Martes, 17 de Diciembre 2024
El Ministerio de Economía pidió mejorar ofertas. Cambios en refinanciación de deudas y obras pendientes. El gobierno espera llegar a buen término el viernes cuando se termine la negociación.
El proceso de privatización de IMPSA, la mega empresa mendocina líder en exportación de tecnología en generación de energía al mundo, podría estar en su tramo final. El gobierno cree que este viernes, si no aparece algún nuevo escollo, se anunciará que ARC Energy es el nuevo dueño de la empresa.
Al mismo tiempo se confirmó que el Estado nacional, a través del FONDEP, pagará el aguinaldo de los 700 empleados de la empresa, después que el mes pasado se demoraron parte de los sueldos de la segunda quincena. Lo cierto que el FONDEP casi no tiene disponible y el flujo de fondos es limitado. No es una novedad la situación en la que se llega al final del proceso de privatización de IMPSA: «No hay plata, estamos rascando el fondo de la olla para pagar», se confiesa en el equipo privatizador.
La empresa hoy no tiene capital de trabajo y por lo tanto el pago de sueldos, la cancelación de la deuda y el cumplimiento de los contratos de obra pendientes quedaron en el centro del proceso de privatización como el principal problema a solucionar. Desde la Nación se redobló la presión sobre Alfredo Cornejo para que la provincia financiara los salarios mientras avanzaba la venta de la empresa.
La realidad es que tras la estatización final que se dispuso en el gobierno de Alberto Fernández para salvar a la empresa de la quiebra, IMPSA quedó en un 63,7% para el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo, 21,2% propiedad de Mendoza; 15,1% de en manos privadas; 9,8% en el fondo de capital controlado por los acreedores de la compañía y 5,3% del fideicomiso de capital controlado por los Pescarmona. Las cargas no se soportaron de la misma forma entre todos los accionistas.
El proceso de privatización terminó con varios compradores del pliego de condiciones, pero con un solo interesado final. Arc Energy, propiedad de venezolanos-estadounidenses y con fuertes intereses en el directorio de accionistas cercanos a Donald Trump, presentó una oferta “hostil” con exigencias sobre la refinanciación de la deuda de mas de U$S 572 millones de IMPSA y el cumplimiento de las obras que la empresa tiene pendientes, por ejemplo con San Juan, YPF y Santiago del Estero.
Ese fue el escollo final que se intentó salvar con un llamado a mejorar la oferta en medio las negociaciones para que finalmente se activara la transferencia de las acciones a Industrial Acquisition Find, LLC, nombre societario de ARC Energy.
Tras cancelar impuestos atrasados y deudas de caja pendientes, y negociar las condiciones de cumplimiento de los contratos pendientes, el gobierno ahora cree que puede avanzar con la adjudicación de IMPSA este viernes. Ese proceso terminaría con la incertidumbre por el futuro de la empresa, por el impacto social en Mendoza de una crisis con los trabajadores y sobre todo con la presión por el éxito de la primera privatización de Javier Milei.