Miércoles, 25 de Septiembre 2024
El Festival de San Sebastián celebró este martes un acto de apoyo al cine argentino contra las medidas de desmantelamiento de la industria de Javier Milei.
El Festival Internacional de Cine de San Sebastián, uno de los eventos cinematográficos más prestigiosos del mundo, fue testigo de un emotivo acto de apoyo al cine argentino este martes. Durante la 71ª edición del festival, un grupo numeroso de cineastas, actores y actrices argentinas alzó su voz en protesta contra las políticas de Javier Milei que, según los manifestantes, podrían significar el desmantelamiento completo de la industria cinematográfica del país.
«En esta edición del festival hay 26 películas argentinas, pero en la próxima probablemente haya cinco, dos o ninguna», afirmó la directora Lola Arias en representación de los artistas argentinos. Arias, reconocida directora y una de las voces más activas en la protesta, expresó su preocupación ante las medidas que, según ella, dejarán sin apoyo económico y cultural a la cinematografía argentina.
El acto se realizó en las escaleras del icónico cine Kursaal, donde el actor Leonardo Sbaraglia y los directores Diego Lerman e Iair Said, junto con otros cineastas y miembros del elenco de la película Reas, se unieron a la manifestación portando una gran bandera argentina. Con cánticos como «La patria no se vende», los manifestantes dejaron claro su descontento con el gobierno de Milei y las políticas que creen que afectarán gravemente a la producción cinematográfica nacional.
El apoyo a la industria cinematográfica argentina no solo llegó por parte de los artistas. José Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián, pronunció un fuerte discurso en defensa del cine argentino, criticando las políticas propuestas por Milei. “El Festival de Cine de San Sebastián, como manifestación cultural que es, no puede permanecer al margen del desmantelamiento de una cinematografía nacional por parte de un gobierno que justifica a una dictadura militar que asesinó a miles de ciudadanos”, señaló.
Rebordinos también enfatizó que el apoyo a la industria argentina no es una intromisión política, sino una defensa de la cultura. Recordó que el festival ha colaborado con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina bajo distintos gobiernos, y que bajo todas esas administraciones, la industria cinematográfica del país logró florecer y consolidarse como una de las más importantes de América Latina.
“Las medidas del actual gobierno ponen en peligro no solo la producción cinematográfica, sino otras manifestaciones culturales del país. Es un ataque directo a la identidad nacional”, remarcó Rebordinos.
La actriz Maricel Álvarez, quien participa en la película La llegada del hijo, destacó el papel del cine como puente entre culturas, un medio que permite el diálogo y el entendimiento entre distintos países. Con 16 películas y 10 proyectos argentinos en diferentes secciones del festival, la presencia del país es innegable. Sin embargo, Álvarez advirtió sobre un futuro incierto: “El año próximo podríamos tener cinco, dos o ninguna película argentina aquí. Imaginen lo que eso significa para los cines en Argentina, sin películas nacionales que proyectar”.
Álvarez y otros artistas recalcaron que el desmantelamiento de la industria cinematográfica forma parte de una «guerra cultural» que no beneficia a nadie. “El cine es una moneda de cambio más en esta guerra, y mientras tanto, el país sigue sumido en una crisis económica que agrava la situación”, añadió.
La actriz María Alché, protagonista de Cuando las nubes esconden las sombras, criticó duramente las políticas culturales del gobierno de Milei, describiéndolas como una agenda «ultraliberal» que busca destruir la memoria y la soberanía cultural del país. “Se nos vende como libertad, pero lo que están haciendo es destruir nuestra memoria”, lamentó.
Alché destacó la importancia del cine como una herramienta para preservar la identidad nacional y remarcó el rol del Estado en la creación de condiciones propicias para la producción cultural. “La lucha por el cine argentino es una lucha por nuestro futuro”, concluyó, arrancando una ovación del público presente.
Leonardo Sbaraglia, uno de los actores argentinos más reconocidos internacionalmente, también expresó su preocupación por el futuro del cine argentino bajo el gobierno de Milei: “Es un sector del que el país debería sentirse orgulloso, pero en lugar de eso, lo están destruyendo”.
Además de las voces críticas, el Festival de San Sebastián es de suma importancia para el cine argentino, con películas como El hombre que amaba los platos voladores y Los domingos mueren más personas participando en la Sección Oficial y Horizontes Latinos, respectivamente. También destacan producciones como El lugar de la otra, El llanto y Quizás es cierto lo que dicen de nosotras, entre muchas otras.