Viernes, 06 enero 2023
“Estaban muy risueños y varias veces les llamamos la atención porque se reían”, afirmó un perito clave del caso ante los jueces. La próxima audiencia se realizará el lunes
09:05 Hs HOY
Los fiscales del caso (Ezequiel Acuña)
Llega el abogado defensor Hugo Tomei y su defensora adjunta Emilia Pertossi, junto a los fiscales Gustavo García y Manuel D’Avila.
Fuentes judiciales confirmaron a Infobae que once testigos declararán finalmente en la jornada, tras una lista original de 22. D’Avila le ofrecerá una explicación a los jueces sobre el cambio en la lista.
También llegó Sergio Viollaz, padre de Ayrton, uno de los ocho acusados y Tomás D’Alessandro, el amigo de Fernando que declaró en la segunda jornada. Será la tercera fecha del proceso que presenciará.
Hugo Tomei (Ezequiel Acuña)
Emilia Pertossi (Ezequiel Acuña)
Sergio Viollaz (Ezequiel Acuña)
09:51 Hs HOY
Andrea Ranno, testigo del caso (Ezequiel Acuña)
Andrea Fabiana Ranno, la empleada del Hotel “Inti Huasi”, quien “avistó la fuga de los acusados y dio aviso a personal policial” según el expediente, también arribó a la sala. Tomó asiento poco antes de las 10.
Los rugbiers ya se encuentran en sus asientos, hoy con sus bocas cubiertas por barbijos.
10:13 Hs HOY
Ranno afirmó que entre 4.45 y 5 AM del 18 de enero de 2020 (“puedo precisar el horario porque es cuando tengo que sacar la basura”) escuchó un murmullo y miró hacia la Avenida 3.
“Ahí vi un grupo de gente que estaba contra las rejas del súper. Pensé que estaban borrachos y que querían romper un vidrio, algo que pasa habitualmente en enero en Gesell. Volví a trabajar y a los segundos escuché pasos muy fuertes, llamativamente fuertes, en la arena. Me volví a asomar y vi un chico que venía casi trotando. De atrás lo seguían como ocho y diez chicos. Lo primero que pensé fue que los de atrás eran una patota que perseguían a los de adelante para dársela”, recapituló.
“‘Pará, espéranos’, le decían. Ellos no me vieron pero yo a ellos sí. Y los escuché: se venían riendo y festejando. Estaban contentos. ‘Le rompí toda la jeta’, dijo uno”. En ese momento, la testigo miró hacia Silvino y Graciela Báez Sosa y les pidió perdón a los padres. “Esto debe ser muy doloroso”, les dijo
Al igual que en la causa, Ranno comprometió a Máximo Thomsen al dar características que coinciden con él la noche del crimen. Lo describió como “sacado”, “fuera de sí”. “Iba con la cabeza baja y los puños cerrados y haciendo este sonido”, mientras la testigo golpea el piso con sus pies”. También identificó a Matías Benicelli como quien corría atrás, “el de rodetito”.
10:40 Hs HOY
Ranno deja la sala. Comienza la declaración del policía Lucio Daniel Pintos, cabeza de la Jefatura Departamental Pinamar de la Policía Bonaerense que encabezó el allanamiento a los rugbiers.
10:49 Hs HOY
La historia desconocida del allanamiento que terminó con los rugbiers presos y donde se encontró la sangre de Báez Sosa
El procedimiento ocurrió el mismo 18 de enero del crimen a las 10:30 en la casa que los acusados de Zárate alquilaban. Allí, se recuperó la zapatilla que Máximo Thomsen usó para patear en el cráneo a su víctima

La detención de los acusados a cargo de la Bonaerense.
Hoy viernes, en la quinta jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa que se celebra en el Tribunal N°1 de Dolores. se desarrollará un momento clave en la historia del caso: el allanamiento ocurrido a las 10:30 el 18 de enero de 2020 en la casa de Villa Gesell donde los diez acusados originales fueron arrestados. Para esto, fueron citados a declarar los policías que participaron en el episodio bajo las órdenes del fiscal Walter Mércuri.
El procedimiento ocurrió el mismo 18 de enero del crimen a las 10:30 en la casa que los acusados de Zárate alquilaban. Allí, se recuperó la zapatilla que Máximo Thomsen usó para patear en el cráneo a su víctima
Hoy viernes, en la quinta jornada del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa que se celebra en el Tribunal N°1 de Dolores. se desarrollará un momento clave en la historia del caso: el allanamiento ocurrido a las 10:30 el 18 de enero de 2020 en la casa de Villa Gesell donde los diez acusados originales fueron arrestados. Para esto, fueron citados a declarar los policías que participaron en el episodio bajo las órdenes del fiscal Walter Mércuri.
