Martes, 09 enero 2024
Sin embargo, las autoridades españolas no dispusieron por el momento el uso de la mascarilla en la población en general.
El uso de barbijos y protección vuelve a ser obligatorio en España.
El uso de la barbijo volverá a ser obligatorio a partir de este miércoles en hospitales y centros de salud públicos de España ante el brote de virus invernales, en particular de gripe, informó el Ministerio de Sanidad de ese país.
España, que vivió la primera ola de la pandemia de covid-19 a principios de 2020, llevaba varios días estudiando la medida, con la que algunas regiones españolas no estaban de acuerdo.
Al término de una reunión con los representantes de las distintas regiones españolas sobre las «acciones coordinadas de salud pública ante estos picos epidémicos» se decretó la medida, indicó la cartera de salud española.
Sin embargo, el uso de barbijo -mascarilla en España- no será obligatorio en las farmacias, consignó la agencia AFP citada por Télam.
El viernes, la ministra de Sanidad, Mónica García, dijo en la red X que el gobierno español quería volver a obligar a usar barbijos ante el «notable aumento de infecciones por virus respiratorios».
Por su parte, los médicos llevaban alertaban sobre el aumento de casos de gripe, pero también de Covid-19 y de otros virus respiratorios.
Durante la pandemia de coronavirus, la obligación de llevar barbijos fue ampliamente respetada en España, donde el confinamiento fue uno de los más estrictos del mundo.
Un brote que preocupa en Estados Unidos
Desde hace semanas, Estados Unidos se encuentra en estado de alerta debido a la aparición de la Variante JN.1 de Covid, que ya representa aproximadamente el 44% de los casos en el país norteamericano, cuando el porcentaje divulgado por los expertos era de tan solo el 21% a mediados de diciembre.
La nueva variante no dista demasiado respecto de otras, ya que mayoritariamente presenta los síntomas típicos de la enfermedad: dolor de cabeza, perdida del olfato y el gusto, secreción nasal y dolores musculares. Sin embargo, los especialistas han detectado la aparición de dos nuevos efectos que están relacionados con problemas para dormir y ansiedad.
Por otra parte, según informa el diario estadounidense New York times, la JN.1 que surgió de la variante BA.2.86 y se detectó por primera vez en Estados Unidos en septiembre. Tres meses después, representa el 44 por ciento de los casos de Covid-19 a nivel nacional, lo cual fue un aumento comparado con el 7 por ciento de finales de noviembre, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los reportes que llegan desde el país del norte sostienen que la JN.1 no genera cuadros de gravedad en la mayoría de las personas, pero sí puede producir que el paciente sufra el rigor de los efectos del virus durante al menos tres o cuatro días.
Mientras tanto, los médicos continúan solicitando a la población que mantenga los cuidados para evitar la propagación de la nueva variante a través del uso de tapabocas, la ventilación de los espacios interiores, aplicarse las vacunas más novedosas que existan actualmente contra el Covid y aislarse en caso de padecer los síntomas típicos que tiene la enfermedad.
Nuevos síntomas
La rapidez con la que la JN.1 se ha expandido en las últimas semanas provocó que la Organización Mundial de la Salud la declarara «variante de interés». En este sentido, desde el organismo señalaron que, si bien la JN.1 aún no representa un problema de gravedad para la salud pública de la población mundial, las bajas temperaturas que afectan al hemisferio norte durante el invierno, pueden generar una ola de infectados.
Si bien la nueva variante fue descubierta en Estados Unidos, desde la OMS afirmaron que ya se detectó una gran cantidad de casos en países como Francia, Reino Unido, Portugal, India, España y China. En este sentido, nuevos estudios señalan que a la sintomatología habitual que presentan los pacientes, se agregaron dos nuevos efectos: la ansiedad y las dificultades para dormir.
Por otra parte, los reportes indican que otros síntomas típicos de la enfermedad, como la perdida del gusto y el olfato, ya no son tan frecuentes como se observaba en los cuadros presentados por personas infectadas a través de otro tipo de variantes.