Sabado, 30 noviembre 2024
El Gran Premio qatarí es uno de los más exigentes del calendario por sus altas temperaturas y su humedad. El abandono de Sargeant, los vómitos de Ocon y la frase de Russell.
El Gran Premio de Qatar tendrá su tercera edición.
A los argentinos se les escapa una mueca cuando oyen que Franco Colapinto correrá en Qatar, a solo 13,7 kilómetros del Estadio Lusail en el que Lionel Messi y la Selección argentina hicieron feliz a tanta gente. Colapinto se enfrenta a sus dos últimas carreras de la temporada y nadie sabe cuándo el país volverá a verlo arriba de un auto de Fórmula 1, ya que las negociaciones por su futuro aún no llegaron a una conclusión. El primero de esos dos desafíos será nada menos que el nocturno Gran Premio de Qatar, uno de los más exigentes del calendario, que se caracteriza por un calor sofocante y temperaturas extremas y que el año pasado fue testigo de abandonos, vómitos y pilotos cerca del desmayo.
El Gran Premio de Qatar se realizó por primera vez en 2021, ya que a raíz de la pandemia de Covid-19 Australia no pudo albergar el suyo y la Fórmula 1 halló en Asia una solución. Lewis Hamilton fue el ganador de esa edición, una marcada por el calor y las quejas de los pilotos. En 2022, no se llevó a cabo porque Qatar estaba paralizada por la Copa del Mundo de fútbol y el año pasado volvió a correrse, con victoria de un Max Verstappen que ya era campeón con Red Bull. Otra vez, la carrera estuvo marcada por las luchas de los pilotos contra el clima, la humedad y el sofocamiento. De hecho, Logan Sargeant, a quien justamente reemplazó este año Colapinto en Williams, tuvo que abandonar en la vuelta 42 por “deshidratación”, mientras afuera del auto hacía 40º grados de calor y había un 70% de humedad.
No fue el único que la pasó mal, claro. El mismísimo Fernando Alonso, durante la carrera, le dijo por radio a su equipo de Aston Martin: “El asiento está ardiendo. ¿Hay algo que podamos hacer en la parada en boxes? ¿Tirarme agua o algo así?”. Todos, incluido Max Verstappen, debieron tomarse un rato recostados sobre sus autos una vez finalizada la carrera para recuperar energías. “Fue absolutamente brutal, con diferencia, la carrera más física que he vivido nunca. Me sentí a punto de desmayarme, nunca antes había experimentado algo así. Le pedí a mi ingeniero que me diera ánimos para intentar distraerme”, declaró George Russell tras la desafiante aventura.
Quien en 2023 protagonizó un hecho muy curioso fue Esteban Ocon, el piloto francés de Alpine que se descompuso en la vuelta 15 y vomitó dentro de su casco. Ocon resistió y finalizó la carrera en la 7º posición. Vaya mérito. El calor extremo, por supuesto, presenta además un gran desafío para los pilotos: cuidar los neumáticos. Así como el frío no ayuda a su temperatura ideal, tampoco el calor excesivo, que puede degradarlos rápidamente. A eso se refirió Oscar Piastri, de McLaren, el año pasado tras su 2º puesto: “El auto tuvo un muy buen ritmo. Fue la carrera más difícil que tuve en mi vida. En medio de esta carrera con mucho calor los neumáticos terminaron enteros”.
Verstappen es el vigente ganador del Gran Premio de Qatar.
Se trata de un circuito de 5.380 kilómetros y 57 vueltas, con dos zonas de DRS y que tiene 10 curvas hacia la derecha y seis hacia la izquierda. El Circuito Internacional de Lusail fue primero diseñado para Moto GP, pero se adaptó a los monoplazas tres años atrás (y hay un contrato vigente hasta 2033). Para este año, la Fórmula 1 retrasó la fecha de la carrera para evitar las graves temperaturas (anteriormente se había corrido entre octubre y noviembre) y ahora tendrá lugar el 1 de diciembre; de noche, claro, porque de día sería un desafío imposible. Para esta edición, se estiman temperaturas no tan altas como los 40º grados del año pasado: alrededor de 32º a la hora de la carrera. De todas formas, un calor insoportable.
Colapinto quiere volver a sumar puntos después de tres carreras.
Franco Colapinto ya tuvo su primera gran exigencia física en Singapur (terminó 11º), donde el calor también condicionó la performance de los pilotos. Pero el Gran Premio de Qatar parece ser su verdadera prueba de fuego. Sobre todo, teniendo en cuenta que su futuro en el Gran Circo no es una garantía y que deberá cosechar buenos resultados allí y en Abu Dabi si quiere ganarse una plaza para 2025. En un primer vistazo, lo único que se observa es desierto y humedad. Pero si Colapinto se esfuerza y frunce el ceño, verá que no es sino el país que hace no mucho vio delirar a miles de argentinos. Y pedirá la misma suerte que tuvieron Messi, Di María y compañía.