Lunes, 20 de enero de 2025
A partir de febrero de 2025, varios televisores antiguos ya no podrán acceder a Netflix debido a limitaciones técnicas.
La decisión de la plataforma ha reavivado el debate sobre la obsolescencia programada en el sector tecnológico
Desde el 1 de febrero de 2025, una serie de televisores inteligentes dejarán de ser compatibles con Netflix. La decisión se debe a que estos dispositivos, lanzados hace más de una década, no cuentan con los recursos técnicos necesarios para soportar las actualizaciones más recientes de la plataforma de streaming. Como resultado, los usuarios afectados no podrán abrir la aplicación, descargar nuevas versiones ni actualizarla.
Entre las marcas afectadas se encuentran Sony, Samsung, LG y Panasonic. Modelos específicos como los Sony Bravia de las series KDL, XBR, W95 y X95 han sido confirmados como incompatibles con las versiones futuras de Netflix. La razón principal es la falta de capacidad de procesamiento, memoria RAM insuficiente y la incompatibilidad con los protocolos de conexión actuales, que resultan indispensables para el funcionamiento óptimo del servicio.
Netflix ha explicado que la evolución constante de su plataforma requiere dispositivos capaces de soportar mejoras en la calidad de reproducción, algoritmos de recomendación más sofisticados y nuevos sistemas de gestión de derechos digitales. Los televisores que no cumplen con estos requisitos se quedan fuera de su ecosistema, lo que obliga a los usuarios a buscar soluciones alternativas si desean continuar utilizando la plataforma.
Para quienes se vean afectados por esta medida, existen varias opciones disponibles. Una de ellas es la adquisición de dispositivos de streaming externos, como Chromecast, Amazon Fire Stick o consolas de videojuegos compatibles, que permiten acceder a Netflix sin necesidad de cambiar de televisor. Otra alternativa es la renovación completa del televisor, una solución más costosa, pero que garantizaría la compatibilidad con futuras actualizaciones.
La decisión de la plataforma ha reavivado el debate sobre la obsolescencia programada en el sector tecnológico. Si bien la evolución constante de las plataformas digitales es necesaria, muchos usuarios se ven obligados a reemplazar dispositivos que aún funcionan correctamente. La industria podría considerar estrategias que reduzcan el impacto en los consumidores, como el desarrollo de versiones más livianas de la aplicación para dispositivos antiguos o una mayor extensión del soporte técnico.
Mientras tanto, los usuarios afectados tendrán que evaluar sus opciones y decidir cómo seguir accediendo a sus contenidos favoritos sin interrupciones.