Sábado, 22 de Marzo 2025
El exgobernador calificó la alianza de «embrollo» y afirmó que «se han perdido los valores del partido».
Roberto Iglesias, exgobernador de Mendoza y referente histórico de la Unión Cívica Radical (UCR), ofreció un análisis en Radio de la política argentina actual. Esto se da en un contexto particular ya que la UCR anunció recientemente una alianza política con el GEN y el Partido Socialista para competir por la Ciudad de Buenos Aires en las elecciones intermedias. La alianza recibió el nombre de «Evolución», sello propio del senador con una crítica focalizada en el gobernador actual Jorge Macri.
Al respecto, Iglesias dijo que «ya no es extraño este embrollo. Es lo que sucede hoy en la política argentina. Lo que pasó en CABA va a suceder en el resto de las provincias. Se perdió la política y los partidos políticos».
«Hoy ya casi no existen dirigentes políticos. Quzás Lilita Carrió o Myriam Bregman que mantienen una postura. Los demás se han paseado por todos lados. Esto pasa en nación y pasa en las provincias donde todo el mundo se paseó por distintos espacios y distintos lugares», explicó Iglesias.
En este sentido, agregó que «hoy los dirigentes solo miden encuestas y se montan en lo que creen que opina la gente en determinado momento… y por eso los vemos saltar de un lado para el otro. El radicalismo no escapó a esto».
La contundente opinión del exgobernador sobre el estado actual de la UCR: «El radicalismo al que yo me inscribí era un partido que tenía ética y valores. Eran cuestiones que nos hacían y nos identificaban con el pensamiento krausiano que buscaba la ética en la política, básicamente. Esto hoy no existe. Van para un lado, van para el otro. Y al peronismo también le pasa lo mismo».
El exgobernador reconoce otro problema fundamental en la representación política de la actualidad. Argumenta que, para lograr una política más sana en democracia, es necesaria la figura del «ciudadano activo», uno «involucrado» en la actualidad que «realmente se fije en quién vota».
«La realidad es que la gente esto no lo vislumbra. Un ejemplo: En el 2007, la gente votó a CFK. Dos años después votaron en contra después del escándalo de la 125. Todos pensamos que ella estaba acabada… pero pasaron dos años más y en el 2011 la volvieron a votar en abundante mayoría. ¿Qué cambió? Yo no sé. Es por esto que los políticos se van a donde vaya la gente. Es lo que termina sucediendo», argumentó.
Iglesias identifica que este problema hace que el pensamiento y la ideología queden relegados a un papel secundario en la política. «Y por eso la estructura del radicalismo como partido hoy no existe. Sí que dirigente que se dicen radicales pero toman sus propias decisiones en función de lo que creen conveniente», agregó.
Así es como llega a una conclusión final: «El ciudadano termina padeciendo todos estos males… pero la ciudadanía tampoco es inocente. Si la ciudadanía permite ciertos escándalos, es obvio que van a volver a pasar. Pasó con los bolsos de Antonini Wilson en el 2007… todos vimos las valijas y los seguimos votando. Pasó hace poco con el presidente y la estafa de la criptomoneda. Todos lo vimos, pero la dejamos pasar y a nadie le importa. En los países que funcionan le estarían pidiendo explicaciones al presidente».
«Tenemos que exigirles a los políticos lo que queremos que hagan», concluyó.