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El Mendozazo: a 53 años de la protesta mendocina que marcó la historia

Abr 4, 2025

Viernes, 4 de abril de 2025

En 1972, una multitud salió a las calles en una protesta histórica contra el ajuste en Mendoza. Esta revuelta social dejó su huella en la política y en la memoria de todos los argentinos.
El Mendozazo: a 53 años de la protesta mendocina que marcó la historiaLas columnas de protesta frente a la Casa de Gobierno. Manifestación en el Centro Cívico.

El 4 de abril de 1972, Mendoza vivió uno de los episodios más significativos de su historia reciente. Fue el epicentro de una de las puebladas más importantes de la historia argentina. Una provincia golpeada por la crisis económica, un pueblo cansado de injusticias y un gobierno que respondía con represión. Ese fue el escenario del histórico «Mendozazo«, la manifestación multitudinaria que sacudió los cimientos del poder y dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.

A 53 años de este movimiento de protesta, recordamos su impacto en la política provincial, su lucha contra la dictadura de la época, y cómo esa revuelta sigue siendo un referente de la resistencia popular. Fue una expresión de descontento ante las políticas económicas que incluyeron un aumento del 300% en la tarifa de electricidad y que dio lugar a una resistencia masiva que traspasó los límites de la provincia.

El Mendozazo dejó imágenes imborrables en la historia provincial.

El pueblo de Mendoza salió a la calle tras la consigna inicial de «No pague la luz» y en cuestión de días, barrios enteros fueron escenario de cacerolazos, bloqueos y enfrentamientos con la policía. El martes 4, pese a la prohibición de las autoridades militares, se concentró una masa heterogénea que contó con la presencia de más de 20 mil trabajadores frente a la Casa de Gobierno y al edificio de Agua y Energía. La represión por parte del gobierno de Francisco Gabrielli fue violenta y se cobró vidas: un comerciante, un estudiante y un periodista fallecieron a causa de la brutalidad policial, lo que solo incrementó la indignación.

Un contexto de crisis social y política

Corrían los años de la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse y Mendoza era gobernada por el interventor Francisco Gabrielli, un hombre de confianza del régimen que impulsó medidas de ajuste que generaron un fuerte descontento en la población. La economía nacional y provincial estaba en crisis, con una inflación galopante, desempleo y pobreza que afectaban a los sectores más vulnerables. En ese marco, las tarifas eléctricas provinciales aumentaron un 300%.

Mendoza se convirtió en epicentro de un estallido social de trascendencia nacional.

El malestar social ya era palpable: los docentes habían iniciado un paro y las huelgas generales se multiplicaban. Por lo que cuando se implementó el «tarifazo», distintos sectores de la sociedad, desde estudiantes hasta productores agropecuarios, decidieron salir a la calle a protestar. Otro de los detonantes fue el aumento del boleto de colectivo, otra medida que golpeó especialmente a los trabajadores y estudiantes.

Además, el contexto de este levantamiento no puede ser entendido sin considerar las luchas previas a nivel nacional entre 1969 y 1972. Movimientos como el Cordobazo, el Rosariazo, el Tucumanazo ya habían mostrado la insatisfacción social ante el autoritarismo y la falta de respuestas a las necesidades del pueblo. Estas protestas populares fueron clave para la caída del gobierno militar y el regreso de la democracia en 1973.

El Cordobazo de 1969 es una de las manifestaciones más recordadas de la historia argentina. 

En Mendoza, la movilización no solo fue contra el aumento tarifario, sino también contra un sistema político que mantenía a la clase media argentina atrapada en un mar de frustraciones.

Lo trágico de aquellas jornadas mendocinas es que comenzaron como una movilización pacífica y derivaron en una violenta represión policial. Los carros hidrantes «Neptuno» marcaban con agua azul a los manifestantes para identificarlos más tarde y detenerlos. La protesta dejó un saldo terrorífico: tres personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad. Sus nombres fueron el canillita Ramón Quiroga, la comerciante Susana Gil de Aragón y el estudiante Luis Mallea.

Manifestantes protestan en la puerta de Agua y Energía en aquel abril de 1972.
Foto: Diario Mendoza, 03/04/1972.

El legado de la protesta

En 2006, al cumplirse 34 años de la protesta, se repuso el documental «Mendozazo» en la Universidad Nacional de Cuyo, buscando reconstruir ese pasado y articularlo con el presente. En él, testimonios de protagonistas como Juan Moyano, un electricista que marchó aquellos días, recuerdan la angustia de una provincia sumida en la crisis. «La crisis era total, la producción no tenía precio, y los agropecuarios estaban desesperados», recordó Moyano.

El «Mendozazo» tuvo un impacto profundo en la política provincial y nacional. Si bien la revuelta no logró cambiar la estructura de poder de inmediato, sí dejó claro que la sociedad argentina había despertado para responder a las injusticias del régimen. Además, la protesta fortaleció la organización de los sindicatos y de los movimientos estudiantiles en la provincia, dejando un legado de lucha social que perduró en las décadas siguientes.

Barricada en Guaymallén. Diario Mendoza 08/04/1972.

El recuerdo de este movimiento histórico resuena aún en las movilizaciones actuales. En 2019, por ejemplo, las asambleas en defensa del agua y los bienes comunes, frente a la amenaza de la megaminería, bautizaron su protesta como el «Mendozazo» del agua», como homenaje a aquella jornada de lucha.

Es por esto que hoy, más de cinco décadas después, el «Mendozazo» sigue siendo un símbolo de unidad y esperanza. A pesar de la represión, la protesta tuvo un triunfo significativo: el gobierno anuló el aumento tarifario.

El reclamo docente en el «Mendozazo». Diario Mendoza 05/04/1972

Una página en la historia que no debe dejar de releerse

El «Mendozazo» no fue solo una revuelta contra el aumento de tarifas: fue una expresión de un pueblo que se negó a aceptar una injusticia. Más allá de las consignas de aquel entonces, dicha protesta dejó una enseñanza de organización y un recordatorio de la capacidad del pueblo mendocino para unirse y luchar por lo que cree justo. Las demandas de la clase media argentina de los años 70 pueden parecer lejanas, pero las lecciones del «Mendozazo» siguen siendo válidas en la búsqueda por un país más justo nunca deben olvidarse.

 

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