En ese allanamiento a la casa de dos plantas ocurrieron dos situaciones que marcaron la historia del caso. Allí, los rugbiers inculparon a Pablo Ventura como su cómplice, una acusación que resultó ser totalmente falsa. También, se halló la zapatilla negra cubierta de sangre que Máximo Thomsen usó para patear a Báez Sosa en el cráneo, mientras estaba indefenso en el piso.
En la casa, sobre la calle 202, a tres cuadras de Le Brique, se habían encontrado bolsas con ropa. Los peritos de medicina legal encontraron marcas en los puños de los acusados. Un rastro de cámaras había llevado a la Bonaerense hasta allí. Pero el hallazgo de la zapatilla cambió todo.
Un testigo clave de esa jornada rememora
“La casa que alquilaban estaba llena de policías. No se inmutaron cuando se leyó de qué los acusaba. No se inmutaron en general. Solo cambiaron su actitud cuando se encontró la zapatilla de Máximo Thomsen, manchada con sangre. Allí, se alborotaron. Varios de ellos comenzaron a mencionar a Ventura”.
La escena continúa un policía que agita la zapatilla con sangre y pregunta de quién es.
“De Pablito Ventura”, respondió uno, luego otro, caóticamente. Luego, uno de los rugbiers se convirtió en el portavoz de esa mentira.
En la audiencia de hoy viernes, un policía y un perito de alto rango de Policía Científica presentes en el allanamiento confirmaron bajo juramento ante los jueces que quien incriminó falsamente a Ventura fue el verdadero dueño de esa zapatilla: Máximo Thomsen.

Fideos con tuco: los rugbiers dentro de la casa, a días del crimen.
Ventura resultó ser inocente. La zapatilla, todo lo contrario: puede ser la prueba que lleve a Thomsen a una condena a prisión perpetua, junto con todos los testimonios que lo incriminaron gravemente esta semana en el juicio. Un experto, citado en la audiencia de hoy, tomó medidas de los pies de todos los acusados. La zapatilla negra fue peritada por la Policía Federal, con un análisis scopométrico. El ADN de Báez Sosa estaba en su puntera blanca, reveló otro análisis. El estudio scopométrico -que determina pisadas y marcas de pie, entre otros puntos- señaló inequívocamente al rugbier Thomsen: la pericia descubrió que la plantilla tenía la marca de su pie.
La historia completa de ese allanamiento se reconstruye con la transcripción del expediente, en ese entonces a cargo de Mércuri y luego bajo Verónica Zamboni, quien finalmente lo elevó a proceso. A las 10:30, tras el seguimiento de cámaras y la pista entregada por Andrea Ranno, empleada de un hotel de la zona, una delegación que incluía al jefe de la DDI Pinamar y al jefe comunal de Villa Gesell apareció en la casa. Abrió la puerta un joven al que reconocieron rápidamente por la colita en su pelo, que habían visto en los videos de las cámaras. Era Matías Franco Benicelli.
El sumario posterior notó algo insólito con respecto a Benicelli. Dos de los policías de la Bonaerense que declararon ayer aseguraron que tras el crimen, interceptaron a varios de los rugbiers frente al supermercado Marina y los dejaron ir, al no coincidir con las características que tenían. Uno de ellos, notaron al abrir la puerta, era Matías Franco. Entonces, le tomaron los datos. Dijo ser chapista de profesión. Ciro Pertossi fue el segundo en aparecer.
Así, rompieron. A las 10:36, los diez presentes ya estaban aprehendidos por el delito de homicidio agravado. A las 10:45, un móvil de Estación de Policial Comunal Villa Gesell Primera con dos efectivas llegaba para ayudar a esposarlos. A las 11:20 llegaba Christian Novelino, entonces jefe de la DDI de Dolores.
La casa vista desde el aire (Christian Heit)
Notaron que los rugbiers tenían varias lesiones compatibles con una pelea. Así, los policías tomaron a un testigo, un chico oriundo de Temperley.
Ante el testigo, Policía Científica marcó que Enzo Tomas Comelli “presenta hematoma sobre el labio inferior, mientras que el aprehendido Máximo Pablo Thomsen presenta presunto tejido hemático en su mano derecha, y el aprehendido Luciano Pertossi presenta escoriaciones en el cuello y axila izquierda, como también el aprehendido Lucas Pertossi presenta escoriaciones parte axila posterior derecha y axila frontal izquierda y el aprehendido Alejo Milanesi presenta escoriaciones lineal cara posterior del cuello y mano izquierda parte frontal”.
Dicho en simple, Thomsen tenía sangre en la mano que usaba para golpear. Ni siquiera se había lavado las manos. Poco después, secuestraban su auto, un Chevrolet Corsa.
