Sabado, 22 octubre 2022
Este mes recuerda la llegada de Colón a América, que como bien se sabe, no era español. El olvido de que la historia debe ser interpretada con la mirada del momento en que se desarrollan los hechos y no con la actualidad. Cuáles fueron las tribus que dominaban en el actual Reino de España hasta la invasión romana y cuándo se produjo el mayor movimiento migratorio español a la Argentina y cómo se distribuyeron por provincias
Octubre nos trae recuerdos sobre Colón. Para algunos un gran hombre, visionario que fue un adelantado de su tiempo, hasta el Papa Pío IX estaba interesado a que se abriera la causa de canonización del almirante de la mar océano (aunque, luego quedó solo en buenas intenciones). Para otros, un genocida, que habría que borrar de la historia o mejor aún, marcar en los libros su misión de destrucción del continente por él llevada a cabo. A raíz de esto en muchos países se tiraron abajo sus estatuas o, como ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires, se la quitó del centro de la metrópoli. Olvidando que la historia debe ser interpretada con ojos del momento histórico en el cual aconteció un hecho y no juzgarla con parámetros del S. XX.
En muchos países se tiraron abajo sus estatuas o, como ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires, se la quitó del centro de la metrópoli.
Colón arriba a la futura América el 12 de octubre de 1492. Ese día es recordado por la historia y ahora se ha cambiado el sentido de la recordación, sí. Así lo explica el comunicado del gobierno de la nación Argentina en referencia al cambio del significado de esta fecha: “El día 12 de octubre se conmemora el “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, promoviendo así el análisis y reflexión histórica, el diálogo intercultural, el reconocimiento y respeto por los pueblos originarios que se encuentran en el territorio de lo que hoy es la Nación Argentina. Recordemos que hasta el año 2010, esta fecha se denominaba “Día de la Raza”, aludiendo a la llegada de Colón y la corona española al territorio continental.
A partir de 2010, nuestro país decide cambiar el nombre anterior por “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, dando así un nuevo significado que respete y sea coherente con lo que dicta nuestra Constitución Nacional, Tratados Internacionales y distintas declaraciones de Derechos Humanos enfocadas en las diversidades étnicas y culturales. De esa forma, se establece un cambio de paradigma y se da espacio al reconocimiento de una identidad múltiple y una valoración de la inmensa cantidad de culturas originarias que conviven hace siglos en estos territorios”.
Durante mucho tiempo, Cristóbal Colón explicó sus planes por varias cortes europeas. Cuando estaba por viajar a Inglaterra, fue recibido por los reyes católicos.
Colón, como todos ya sabemos, no era español. Fue buscando patrocinantes para su empresa hasta que los halló en los reyes de Castilla y Aragón. Lo que ocurrió después, es historia conocida. Y este hecho que marcó a fuego la historia de la humanidad, sus ecos, sus resonancias, llegan a nuestros paladares y nuestras mesas, casi cotidianamente. Antes de llegar a la mesa de los argentinos, debemos comprender un poco, a vuelo de pájaro, sobre la historia de la península ibérica, los celtas y las regiones de España; la España a la cual recurrió Colón para pedir ayuda a su temeraria empresa.
El actual reino de España, antes de la invasión romana estaba compuesto por tres grandes tribus o etnias: los tartessos, íberos y celtas. La tribu con mayor extensión eran los íberos y de allí que los romanos darán el nombre a la península. A diferencia de otros conquistadores, los romanos, asimilaban la cultura del lugar al que conquistaban, por tanto; si bien eran subyugados; mantenían sus tradiciones, comidas, lenguas y dioses.
Estas etnias con los pasos de los siglos crearon reinos y feudos, con sus propias tradiciones, lenguas y culturas. Por ejemplo los gallegos junto con los asturianos formaban parte del “Arco Atlántico-Celta” junto a Bretaña, Irlanda, Escocia, Gales y Cornualles.
Dejando de lado que lo que hoy forma la República Argentina fue un territorio asimilado por la corona de España, que dio a toda América el título de “provincias de ultramar” (nunca fuimos colonias) los adelantados españoles trajeron sus costumbres y por tanto su comida.
La sidra, que llegó a la Argentina de la mano de los asturianos y gallegos, es de origen celta (Getty Images)
Pero la gran exposición de la hispanidad en nuestro territorio, no fue en la época del Virreinato, sino entre el S. XIX y XX. La península ibérica atravesaba momentos terribles entre guerras y hambrunas, por tanto, ir a América era el norte de muchos. Y a tres ciudades: Buenos Aires, La Habana, y Nueva York.
