Neuquén, la más importante de la decena de provincias petroleras de Argentina, tiene como principal fuente de ingreso las regalías que pagan las petroleras por las concesiones para la explotación de hidrocarburos.
Tras los anuncios de Donald Trump del pasado 2 de abril que impusieron aranceles adicionales a las importaciones de Estados Unidos, el precio internacional del barril de crudo Brent, que el país toma como referencia, se desplomó desde unos 70 dólares a los actuales 60,27 dólares, lo que registra una caída del 4,06%.
El impacto económico de las medidas de Trump
La caída en el precio del crudo impacta directamente en las regalías, que se liquidan al precio internacional del petróleo. Para que Vaca Muerta sea rentable, se estima que el barril de crudo debe estar por encima de los 100 dólares.
En un comunicado, el Gobierno de Neuquén indicó que el 60% de sus ingresos proviene de la industria petrolera y señaló que «analiza los niveles de gastos para hacer los ajustes que sean necesarios ante un escenario mundial de baja del precio del petróleo«.
En tanto, el Gobierno del presidente Javier Milei no se ha pronunciado de momento sobre el impacto de la caída del valor del crudo. Con reservas monetarias exiguas, el país necesita con urgencia incrementar sus exportaciones.
De acuerdo con un informe publicado el martes por el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, en 2024 Argentina exportó combustibles y energía por 9.677 millones de dólares, un 22,3% más que en 2023.
Estados Unidos es uno de los principales destinos de las exportaciones argentinas de crudo.
Inversiones bajo la lupa
El derrumbe de los precios también pone bajo la lupa los millonarios proyectos de inversión en marcha para aprovechar el potencial de Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo y en donde operan multinacionales como Shell, Total, ExxonMobile y Chevron.
Estos proyectos incluyen el desarrollo masivo de las diversas áreas en esa formación geológica, oleoductos, gasoductos y planes para producir y exportar gas natural licuado.
Todos estos proyectos se diseñan con base en un valor del crudo y del gas que, de caer, podrían hacer poco atractiva o inviable la inversión.
«Con un futuro tan incierto, se deberá mirar muy de cerca los distintos ‘breakevens’ (puntos de equilibrio) de la producción en Vaca Muerta, pero por lo pronto las decisiones que impliquen más ‘capex’ (inversiones en bienes de capital) e inversiones de escala podrían ponerse en pausa», advirtió la consultora LCG en un informe.
Sin embargo, para Horacio Marín, presidente y director ejecutivo de YPF, la mayor productora de hidrocarburos del país, con los actuales precios, Vaca Muerta sigue siendo rentable y competitiva con respecto a la cuenca Permian, en el suroeste de Estados Unidos.
En declaraciones a el periodista, Marín reconoció este martes que un escenario de bajos precios puede eventualmente «dilatar» los programas de las empresas en Vaca Muerta o hacer más compleja la obtención de financiación para las inversiones.
«Nosotros por ahora no estamos parando programas. Vamos a ver cuánto dura y cómo termina, es un período de incertidumbre», sostuvo Marín, quien dijo que se puede sostener la producción en Vaca Muerta con un barril de petróleo a 45 dólares.