Para ese entonces, los rugbiers -nunca se supo quién- ya habían manchado a Pablo Ventura, entregando la descripción del Peugeot 208. El allanamiento se extendió hacia la tarde. Para las 15 ya les habían incautado los teléfonos, el efectivo y sus tarjetas. Les hisoparon las uñas en busca de ADN y les incautaron la ropa que llevaban.
Al piso: rugbiers tras la aprehensión.
El reconocimiento médico posterior a Thomsen fue más detallado.
“Presenta pequeñas escoriaciones lineales en región malar izquierda, escoriaciones y equimosis en nudillos de mano derecha. Escoriación en tercio medio de brazo derecho. Escoriación en línea axilar posterior a nivel de la 6ta y séptima costilla de hemitorax derecho. Escoriación lineal en cara interna de brazo derecho. Que ello denota claramente, que esas lesiones fueron seguramente producto de la agresión proferida a Fernando Baez Sosa”, asegura el informe.
Había 19 pares de zapatillas en la casa, pero la de Thomsen, más allá de la sangre, fue sospechada desde el comienzo. Policía Científica estableció, todavía sin una pericia scopométrica, que la suela se asemejaba a la marca en la cara de Báez Sosa que fue vista en la autopsia.
11:04 Hs HOY
Ariel Pintos, jefe de la Departamental Pinamar y testigo en el caso (Ezequiel Acuña)
Pintos, el segundo testigo de la quinta jornada. detalló cómo identificaron a los agresores hasta llegar al momento del allanamiento de la casa donde se hospedaban. Destacó que fue de utilidad el video de la expulsión de los agresores,que proporcionó el boliche Le Brique y el video del supermercado donde fueron demorados unos minutos. El jefe policial contó que antes de dar con la ubicación de los imputados fueron domicilio por domicilio a lo largo de una cuadra de 120 metros. Finalmente, gracias a un comentario que le hizo Andrea Ranno, el hombre encontró el chalet.
“Golpeé la puerta y cuando me preguntaron quién era dije: ‘La policía. Salgan por favor’. Yo estaba junto con mi compañero, el comisario inspector Segovia, vi salir a uno, a otro. Entre el cuarto y el quinto ya me di cuenta de que eran los mismos diez que habían expulsado del local bailable. Por lo agresivos que eran se les impartió la voz de alto y se los obligó a tirarse al piso. Se comunicó a la fiscalía. Llegó el doctor Walter Mercuri -fiscal original del caso- y personal de DDI y de Policía Científica”, dijo.
La querella a cargo de Fernando Burlando le preguntó si recuerda algún tipo de manifestación sobre alguna persona que no se encontraba en el domicilio, una clara referencia a Pablo Ventura. Pintos dice que no. Sin embargo, el sumario policial que consta en la causa introduce a Ventura en el sumario del allanamiento “por averiguaciones”.
11:38 Hs HOY
El policía Mariano Orlando Vivas (Ezequiel Acuña)
Shock en la sala:
Mariano Orlando Vivas, policía que actuó en la causa, aseguró Máximo Thomsen manifestó que la zapatilla ensangrentada incautada en el allanamiento -y que luego se comprobó que le correspondía- pertenecía a Pablo Ventura.
El fiscal Juan Manuel Dávila le preguntó al testigo si mientras realizaban el allanamiento se involucró a alguna persona ajena a las que estaban allí. “Uno de ellos manifiesta que a Pablo Ventura”, dijo Vivas. “¿Sabe quién lo dijo?”, quiso saber el funcionario.
“Sí. Thomsen”, respondió.
Este dato no es parte del expediente, no figura en la elevación a juicio y la familia Ventura o los fiscales jamás lo supieron. Ahora, frente al tribunal de juicio, un testigo de primera mano revela la jugada más cobarde de los rugbiers tras el presunto asesinato de Pablo. Una fuente clave del caso había asegurado a este medio que varios de los imputados habían mencionado a Ventura, que fue uno en particular que actuó como portavoz de esta versión. Su nombre había eludido a la historia, hasta ahora.
Tomei preguntó al testigo por qué el nombre de Thomsen no figura en el acta, “No lo pusimos porque son unas manifestaciones que la fiscalía nos dijo que no pongamos”, aseveró.
12:18 Hs HOY
La casa que ocuparon los rugbiers al momento del crimen.
Julia Semsey es la siguiente testigo, la dueña del chalet donde se alojaron los rugbiers en Villa Gesell al momento del crimen.
En su declaración frente al TOC N°1, la mujer dijo que después del hecho le costó volver a alquilar la casa. “Esto fue un antes y después para nosotros. La gente rechaza este tipo de cosas, es algo que golpeó mucho a todos y bueno… son esas cosas que influyen en la energía del lugar”, sostuvo.
