referirse a lo que podría suceder tanto si gana los comicios el candidato del gobierno, Álvaro Delgado (centroderecha), como el opositor Yamandú Orsi (centroizquierda).
¿Cómo viven estas horas? ¿Esperan un volantazo al estilo argentino? ¿O creen que Uruguay se mantendrá dentro de sus previsibles coordenadas? ¿Será para mejor del futuro del país que eligieron para vivir, ellos y sus familias, y donde se desarrollaron o se reinventaron?
“Los cambios en Uruguay no son tan radicales como en otros países de América Latina, mismo en la Argentina. Así que si gana la izquierda o la derecha los swings en política no son tan grandes. Claro que depende del ganador puede tener un poco más de recaudación fiscal, un poco más de distribución, pero nada que altere realmente el orden de las cosas”, dijo un alto ejecutivo radicado en Uruguay desde 2021 con su mujer y sus hijos, y que prefiere que se resguarde su identidad.
“Curiosamente lo que sí era radical era el plebiscito que se estaba votando en las elecciones del 27 de octubre, que era la estatización de todo el servicio jubilatorio, algo parecido a lo que hizo [Amado] Boudou en su momento en la Argentina, que hizo un desastre con las jubilaciones de la gente, y que era una consigna muy populista. Pero eso se derogó, no lo aprobaron, lo que demuestra la racionalidad que tienen todos los jugadores en este país”, agregó.
Ese plebiscito, impulsado por la central sindical PIT-CNT y sectores minoritarios del Frente Amplio, fue severamente cuestionado durante la campaña por los candidatos de todos los partidos, incluso por el candidato del Frente Amplio, el moderado Yamandú Orsi. Nadie duda que las jubilaciones dejan mucho que desear, pero la manera en que pretendía reformarse el sistema, según una opinión unánime, era imposible de financiar, y ponía a la vez en entredicho la seguridad jurídica del país, uno de sus reconocidos baluartes.
Santiago Paz, un emprendedor argentino radicado hace 16 años en Uruguay, y con uno de sus hijos nacido en este país, coincidió en que “gane quien gane no van a pasar grandes cambios, más allá de algunas decisiones puntuales; acá hay tres poderes que se respetan, una institucionalidad que funciona; no es perfecta, pero es bastante sólida”.
Durante su conversación, Paz recordó varias veces con sentida admiración el cambio de mando entre Tabaré Vázquez y Luis Lacalle Pou, en 2019, donde asistió con su hijo para acompañar a los dos presidentes, el del Frente Amplio que se iba y el del Partido Blanco que entraba. En esa ceremonia no solo se pasaron la banda presidencial, sino que se trataron con absoluto respeto, más aún, con extrema calidez.
“Gane quien gane Uruguay siempre está primero, eso es impresionante. El 100% de los uruguayos pone al país antes que las personas. Yo creo que la gran diferencia que he visto entre un gobierno del Frente Amplio y del otro lado ha sido la legislación en materia penal, lo que tiene que ver con la delincuencia. Y por supuesto que nunca nadie desatiende lo social. Hay muchos acuerdos que ya son tácitos: Uruguay está primero, la gobernabilidad no se negocia, nadie quiere que se vaya el otro antes”, señaló.
“Tienen muy claro que son un país chico, un país de poca gente, y que entonces nunca van a poder generar un mercado exorbitante de nada, porque son pocos, y en cambio le ponen mucho valor a lo que ellos sí pueden dar como país, que es un ecosistema de negocios y de servicios a nivel global muy interesante. Tienen muchísimas leyes de promoción empresarial y de servicios. Yo trabajo en una zona franca que produce hasta el 6% del PBI”, subrayó.
Rafael Sánchez, presidente de la compañía de agua mineral Esencial, vive hace tres años en Uruguay y se sumó a los demás entrevistados en la certeza de que el país ha sido tan estable, y las reglas de juego han sido siempre tan claras y transparentes, que no se esperan sorpresas.
“No noto ni en el empresariado ni en la gente en general euforia ni preocupación. Es un acto democrático más que se toman con mucha seriedad, con mucho respeto. No hay ansiedad en la gente, que si gana éste o si gana aquél qué va a pasar. Yendo a mi empresa concretamente, en ninguno de los niveles, operativo, administrativo, comercial, la gente está preocupada por esta elección”, dijo Sánchez.
Sebastián Ríos Fernández no vive en Uruguay pero hizo de Uruguay casi su segunda casa. De hecho, en 2017 fue el segundo país donde invirtió de forma directa, al frente del Grupo Gastronómico RE, dueño de la marca Almacén de Pizzas.
Puso tres locales y lo ganó la sensación de ver que todos van para el mismo lado. “Y eso es lo que nos atrajo, decir que independientemente del partido político hay un consenso en cuando a que queremos ir por acá. Uno llegará por un camino, otro llegará por el otro, pero entendemos que el norte es el mismo”, comentó a LA NACION.
“Desde una mirada privada, del que tiene un local, un negocio, sentimos que por ahí el gobierno actual da como más herramientas para poder desarrollarse. Pero independientemente de quien gane, lo que pide el empresario pyme es libertad para trabajar y condiciones claras, básicamente eso”, agregó.
El gestor cultural José Miguel Onaindia, de respetada trayectoria en las dos orillas, tiene doble nacionalidad y dijo vivir esta elección con particular emoción. Tampoco espera sobresaltos, sino el respeto a las fortalezas institucionales para avanzar desde ahí.
“Es la tercera elección presidencial que vivo en Uruguay y la primera en la que ejerzo el derecho al sufragio, así que tiene un significado especial para mí. Estoy seguro que será una transición sin turbulencias por la calidad institucional que caracteriza al país. Hay una base de derechos, instituciones, certezas económicas que no serán alteradas por el resultado. Indudablemente, cada candidato representa ideologías e intereses distintos que según el resultado imprimirán al futuro gobierno su propio sesgo”, declaró.
“La conformación del Parlamento ya está resuelta y no se altera durante el próximo mandato porque no hay renovaciones de medio término. Si bien es más favorable para el Frente Amplio, que tiene mayoría en el Senado, la ausencia de mayoría en Diputados para ningún bloque anticipa un gobierno de construcción de consensos cualquiera sea el resultado”, explicó Onaindia, recién nombrado director de la Comedia Nacional uruguaya.