Sabado, 30 noviembre 2024
La psiquiatra estadounidense que trató al ex One Direction le indicó a Rogelio Nores en un email que la mezcla del antidepresivo Zoloft con alcohol podría ser fatal. La familia de la víctima presentó una querella. Audiencia clave en Tribunales para el futuro del caso
Geoff Payne, padre de Liam Payne, frente al altar que hicieron las fans en la puerta del hotel
En sus encuentros con la Justicia argentina, Geoff Payne, padre de Liam Payne, aportó la pieza principal para construir la acusación contra el empresario Rogelio Nores, imputado por el fiscal Andrés Madrea por el abandono seguido de muerte de su hijo, además del suministro de estupefacientes. La pieza es un email que data del 16 de septiembre de este año, parte de la imputación del fiscal Madrea, encargado de esclarecer el fallecimiento de Payne, ocurrido un mes más tarde, cuando cayó del balcón del tercer piso del hotel CasaSur de la calle Costa Rica en el barrio de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, para caer contra la base de cemento de una sombrilla de jardín, donde se fracturó la base del cráneo, la herida que le costó la muerte.
Liam había comenzado a beber whisky a las 6 de la mañana de aquel día, según reconstruyeron los investigadores en base a información recuperada de registros del hotel. Luego bebió champagne con las prostitutas de las localidades bonaerenses de El Talar e Isidro Casanova que citó a su habitación, con las que tuvo sexo y luego protagonizó un pequeño escándalo en el lobby al no pagarles. Consumió cocaína a lo largo del día; el análisis toxicológico practicado por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema reveló metabolitos de la droga que indican un consumo de, al menos, dos horas antes de la muerte. La droga estaba en su orina, su sangre, en su contenido gástrico, en sus fosas nasales. El análisis toxicológico también reveló otra sustancia: la sertralina, un potente antidepresivo, comercializado en Estados Unidos bajo la marca Zoloft.
La sertralina, según la pericia toxicológica, estaba presente en la sangre y en el contenido estomacal de Liam al momento de su muerte. El consumo de alcohol junto con la sertralina está gravemente contraindicado; puede llevar a alucinaciones, incluso a ideaciones suicidas.
El mail que aportó Geoff Payne a la Fiscalía N°34 conducida por Madrea fue escrito por la neuropsiquiatra de Miami que trató a su hijo a lo largo de este año. En el mensaje, la neuropsiquiatra se desligaba del tratamiento, asegurando que era imposible acompañar a Liam en sus crisis. También, que la mezcla de sertralina con alcohol podría ser fatal.
El destinatario original de ese correo, según la Justicia argentina, fue Rogelio Nores.
Liam PayneSe intentó dialogar esta semana con Nores, así como su abogado defensor. Ambos se negaron a comentar. En paralelo, fuentes muy cercanas al empresario apuntaron que Payne era “solo un amigo” al que “había conocido años atrás en Inglaterra” y que simplemente lo acompañaba. Madrea sospecha lo contrario; que Nores no era solo un chaperón, sino un manager de facto, con un interés en su posible regreso a los escenarios. En su estadía en Argentina, Nores acompañó a Payne en un importante hotel cinco estrellas de la zona de Recoleta, de donde fue echado, luego en un departamento de la calle Armenia -que fue allanado por la Justicia-, más tarde en un club de polo y finalmente en el hotel CasaSur, donde Payne se registró al filo de la medianoche del 13 de octubre.
Según la acusación, Nores habría controlado los gastos de Payne, proveyéndole dinero para comprar drogas y autorizando pedidos de whisky y champagne reportados desde el front desk del hotel, con “días permitidos” para beber y drogarse, a pesar de la indicación estricta de la neuropsiquiatra. Incluso, Nores se habría convertido en un intermediario en la comunicación entre Liam y su familia.
Curiosamente, estas fuentes cercanas a Nores aseveran que el empresario conoció a la especialista “una vez”.
Hoy, la familia Payne es querellante en la causa, a cargo del Juzgado N°34 de Laura Bruniard, representada por el estudio Marval O’Farrell Mairal, según confirmaron fuentes judiciales. La causa misma está en un impasse, lo que impide que, por ejemplo, que Nores sea indagado, así como Braian Paz y Ezequiel Pereyra, acusados de proveerle droga al ex cantante de One Direction.
Este impasse se trata, básicamente, de la letra de la ley.
Liam Payne y Rogelio Nores
Qué pasa en el expediente hoy
La jueza Bruniard se declaró incompetente para investigar el caso a comienzos de este mes. El motivo: la acusación de abandono seguido de muerte no corresponde al fuero de instrucción, al que pertenecen Madrea y Bruniard, sino al contravencional porteño.
Madrea apeló este planteo, considerándolo prematuro. El fiscal, que llevó adelante una de las mayores tareas investigativas de los últimos años, con el análisis de 800 horas de filmaciones de cámaras de seguridad y testimonios clave, asegura que la causa continúa y que, tal como se dijo, podría tener nuevos imputados. El fiscal plantea como hipótesis una posible culpa de los empleados del hotel que asistieron a Liam en su crisis final, luego de que Nores y las prostitutas abandonaran el lobby del CasaSur. El empleado que llamó al 911 para anunciar la crisis que explotaba aseguró que Liam estaba en “una habitación con balcón”.
Esto, en los cálculos de los investigadores, podría constituir un homicidio culposo. ¿Por qué, entonces, no lo retuvieron en el lobby a la espera de la ambulancia?
Para determinar esto, se deben concluir las pericias a la computadora principal de la recepción del CasaSur, así como a teléfonos de los empleados del lugar.
La narrativa de las fuentes cercanas a Nores intenta girar la posible culpa hacia los empleados del hotel de cara a esta chance, afirmando, incluso, que Liam intentó escapar, cuando los forenses determinaron que estaba, en el mejor de los casos, en un estado de semiconciencia al momento de su muerte. Una imputación de homicidio culposo, sin embargo, no aliviaría la situación del empresario.
Este lunes próximo, la Cámara Criminal y Correccional celebrará una audiencia para tratar la apelación.
El jueves último, Nores se presentó en el Juzgado N°34 con una sonrisa. Llevó una docena de medialunas para el personal del lugar. Intentaba recuperar el teléfono y la laptop de una mujer. Los aparatos habían sido incautados en un allanamiento a su casa. Según Nores, la mujer no estaba “ni siquiera mencionada en la causa”. Las medialunas fueron gentilmente rechazadas.