A la Argentina la mayor inmigración se dio de los habitantes provenientes de Galicia. Fue la mayor corriente inmigratoria de la historia con casi un millón de personas que dejaron Galicia. Al punto tal que la ciudad de Buenos Aires, es denominada: “la 5ta. Provincia gallega” junto con La Coruña, Ourense, Vigo y Pontevedra. La inmigración procedente de Galicia ha sido tan importante que en la actualidad todos los inmigrantes españoles, sin importar su origen, a menudo son referidos como “gallegos”. Los argentinos tendemos a simplificar los temas inmigratorios: los que provienen de oriente son chinos, los judíos son rusos, los libaneses, sirios y armenios son turcos. ¿A qué se debe esa falta criteriosa de simplificación? Los primeros judíos que llegaron en masa provenían de la Rusia zarista, por tanto poseían pasaportes rusos; los inmigrantes que venían de Armenia tenían pasaporte del imperio Otomano; de allí las simplificaciones, muchas veces poco felices.
Pero no eran solo habitantes de la región de Galicia los que llegaron a estas costas sino de toda España en las siguientes proporciones: andaluces, entre el 15 y 20%. Provienen sobre todo de las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Huelva, Jaén y Málaga y se establecieron en su mayoría en Buenos Aires y La Plata, también en Tucumán, Salta, Mendoza y San Juan, que poseen un clima similar al de Andalucía, donde se dedicaron al cultivo de la vid y el olivo y a la producción de vino, también dedicándose a la horticultura.
El cultivo del olivo y de la vid fueron actividades realizadas por los españoles en varias provincias argentinas REUTERS/Jennifer Lorenzini
Los asturianos, en el sur y en las provincias andinas dada la similitud de los paisajes con Asturias. Los de las islas baleares, en el centro de la provincia de Bs. As., los catalanes se radicaron en la ciudad de Buenos Aires, Tucumán y de Rosario. Los de Castilla- La Mancha, en Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Entre Ríos, dedicándose principalmente al trabajo rural en las plantaciones. La Argentina es el país que alberga la segunda comunidad de catalanes más numerosa del mundo, siendo el hogar de aproximadamente entre 32.000 y 174.000 catalanes.
Dado que la mayor inmigración fue de Galicia, estos trajeron su cultura culinaria y sus tradiciones, algunas compartidas con los asturianos dadas las raíces Celtas de ambas comunidades.
La empanada gallega, como su nombre lo indica, la incorporaron a la mesa argentina los inmigrantes originarios de Galicia
Ambos reclaman ser los cimientos de la hispanidad: los asturianos porque nunca a estas tierras llegaron a ser conquistadas por los “moros” y de ella y gracias al Rey Pelayo y a la Virgen de Covadonga, comienza a instalase dos temas: el criterio de pertenencia al ser hispano y la reconquista (aunque muchos actuales historiadores y con amplios fundamentos echan por tierra el mito de Pelayo y Covadonga). Lo cierto es que el rey de España, antes de asumir la corona, es el “príncipe de Asturias” y de esa forma mantendrían cierta línea de linaje puro hispánico más mítico que real. Y los gallegos porque el Apóstol Santiago, amén de ser sepultado en las tierras de la península, (lo que otorga una bendición especial a estos lares) y que toda Europa peregrine hacia este santuario…ayudó a vencer a los moros en la batalla de Clavijo en la que los cristianos estaba perdiendo pero el apóstol se apareció los cristianos comenzaron a gritar: “Santiago y cierra España” , por tanto el rey de España el 25 de julio va a Compostela a realizar la ofrenda al apóstol.
La ensaimada tiene su origen en la isla de Mallorca
Pero todos los grupos trajeron sus comidas: los gallegos la empanada gallega, pulpo a la gallega, el vino al estilo de Ribeiro o Ribeira sacra; los valencianos: los buñuelos; los castellanos: los churros; los de Mallorca, la ensaimada y los asturianos, la sidra. Y la sidra, llego a la actual Asturias por medio de la cultura celta, como así llegaron los viñedos al ribeiro en Galicia. Antes de la llegada de los romanos los Astures tomaban un brebaje llamado “zytho”. Ya mencionada por Plinio el Viejo en su famoso texto “Naturalis Historia”. De allí se comienza a desarrollar la historia de la sidra. “Sicĕra” (se pronuncia SICHERA) que es como los romanos llamaran a esta bebida realizada con manzanas y que traducido el término significa “bebida que embriaga”. La Argentina es muy diferente a la sidra Asturiana dado que la nuestra es dulce y la asturiana es seca. Pero vale la pena recordar que cada vez que bebemos un vaso de sidra, nos remontamos a la tradición Celta de la península ibérica, que no es poco.
Así podemos observar como la llegada de Colón a las tierras de la futura América, posee relación directa con la mesa de los argentinos, y de muchos de los países que componen América Latina.