12:41 Hs HOY
Declara el sexto testigo de la jornada, Jorge Luis Stavrakis, jefe de la Comisaría N°1 de Villa Gesell.
Al ver diversos videos del ataque, ya conocidos, el comisario identificó a cinco de los imputados: Ciro Pertossi, Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi y Enzo Comelli. En un segundo video (que muestra la golpiza desde otra perspectiva) reconoció a Lucas, Ciro y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Máximo Thomsen y Enzo Comelli. Cerca de Fernando, ubicó a Máximo Thomsen y Ciro Pertossi.
Fernando Linchetta, comisario que participo de operativo de allanamiento, fue el siguiente testigo, sin mayores aportes.
13:11 Hs HOY
El juicio pasa a un breve cuarto intermedio.
14:26 Hs HOY
El cuarto intermedio llega a su final y reinicia la audiencia luego de que los jueces son los últimos en ingresar nuevamente a la sala en Dolores.
14:34 Hs HOY
Lorena Benítez, oficial de servicio de la policía, es la testigo número ocho del día. En su testimonio dio cuenta de que los imputados llegaron a la dependencia con sus pertenencias en una bolsa. “Por cada uno, una bolsa”, detalló al recordar aquel momento.
A continuación, no hubo preguntas y la mujer se retiró de la sala.
14:41 Hs HOY
Es el turno de Lautaro Alejandro Cuqueijo, testigo del procedimiento de la Policía Científica.
En el relato sobre aquel momento, el hombre recordó: “Cada vez que entrábamos a un cuarto, entraban los chicos y mostraban la evidencia: camisas, zapatillas, la zapatilla con sangre… El único que noté que estaba nervioso era el grandote, musculoso, creo que tenía bigote. Se puso a vomitar. Si no me equivoco es Máximo Thomsen”
“Estaba tranquilo, como rendido”, continuó Lautaro en su testimonio: “Cayó en lo que había pasado”.
¿Vos observaste si ellos -por el personal de la policía- preguntaban de quién era cada prenda?, le consultaron al testigo. “Sí, fue así. ‘¿De quién es esta camisa?’, decían. ‘Mía’”, respondió el testigo.
Minutos después, en su declaración, el testigo refirió que los imputados estaban esposados y afuera del domicilio.
14:49 Hs HOY
Ingresaron a declarar dos efectivos de la Policía Científica, Tamara Marruedo y Marcelo Díaz.
Marruedo, en el momento de ingresar a declarar en Dolores (Ezequiel Acuña)
15:27 Hs HOY
Luego de la declaración de Tamara Marruedo y Marcelo Díaz, le siguieron Heraldo Rebolo, Franco Marino Sivori y Amanda Nair Irurzun, efectivos de la Policía Científica y técnicos operarios de criminalística.
Tanto Rebolo, Sivori e Irurzun estuvieron a cargo de recoger pruebas en el domicilio de los acusados en Villa Gesell.
15:45 Hs HOY
Ingresó a la sala Hugo Martín Vázquez, personal de Policía Científica desde hace 20 años, también coordinador científico regional en el AMBA Sur.
En 2020 se desempeñaba como coordinador en el operativo Sol con base en La Lucila.
Hugo Martín Vázquez, efectivo de Policía Científica (Ezequiel Acuña)
15:53 Hs HOY
“En el momento del allanamiento no sabíamos de quién era cada prenda. Lo que hicimos fue preguntar. Ellos se mostraban muy risueños. No tenían objeción al responder. Es más, tuvimos que llamarle la atención varias veces para que no se rieran, porque nosotros estábamos trabajando en algo serio”, agregó Vázquez sobre cómo se comportaron los rugbiers durante el allanamiento realizado por la Policía Bonaerense.
“Fuimos al domicilio con la directiva de secuestrar prendas con presunto tejido hemático en la vivienda. La dinámica era la siguiente: secuestrábamos una prenda, consultábamos grupalmente de quién era y contestaban ‘del dueño’. En un momento secuestramos no un par, sino una zapatilla negra marca Cyclone. Ahí uno de los imputados dijo que pertenecía a Pablo. ‘¿Qué Pablo?’, preguntamos. ‘Pablo Ventura’, dijo”, detalló luego en su relato.
Cuando fue consultado acerca de qué persona dijo eso, Vázquez respondió: “Esa persona fue el ciudadano Thomsen”.
15:58 Hs HOY
La audiencia terminó.
Así, finaliza la primera semana del juicio.
Habrá un receso hasta el próximo lunes, cuando comenzarán a declarar los forenses que intervinieron en el expediente.