Lunes, 14 de Abril 2025
Darío Argarañaz, torrista de 54 años, fue el encargado de reemplazar el pararrayos original del Obelisco. Lo hizo en una hora y lo vivió con emoción.
En una entrevista radial con Rock & Pop, Darío Argarañaz relató cómo fue la experiencia de cambiar el pararrayos del Obelisco por primera vez en casi 100 años. “Me avisaron un viernes que me tenía que subir, y al día siguiente ya estaba pensando cómo lo iba a hacer”, contó.
«Soy torrista, trabajo en montajes de pararrayos en altura, pero esto fue distinto. Sentí que estaba haciendo historia», explicó emocionado a Martín Ciccioli. El pararrayos que fue removido tenía entre 93 y 94 años y era el segundo colocado desde la fundación del monumento porteño.
El operativo duró algo más de una hora. Aunque fue rápido, Darío subió con distintos planes en caso de encontrarse con dificultades. “Tuvimos que reforzar el agarre porque era muy débil”, detalló. Según dijo, no se sintió intimidado por la altura, pero sí por lo simbólico del lugar: “Que te mire todo el mundo es otra cosa”.
“Hoy con 54 años no es lo mismo que cuando tenía 20, pero no sentí miedo. Sí una sensación rara entre emoción y vértigo”, agregó.
Darío, que trabaja para Bacigaluppi Hermanos, estuvo acompañado por su colega Sebastián Yacovini. Ambos se sacaron fotos, se rieron y disfrutaron el momento. “Nos filmaron desde todos lados. Hoy todo el mundo tiene una foto nuestra allá arriba”, dijo entre risas.
Consultado sobre el nuevo pararrayos, explicó que “es piezoeléctrico, con mejor sistema de cebado y cobertura”. Además, confirmó que todos los edificios nuevos están obligados por ley a contar con protección contra tormentas eléctricas.
Al cerrar la charla, dejó una reflexión: “Habría que poner una placa con nuestros nombres, ¿no?”.