Martes, 02 de Enero 2024
Los economistas afirman que una serie de factores se combinaron para que las cotizaciones se mantengan en ese nivel, pero advierten que no será duradero. El oficial se vende en el Banco Nación a $830,25.
La brecha cambiaria llegó a perforar el 10% durante la semana pasada, pero sobre el final del año y el comienzo de 2024 empezó a ampliarse nuevamente. Si bien no está en niveles comparables al 170% que se veía en el fin del gobierno de Alberto Fernández, los analistas advierten que es probable que se amplíe en enero y febrero, cuando vuelva a subir la demanda de dólares.
Ese vaticinio equivale a una mayor presión sobre las cotizaciones alternativas del billete estadounidense durante las próximas semanas, ya que la ampliación de la brecha no sería tan pronunciada “desde abajo”, es decir, por el precio del tipo de cambio oficial.
Aunque los economistas dudan de que lo pueda llevar adelante, el Gobierno ya avisó que, tras el salto a $800, el dólar oficial apenas se moverá 2% por mes. Entonces, si la brecha se amplía, será por la suba de los paralelos. “Una tasa de crawling del 2% cuando la inflación corre en torno al 30% podría volver a agrandar la brecha en la medida que se perciba que una nueva corrección cambiaria estará latente”, alertaron los analistas de la consultora LCG.
Por su parte, desde Invertir en Bolsa anticiparon que cualquier revés que ponga en duda las reformas que propone el Gobierno podría derivar en un nuevo ensanchamiento de la brecha. Por eso, afirmaron: “El comportamiento de los tipos de cambio financieros estará sujeto al sostenimiento de compras de divisas por parte del Banco Central y la efectividad de las anclas fiscales y monetarias en la formación de expectativas para los próximos meses, la cual podría peligrar a medida que la demanda de dinero caiga y la inflación se acelere”.
Por qué el dólar financiero sigue debajo de los $1000
Desde el balotaje, el único tipo de cambio paralelo que se animóa cruzar la barrera de los $1000 fue el dólar blue, aunque no duró mucho en ese nivel. Los financieros, en tanto, se mantienen por debajo de las cuatro cifras. Las razones para esa dinámica son varias:
- La demanda estacional de pesos: tanto en diciembre como enero, las personas y empresas demandan más moneda nacional. Ya sea por el pago de aguinaldos, los gastos de las fiestas o las vacaciones, son meses donde queda poco resto para dolarizar. Incluso, algunos venden divisas para hacer frente a esos compromisos. Esa tendencia se revierte por completo en febrero.
- Mayor oferta de dólares: el salto cambiario generó incentivos a exportar y, con ellos, a liquidar divisas. El 80% de lo que se vende afuera ingresa al mercado oficial, mientras el 20% restante entra al país vía contado con liquidación, lo que amplía la oferta de billetes en el segmento financiero.
- La política de tasas: el rendimiento de los bonos en pesos le ganará, según la intención del Gobierno, a la devaluación del tipo de cambio oficial. Si, además, la brecha se mantiene sin sobresaltos, algunos inversores están inclinados a vender sus dólares para comprar bonos en pesos y hacerse de esa tasa. Es una jugada que tiene ganancias importantes, pero también alto riesgo: cualquier suba abrupta de la brecha evapora rápidamente todo lo ganado. La suba de tasas también repercute en los costos del crédito en pesos y alienta a los exportadores a liquidar en lugar de tomar nuevas deudas.
Qué pasará con el dólar oficial
A pesar de las declaraciones de los funcionarios, los precios del dólar futuro no convalidan lo anticipado por el Gobierno con respecto al dólar oficial.
Al cierre de este martes, los valores esperados para el tipo de cambio en los próximos dos meses anticipaban un alza mensual de 2,9% en enero, que lo lleve a $834,10; y de 4,8% en febrero, para terminar ese mes en $874. Las expectativas se recalientan hacia marzo, cuando se pactó el dólar a $973, lo que significaría un salto mensual de 11,3%.
Con la aceleración de la inflación, los economistas descartan que habrá un nuevo salto cambiario en el primer cuatrimestre del año. Al respecto, desde PPI puntualizaron: “Si bien el ministro Caputo confirmó que el salto devaluatorio fue exagerado para tener ‘colchón’ para apreciar, la inflación corriendo al 30% en diciembre, y no muy por debajo de este nivel en enero, garantiza una revalorización aceleradísima del peso”.
“En otras palabras, deberíamos ver un cambio de ritmo en el crawling para atenuar la apreciación a fines de enero, lo que también tendría implicancias sobre la tasa, que siempre debe ir por encima en un esquema de cepo para que fluya la liquidación en el mercado cambiario oficial”, agregó la casa de Bolsa.